lunes, 5 de mayo de 2014
PUBLICITUR.
EDIFICIO FOCSA, EN UNA DE SUS ESQUINAS RADICA PUBLICITUR.
PUBLICITUR.
Ya había decidido irme a trabajar a un lugar donde no tuviera que ver con personajes como el "burrócrata" de Pablo Pacheco, aunque sabía que esa especie había proliferado como la verdolaga. Pacheco poco tiempo después fue defenestrado como presidente del Instituto del Libro, para suerte del libro en Cuba, aunque vino uno tan malo como el o aún peor y un connotado oportunista y extremista, que también pasó a mejor vida y ahora se dedica a hablar sandeces en un blog y a dirigir la wikipedia cubana, un remedo bastante malo de la original, pero por suerte no tuve que coexistir con ese personaje.
Pues como conté tenía un contacto en el Instituto Cubano de Radio y Televisión, nada menos que con la Vicepresidenta Josefa Bracero, figura con mucho dominio del medio por su condición de locutora estrella, escritora y directora de programas de Radio, así como un gran prestigio por su nivel de organización y exigencia y ser una de las más conocedoras del medio.
Me entrevisto con Josefa y me ofrece la plaza de Director de Recursos Humanos, lo cual acepto. Pero por medio, aparte de las normales verificaciones, existía el paso previo de la aprobación del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido para que yo ocupara el cargo. Supongo que evaluarían mi actitud política porque de Recursos Humanos, y creo de de muchísimas otras cosas, ahí no había nadie que supiera del tema, aunque creo que en política tampoco estaban fuertes, según los fui conociendo posteriormente.
Yo, acostumbrado a no dejar de trabajar un día de mi vida, ya me fui poniendo nervioso y ansioso porque aquello demoraba mucho, 15 días, un mes, dos meses, hasta que en conversación con un amigo íntimo y compañero de la universidad, Jaime Ferrándiz, a la sazón subdirector de producción de la empresa Publicitur del Ministerio del Turismo, me dice que no espere más y que me vaya a trabajar en su empresa como subdirector Económico y de Administración.
No dudé, por la impaciencia que tenía por trabajar, además de las implicaciones económicas, de ir a entrevistarme con el director de la Empresa, de apellido Giró, que posteriormente pasara a trabajar como Director Editorial de Radio Rebelde. La entrevista fue cordial y me aseguró que los problemas de cuadros los resolvía en cuestión de días y que podía comenzar cuando quisiera, que además estaba Jaime de fiador y nunca le había fallado.
Así que al día siguiente me encontré en la calle 17 esquina a N, en los bajos del edificio FOCSA, donde aún radica la empresa, comenzando a asimilar mis funciones.
OFICINAS DE PUBLICITUR EN LOS BAJOS DEL EDIFICIO.
Hay que decir que estamos en el verano de 1989, cuando habían ocurrido hechos relacionados con Publicitur y que aun no se habían hecho públicos, es más había un silencio total sobre el tema, según se le había orientado a sus trabajadores y dirigentes. Me extrañó que el subdirector anterior no aparecía por ninguna parte y la entrega la hacían el jefe Económico y el Administrador.
Publicitur era una empresa que contaba con un grupo importante de divisiones todas en función de la publicidad alrededor del turismo en Cuba, que comenzaba a potenciarse como una de las ramas de la economía cubana más importantes. Siempre Cuba fue un destino turístico deseado, sobre todo por su cercanía con Estados Unidos, pero la política de aislamiento típica de todos los países socialistas eliminó esta fuente de ingresos por considerarla peligrosa para la seguridad del país.
Publicitur contaba con una agencia publicitaria, una imprenta bien moderna y con recursos donde se imprimían propaganda de todo tipo y también la Guía Turística de Cuba, un taller de construcción y mantenimiento de vallas y de anuncios lumínicos, otro taller que construía todo tipo de señalética en los hoteles y restaurantes, una minindustria y distribuidora de souvenirs cubanos, un equipo de atención a eventos turísticos, incluyendo todo su aseguramiento y una televisora: El Canal del Sol.
Podíamos resumir la cartera de negocios de Publicitur en:
Estrategias de comunicación.
Identidades corporativas.
Campañas de comunicación.
Diseño e impresión de sueltos, plegables, carpetas y mapas. Incluido servicio de troquelado.
Redacción, edición y corrección de textos.
Producciones fotográficas.
Banco de imágenes.
Videos, publirreportajes, memorias, spots y cuñas radiales.
Diseño y montaje de pabellones y stands para eventos.
Vallas, microvallas, anuncios lumínicos y gigantografías.
Espacios publicitarios en los aeropuertos de Cuba.
A eso se le sumaron posteriormente, según las nuevas tecnologías:
Sitios web, banners y otros soportes digitales.
Presentaciones en sistema multimedia.
HOTEL HABANA LIBRE
Después el Canal del Sol fue absorbido por el ICRT (siempre botando el sofá) y desapareció del aire y con él las exclusividades que transmitía, en particular la realización de videoclips, que pasaron unos cuantos años en ser producidos masivamente.
El Canal del Sol radicaba en el último piso del Hotel Habana Libre y transmitía por cable y al aire con poca potencia, para los hoteles fundamentalmente del Vedado y algunos de Miramar que eran los que existían en la época. Por supuesto que su programación tenía un fuerte componente de publicidad turística de Cuba, pero estaban también los nacientes videoclips y programación atractiva extranjera, sobre todo norteamericana. Es por ello que la gente inventaba para "coger" el Canal del Sol y dejar un poco al lado a la aburrida televisión estatal, salvo excepciones.
Comienza mi periplo por todas las unidades para conocer a qué me enfrentaba. Ahí me fui dando cuenta de que aquello era poco menos que un caos, no porque lo hubiese sido en sí, sino porque los acontecimientos recientes de los cuales hablaré, provocaron una desbandada, retirada y destrucción de documentos para evitar que se conociera lo que era inevitable que se supiera, y todo ello provocó un cataclismo dentro de la empresa.
DESDE UNA HABITACION COMO ESTA TRANSMITIA EL CANAL DEL SOL.
Publicitur, Diocles Torralba y la causa No.1.
Diocles Torralba: Vicepresidente del Consejo de Ministros y titular del Ministerio de Transporte, fue destituido de sus cargos en junio de 1989. Diocles cayó de su altura ministerial, al abismo de la prisión, en el mismo proceso que condujo al recordado fusilamiento del general Ochoa y de Tony de la Guardia.
Diocles tuvo razón en que lo de alzarse en la Sierra Maestra no fue un error, como casi todos los jóvenes que tomaron ese camino en el que pocos murieron, se dió luego la gran vida a costa de su experiencia guerrillera. Como casi todos los que llegaron a General, bajó de la Sierra como oficial, aunque no como comandante. Los comandantes resultaron casi todos demasiado brutos paras asimilar las complejidades de la vida moderna. Como Ochoa y tantos otros fue enviado a las escuelas militares rusas y se graduó en la academia Frunze, algo así como el West Point soviético. Pero a pesar de graduarse como primer expediente no tuvo participación en las guerras en las que Cuba estuvo envuelta porque era más útil como Ministro de Transporte.
Torralba había alcanzado cierta fama como adicto a las parrandas (fiestas de perchero se les llamaba en la época) las que celebraba en su mansión. Esto sumado a su parentezco con Tony de la Guardia y amistad con el General Arnaldo Ochoa hicieron que se viera involucrado en la causa No.1 que todos sabemos como terminó. Dirigentes de Publicitur con su Canal del Sol cubrían las orgías. Ochoa, Tony y Patricio la Guardia y Diocles Torralba, además de ser compañeros de armas, poseían fuertes vínculos de amistad e incluso Maria Elena Torralba, la hija de Diocles, era la esposa de Tony.
Por tanto Diocles Torralba González (Tony de la Guardia era su yerno), fue separado del cargo por conducta impropia, relacionada con actividades sexuales. Detenido después y llevado a juicio ante el Tribunal Provincial Popular de la Ciudad de La Habana, donde le añadieron el delito de malversación. El lunes 24 de julio de ese año 1989, salió publicada una nota en el periódico Granma, donde expresaba que Torralba había sido condenado a 20 años de prisión. Tiempo antes había sido destituido Gary González como Director de Publicitur.
Junto a él fue detenido el funcionario de la empresa Publicitur, Idalberto Gálvez Richardson. El periódico afirma que aunque los casos de Ochoa y Torralba se refieren a "conductas distintas y problemas diferentes, hay personas gravemente implicadas que mantienen lazos comunes con estos dos hombres". Se dice que en sus famosas fiestas había de todo, las orgías y la bebedera hacia que la mente se perdiera, así que al ex ministro Torralba también se le atribuía el ser homosexual. Con la duda nos quedamos muchos desconfiados aquella idea que trataban de infundirnos . Fue un agravante adicional y muy homofóbico, que pesó sobre el ex-ministro Diocles Torralba. La prueba de su "mariconería" nos la dio el Periódico Granma en uno de sus editoriales, añadiendo a una larga lista de errores cometidos, por el corrupto dirigente, que el ciudadano Torralba vivía además con otro hombre en su misma casa.
Tal vez ya muchos ni siquiera recordemos con claridad aquellos hechos, nos acostumbrarnos a los trapos sucios de muchas figuras prominentes, pero los hasta ayer fieles y condecorados soldados, pasaban de héroes a villanos, en una sola noche. Como en la famosa cita de Einstein:
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judio".
Por dondequiera estaba perdido Diocles Torralba y arrastró en su torbellino a Publicitur.
Pero al final el Publicitur que conocí era una Agencia Integral de Comunicación con muchos años de experiencia en Cuba y en ámbitos internacionales y que había logrado alcanzar un espacio importante dentro del sector turístico, resultado del sistemático perfeccionamiento de las estrategias de trabajo, la profesionalidad del personal y el continuo mejoramiento de la tecnología, con un respaldo tecnológico avanzado, pero sumado en una sima de desilusión y desorden. Todo funcionada bien en Publicitur menos la administración, la economía y el control.
Comienza a recibir la información sobre el cargo y cada día voy poniéndome más receloso. No había nada en orden en la contabilidad, había que hacer una auditoria profunda y depurar todas las cuentas. Se manejaba financieramente la divisa, cuestión muy limitada en la Cuba de entonces y además con implicaciones penales su manejo no autorizado y también había numerosas incongruencias en su contabilidad. Los almacenes eran un desastre, las tarjetas de estibas de algunos productos tomados al azar no coincidían con lo registrado en los libros. Había contratos laborales y cobros por parte de personas que ya no estaban allí e inclusive por personas que habían abandonado el país, lo que quiere decir que alguien se estaba embolsando ese dinero.
Pero lo peor de todo fue la existencia de un almacén que me enseñaron con mucho disimulo (creo que porque no había forma de ocultarlo) que resulta que tenía toda un volumen de artículos no controlados de ninguna forma ni registrados y que según me explicaron era una especie de almacén de protocolo para regalos a personalidades.
No puedo concebir que cientos o quizás miles de botellas de ron Habana Club de la máxima calidad, cientos de cajas de habanos de diferentes marcas y vitolas, miles de paquetes de cigarrillos cubanos, varios tipos de maletines de piel o diplomáticos bien caros (artesanales o Samsonite), juegos de plumas fuente y lapiceros de marcas reconocidas como Parker y Eversharp, miles de llaveros, ceniceros y otros objetos, en fin muchísimas cosas más, pudieran haber llegado a Publicitur y ser ubicadas en un local con acceso limitadísimo y no se controlara absolutamente nada de su origen y destino.
JAIME FERRANDIZ. UN BUEN AMIGO.
Eso colmó la copa del susto y esto sumado a los comentarios de mi socio Jaime de que se iba a quedar en el primer viaje que diera para reunirse con su hermano en Tampa,como así hizo pocos meses después, me llevó a la decisión de renunciar a tan noble ofrecimiento del cargo. "Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes" dijo Confucio muy acertadamente y ya yo sabía lo que tenía que hacer, aún a riesgo de tener que comenzar todo de nuevo.
Por suerte pocos días después, Josefa Bracero me comunicó que ya podía incorporarme a trabajar. Yo le había hablado del tema de la demora para que nuestros asuntos fueran transparentes y entendió mi premura y por qué había comenzado en Publicitur, pero fiel a su actuar en la vida, a pesar de lo que la había dicho, no paró el proceso de trámites para yo asumir el cargo y a su vez conversó más de una vez con Giró, el director de Publicitur para que no le "pirateara" al cuadro. Como todas las cosas en la vida Josefa siempre "guapeando" en buen cubano y hasta ahí mi incursión en el turismo, parece que no aprendí la lección y años después volvería a caer en ese maremagnum.
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