MEXICO LINDO Y QUERIDO I.
No es difícil obtener información de las viejas naciones europeas, las que a pesar de los cambios provocados por las dos guerras mundiales, la desaparición de los imperios, la aparición del campo socialista y la posterior desaparición de la Unión Soviética y sus satélites, con el sucesivo cambio de color de los mapas, constituyen una historia casi inmóvil, pero otra cosa es entender la evolución
de los pueblos jóvenes de latinoamérica como México. Pero aún así en este país las corrientes políticas, sociales y económicas se pueden manifestar de forma tan dramática, inesperada y violenta como el surgimiento del volcán Paricutín que emergió en una tranquila zona agrícola en Michoacán y que sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro en el año 1943 y rápidamente se convirtió en una montaña de casi 400 metros de altura. La duración de la actividad de este volcán fue de 9 años y la lava recorrió unos diez kilómetros.
Pero la realidad cambiante de México es mucho más impresionante que este fenómeno peculiar.
La geografía y la historia de México les han creado difíciles problemas al país y a su desarrollo.
Un rey español en el siglo XVI, poco después de la conquista de México, impresionado por los tesoros que llegaban de la llamada Nueva España, le pidió a sus enviados al nuevo continente, que le hablara de las tierras recién incorporadas al reino. El interpelado no encontrando palabras para expresar la diversidad y riqueza de aquellas tierras, tomó un pedazo de papel, lo estrujó repetidamente hasta hacer de él una masa informe que imitaba riscos, grietas, simas, cumbres y cañadas y expresó: "He aqui un mapa de la Nueva España". Nada más gráfico para describir a un inmenso territorio provisto de todos los accidentes geográficos y climas.
Las emociones relacionadas con la conquista de México sobre todo la codicia, el odio, el temor y la superstición, así como los paradigmas creados con los personajes asociadas a ella persisten hasta nuestros días. El martirio y ejecución de Cuauhtemoc, como último emperador azteca, asociado a lo digno y valeroso, y el de Hernán Cortés visto como un extranjero cruel y explotador, son ejemplo de ello.
MONUMENTO A CUAUHTEMOC EN TIJUANA.
Cuauhtemoc vive en calles, monumentos, ciudades, discursos políticos y en muchas cosas de la vida cotidiana, ya que hasta el grupo cervecero con mayor tradición en México tiene ese nombre. Hernán Cortés no se menciona mucho porque sigue siendo símbolo de violencia, crueldad, colonialismo y represión y Malinalli Tenépatl (la Malinche: intérprete, consejera, amante e intermediaria de Hernán Cortés) es la pura encarnación de la traición. A pesar de ello en México existen algunas representaciones de Cortés: muchos puntos geográficos de interés llevan su nombre, así como el Palacio de Cortés en la ciudad de Cuernavaca y nombres de calles en sitios de toda la República
Mexicana. Es de destacar que uno de los pocos monumentos auténticos de la ciudad de México está en el paso entre los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, por donde Cortés llevó a sus soldados en su marcha a la Ciudad de México y que actualmente es conocido como el Paso de Cortés.
Pero ni los aztecas eran tan valerosos, nobles y brillantes como el ejemplo creado, ya que eran aborrecidos por otros pueblos indígenas, eran belicosos, rudos y dominantes, impulsados por una religión áspera y cruel, imponían tributos abrumadores a los pueblos sojuzgados y exigían miles de víctimas para ser inmoladas a los dioses, en fin, eran tan odiados y temidos como lo fueron los españoles después. Y tampoco Cortés, que participara en la conquista de Cuba y fuera gobernador de Santiago de Cuba y más tarde con la conquista del imperio mexica nombrado Capitán General de la Nueva España, era el monstruo que es a los ojos de los mexicanos, por muy asesino, destructor, intrigante o avaro que haya sido, en comparación con otros aventureros de la época, fue un hombre humanitario, culto, rapaz pero productor, y más tarde amigo de los indios que había sojuzgado y era un hombre de conciencia. Ha sido la personalidad que, para mal o para bien, influyó más que nadie en la historia y el destino de México.
HERNAN CORTES.
La conquista trajo tres siglos de estabilidad, pero diezmó la masa indígena y trajo para ellos condiciones miserables de vida. Con el agotamiento del oro y la plata, España se dio cuenta de que lo más valioso de su conquista era el trabajo de sus habitantes nativos, y a su explotación se dedicó aprovechando las inmensas riquezas de esas tierras. A principios del siglo XIX la Nueva España proveía casi dos tercios de los ingresos del erario español. Por eso el dicho: "Mientras haya un zapatero remendón de Castilla o una mula de la Mancha, a ellos pertenecerá el gobierno de Nueva España".
Gigantes y casi impenetrables cordilleras, llanuras, inmensos desiertos, mesetas de gran altura, cumbres con nieves perpetuas, selvas de abundante vegetación, playas tropicales, eso es México, con climas diversos que van desde el tropical húmedo hasta el continental frío y seco, y las amenazas de ciclones tropicales, volcanes y terremotos, dan lugar a un país en el cual la transportación terrestre fue muy limitada hasta hace medio siglo y que prácticamente produce de todo y cuenta con grandes riquezas mineras, a pesar de que los metales preciosos, como el oro y la plata, fueron en su mayoría explotados y casi agotados por los conquistadores españoles.
También su diversidad es tal que que en una población de 120 millones de habitantes, unos diez millones no saben leer ni escribir, a lo que se suma que en México existen once familias lingüísticas dispersas en todo el territorio, de las que se desprenden 68 lenguas y 364 dialectos que hablan unos 8,5 millones de personas.
BARRANCAS DEL COBRE EN LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL, CHIHUAHUA.
México es un país de mezclas raciales, donde estudios genéticos han demostrado que el mestizaje de México es uno de los más diversos de América Latina. Los estudios encontraron que el linaje del cromosoma Y (paterno) del mexicano promedio era predominantemente europeo (64,9 %), seguido de nativos americanos (30,8 %) y de africanos (4,2 %). Pero también es parte de la diversidad que el mexicano puede ser de formidable inteligencia y erudición, políglota y excepcionalmente culto, o analfabeto total o funcional. Puede ser un católico devoto o un ateo furibundo, puede hablar con desdén hacia sus compatriotas tildándolos de indios o puede vanagloriarse de su linaje español o jactarse de sus ancestros nativos.
Julián Carrillo Trujillo (1875 -1965), fue un compositor, director de orquesta, violinista y científico mexicano dentro de la corriente modernista internacional, considerado por varios especialistas como uno de los más importantes compositores del país. Sus hijos Nabor y Antonio se destacaron también como secretario de Relaciones Exteriores, pianista concertista y rector de la Universidad Nacional.
Julián explicó el linaje de la familia diciendo: "Es porque detrás de nosotros hay dos mil años de indios que no sabían leer ni escribir".
La explotación extrema llevó a los criollos, creo que al igual que en resto de las colonia españolas de América, a buscar su independencia de la metrópoli y el alzamiento de los sacerdotes Hidalgo y Morelos, su martirio y la lucha de miles de mexicanos culminó con una independencia mediatizada. La independencia no fue tanto obra de una victoria militar de los insurgentes como de la incapacidad
de España para dominar y consolidar sus colonias, así como el derroche que las cortes españolas hicieron de las riquezas. La independencia, lejos de traer la paz, inició por el contrario un siglo de pugnas y rivalidades, guerras incesantes hasta la Revolución Mexicana, después de la cual surgió el México moderno y estable políticamente, no sin antes pasar por la funesta dictadura de 22 años de
Antonio López de Santa Ana, que provocó y culminó con la escisión de más de la mitad del territorio del país a manos de los Estados Unidos, pérdida aún más dolorosa por el descubrimiento casi inmediato de oro en California. Después vendría la épica y heroica resistencia de Juárez y la liquidación de la intervención francesa en el país. Juárez, el "Benemérito de las Américas", justamente llamado, acometió reformas fiscales para sacar al país de la bancarrota, fomentó la industria y el transporte e instauró un sistema de libre educación pública, y con su extremo apego a la Ley, instauró las llamadas leyes de reforma, que separaban al estado de la iglesia.
EL BENEMERITO DE LAS AMERICAS: BENITO JUAREZ.
Nunca olvidemos una de sus frases más trascendentales: "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz". Su vida y accionar es tan nítido que no me atrevo a hablar de él a pesar de que he leído mucho de su figura y también disfrutado aquella magnífica serie televisiva titulada "El Carruaje". ¡Y pensar que hay un oscuro personaje tan bajo y con tanta irreverencia mental que en tiempos recientes se autotituló como "el mejor presidente de México, incluyendo a Benito Juárez"!. Claro que solamente a Vicente Fox, desprestigiado nternacionalmente, se le ocurriría compararse con una figura tan excelsa.
De la idea que tuvieron en el exterior al considerar al mexicano como individuos con plumas en la cabeza y taparrabos, pasamos a la del mexicano envuelto en un sarape, con sombrero en la cabeza y durmiendo sentado al pie de un cactus, para desembocar en la del charro con una botella de tequila en una mano y un revólver en la otra, cantando y buscando pendencia con cualquiera. Esa es la imagen que renovó para el mundo Fox con sus torpezas que a pesar de haber sido tantas y tan escandalosas, nunca llegaron a tal falta de respeto como la de evaluarse superior a Juárez.
Desgraciadamente el sucesor de Juárez, uno de sus Generales, Porfirio Díaz, que se levantó en armas contra Juárez con la consigna: "Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder, y esta será la última revolución", mostró que su frase era letra muerta cuando instauró una larga dictadura de 34 años y creó un caos en el país, dando lugar a la revolución más profunda de las tantas que ha habido en México, de la cual emergerían figuras tan destacadas mundialmente como Pancho Villa y Emiliano Zapata. Estos nombres están asociados a personajes de la historia mexicana, como el presidente Madero, tristemente asesinado y una sucesión de traidores y ambiciosos como Obregón, Carranza y el despreciable Victoriano Huerta. Siempre he sido un admirador de la figura de Pancho Villa y en esa magnífica biografía novelada de Paco Ignacio Taibo II, ratifiqué cosas que elevan mi admiración por Villa. En películas, chistes, e incluso en Irapuato, Guanajuato, donde vivo, hay un bar llamado "La Taberna de mi General" con un inmenso retrato del caudillo, donde se le exhalta o relaciona con el tequila. Pues Pancho Villa era enemigo mortal del alcohol, nunca bebió bebidas alcohólicas y contradictoriamente un hombre tan rudo, pero que lloraba cuando perdía a un amigo, su afición eran las palanquetas de cacahuate (en cubano maní garapiñado) y los helados. Pancho Villa hasta mandó a fusilar a gente de su tropa por embriagarse durante guardias o combates. Y sin embargo se le identifica equívocamente con el tequila y el bandidaje.
PANCHO VILLA, CAUDILLO POPULAR.
CASTILLO DE CHAPULTEPEC, MURAL CON PANCHO VILLA Y FELIPE ANGELES.
Pero si vamos a hablar de México hay que hablar de la religión católica. El catolicismo mexicano tiene sus particularidades. Durante la época colonial la Iglesia Católica tuvo tantos fueros y poderes como el gobierno del virreinato, constituyéndose en una institución oficial, suprema e indiscutible, con gran fuerza de la Santa Inquisición, que marcó gran parte del desarrollo histórico, civil y
religioso del país durante la época colonial. Ya anteriormente a sangre y fuego le habían impuesto estas fe a los nativos de estos territorios. La iglesia se consideraba, y era, completamente independiente del Gobierno y tenía un poder económico impresionante.
En 1926 el arzobispado repudió la nueva constitución y a causa de ello el gobierno deportó a sacerdotes y monjes y clausuró las iglesias religiosas, a lo que la iglesia respondió declarándose en huelga. Ello provocó el surgimiento en Michoacán, Jalisco y Colima de la revolución cristera. Los cristeros asaltaron oficinas del gobierno, incendiaron escuelas y dinamitaron un tren de pasajeros. El gobierno desterró a varios obispos y comenzó una ofensiva militar contra la revuelta. La rebelión fue sofocada y los sucesivos gobiernos de Obregón y Lázaro Cárdenas propiciaron un acercamiento con la iglesia. No obstante aún están en vigor las leyes anticlericales, el estado limita el número de sacerdotes, está prohibido el uso de hábitos religiosos en público y la iglesia no puede intervenir ni en la política ni en la enseñanza.
EL ZOCALO: LA PLAZA MAS IMPORTANTE DE CIUDAD DE MEXICO.
Ese es el país, a grandes, grandísimos rasgos, al que me tocó visitar en marzo de 1999 y al que vine a vivir en marzo de 2013, y hacia el cual los cubanos sentimos un afecto especial, por muchas razones, por su cercanía afectiva y simpatía histórica hacia la independencia de Cuba, por el intercambio incesante de cubanos y mexicanos que migraban entre los dos países, por la influencia mutua de las culturas y otras muchas razones.
Muchos modismos del léxico cubano fueron influenciados por la música, la literatura y el cine mexicano. En muchos otros aspectos similares Cuba influyó en México, sobre todo en la música. Artistas e intelectuales de las dos orillas han hecho aportes mutuos. Orquestas y cantantes cubanos fueron estrellas de las películas en el cine mexicano mientras que artistas mexicanos triunfaban en Cuba en teatros, radio y televisión, donde eran verdaderos ídolos. En particular hay que recordar a la pléyade de vedettes cubanas triunfadoras en la escena y el cine mexicano.
En México el tratamiento de "compadre" implica un lazo familiar-religioso. En Cuba, aunque ya en desuso, en mi juventud decir compadre a alguien era sinónimo de amigo, socio y era de amplísimo uso. El cine mexicano competía con el americano, el español y el argentino de tú a tú. Y la influencia de la música mexicana era y es tal que actualmente no existe en Cuba una sola estación radial que no cuente con al menos un programa de música mexicana, que por suerte de alguna forma se ha detenido en el tiempo y consiste básicamente en rancheras y mariachis, que son la más fina y autóctona expresión de la música mexicana. Muchos pueblos del interior de Cuba se vanaglorian de contar con un restaurante y un conjunto mariachi y como expliqué en mi artículo sobre la música en Cuba, existen dos cantantes llamados el Charro Negro dedicados a esa modalidad musical y los dos bailaron en casa del trompo, es decir cantaron en México. Recuerdo con fijación una visita a la emisora radial de un poblado llamado Segundo Frente en Santiago de Cuba, perdido entre montañas. Allí había tres
programas de música ranchera y un restaurante típico mexicano (excepto en el menú) con una impresionante foto no recuerdo si de Emiliano Zapata o de Pancho Villa en tamaño natural y un mariachi completo. Un culto semejante al existente con Carlos Gardel y el cual no conozco haya existido con algún artista cubano.
Donde sí no existe ninguna similitud es entre la comida cubana y la mexicana, ahí si no ha habido influencia mutua, pero ya hablaré del tema porque hay mucha tela por donde cortar. Y digo esto sin total conocimiento de causa pero se que en Veracruz hay bastante influencia de la gastronomía de la Isla.
TEOTIHUACAN.
CARLITOS EN LO ALTO DE UNA PIRAMIDE EN TEOTIHUACAN.
MEXICO D.F. 1999.
A los mexicanos naturales del D.F. o Distrito Federal se les llama chilangos y para cualquier persona de cualquier otra parte del país, la ciudad de México o D.F. es simplemente México.
Rodeada de majestuosas montañas y volcanes, 140 en total, la más grande metrópoli del continente americano se alza en una altiplanicie de unos 2500 metros de altura. No en balde los aztecas se asentaron en el Valle de México. Había un gran lago, fértiles terrenos para la siembra, un paisaje espectacular. A ello se sumaba que vivir rodeado de volcanes aumenta la biodiversidad, favorece la existencia de corrientes de aire y lluvias, con un clima templado y hace la tierra más fértil.
Entre ellos hay que destacar el Volcán del Ajusco, muchos conocen este lugar de la delegación Tlalpan como un cerro, pero no lo es, es un volcán que forma parte de una cadena de montañas y volcanes y con sus 3,937 metros sobre el nivel del mar, el pico Cruz del Marqués es el punto más alto del Ajusco y de toda la ciudad. Le sigue en altura el Volcán Tláloc, el que se localiza en una de las zonas más boscosas de la delegación Milpa Alta, con una altura de más de 3,600 metros sobre el nivel del mar . Pero sin duda y aunque no está situado en el Distrito Federal, el más conocido es el Popocatepetl o "El monte que humea".
EL POPOCATEPETL VISTO DESDE CIUDAD DE MEXICO.
El Popo, como se conoce, era en la época prehispánica reverenciado como dios. Es el segundo volcán más alto del país, con una elevación de 5500 metros sobre el nivel del mar. En su cresta se encuentran dos cimas: el Espinazo del Diablo y el Pico Mayor. Sólo es superado en altura por Citlaltépetl, llamado también "El Cerro de la Estrella" o "Pico de Orizaba".
Pero el famoso Pico de Orizaba, es el volcán más alto de México, con 5747 metros de altura y cuya cima marca los límites entre los estados de Puebla y Veracruz. En un momento llegó a contar con catorce glaciares de los que solo quedan cinco. Hizo erupción en 1545, 1559, 1613 y 1687 y permanece dormido. Sin embargo el Popo, o Don Goyo, como popularmente se conoce, a sólo 72 kilómetros de la ciudad, está plenamente activo. Me tocó estar en la Ciudad de México en julio de 2013 y recuerdo que el carro amanecía cubierto completamente de ceniza volcánica procedente del Popo. En fecha reciente como noviembre de 2014 hubo nuevas erupciones. Todo ello nos indica que este volcán de más de 730 mil años sigue con plena vitalidad.
El ambiente del DF es nervioso, turbulento, dinámico, lleno de colores y sonido. Aqui se puede encontrar cualquier cosa menos la imagen del prototipo del mexicano con el que estamos acostumbradosa identificar a sus habitantes, un ser encogido, sentado bajo un árbol, con un
sombrero ancho que le cubre la cara, lo que le permite dormir la siesta con el rostro entre las rodillas. Eso hay que buscarlo en otras partes de México.
Al norteamericano lo llaman con hostilildad gringo, costumbre tan vieja como la independencia mexicana. Gringo es un término usado regionalmente en algunos países hispanoamericanos para hacer referencia a aquellos hablantes de lenguas consideradas inentendibles para el hablante hispano, por lo que el término se ha referido según la época y regiones a ciudadanos de diferentes países occidentales no pertenecientes al área cultural ibérica, lo que no es exclusivamente mexicano. Si no vayan a Cuba donde a los norteamericanos se les ha llamado yankis y más recientemente Yumas, supongo que por las famosas películas del genero western: "El tren de las 3:10 a Yuma".
Se dice que México ha pasado muchas penas por culpa de los gringos, por lo que es fácil atribuir a ellos todo lo malo que pueda ocurrirle, sin reparar en los verdaderos orígenes de esos males. Esto no es exclusivo de México, Cuba lleva más de 50 años echándole la culpa de todo al "bloqueo" norteamericano, cuando la verdadera culpa ha sido del gobierno cubano con su bloqueo a todo el pueblo.Sin embargo hay que valorar que gran parte del desarrollo de México se debe a los norteamericanos, empréstitos y ayuda técnica, cooperación en agricultura, educación, higiene y salud, inversiones de capital norteamericano en la industria, y en el resto de la economía. Y sobre todo yo diría su gran influencia en la modernización de la vida. Antes de la década de 1980, el crecimiento en la población mexicana en Estados unidos provino principalmente de los mexicanos que nacieron en ese país, pero, entre 1980 y 2000, ese crecimiento se atribuyó más a la emigración desde México. Trece millones de mexicanos radican en Estados Unidos y la población de origen mexicano en Estados Unidos es de 34 millones de personas.
En el tercer trimestre de 2014, el ingreso de remesas desde los Estados Unidos en los primeros diez meses del año al convertirlas en pesos mexicanos es de 256,637 millones, cifra impresionante para la economía. Yo escucho a muchos mexicanos hablar del vecino país. Lo primero es que conozco muchísimos que probaron fortuna y vivieron ilegalmente en el vecino del norte, todos sin excepción, aprendieron allíuno o más de un oficio, muchos regresaron porque no tenían forma de legalizar su estancia o de llevar con ellos a su familia y otros simplemente fueron a aprender y a hacer un pequeño capital para poner un negocio en el terruño. También algunos me han contado haber
tenido problemas con la justicia provocados por sus propios coterráneos. Muchos se quejan de la vida en los Estados Unidos, de que allí sólo se vive para trabajar, que la comida no es de su gusto, que se vive muy de prisa, pero todos sin excepción tienen un mejor nivel y mejores hábitos de vida porque vivieron esa experiencia.
No en balde es incesante la emigración en busca de mejores derroteros y dónde mejor que en el país con más desarrollo del mundo, que tienen la suerte de que sea su vecino. La influencia norteamericana es tal que si nos ponemos a analizar todo el sistema político está estructurado a similitud del norteamericano: Secretarías en lugar de Ministerios, Distrito Federal a similitud de Washington D.C., Policía Federal a similitud del FBI, y otros muchos ejemplos. En el tema transporte automotor, infraestructura de comunicaciones, ferrocarriles, aviación, y tantos otros, aunque alguien se queje de ello, es ineludible la influencia norteamericana. Y todo esto se da con mucha fuerza en las ciudades fronterizas con Estados Unidos, pero con particular agudización en el D.F. o México, como dijimos que comúnmente se le llama.
EL ANGEL DE LA INDEPENDENCIA EN AVENIDA DE LA REFORMA.
México, D. F., es la capital y sede de los poderes federales de los Estados Unidos Mexicanos, es el núcleo urbano más grande del país, así como el principal centro político, académico, económico, de la moda, financiero, empresarial y cultural. Obtuvo un Producto Industrial Bruto en 2012, de 486 450 millones de dólares, muy superior al de muchos países. La Ciudad de México ocupa el octavo sitio
entre las ciudades más ricas del mundo. Catalogada como ciudad global, la Ciudad de México es uno de los centros financieros y culturales más importantes de América y del mundo. El crecimiento de la ciudad es uno de los más veloces a nivel global, y se espera que su economía se triplique para el año 2020.
La población de Ciudad de México es de alrededor de 8,8 millones de habitantes, de acuerdo con la definición acordada por el gobierno federal y estatal, la capital en conjunto con el área conurbada llamada (Zona Metropolitana del Valle de México) suma una población de más de 22 millones de habitantes, lo que la convierte en la tercera aglomeración urbana más grande del mundo, en la más grande del continente americano y la ciudad hispanoparlante más poblada de la tierra.
Ya conocía ciudades grandes como Moscú y Buenos Aires pero la magnificencia de México, superó todas las espectativas. Parecía que el avión no aterrizaría más nunca y que la ciudad no tenía fin, de tanto tiempo que sobrevoló la misma. Después vino otro impacto sorprendente. La densidad del tráfico y la velocidad a que manejaban los conductores. ¡Pero que otra cosa se podía esperar de tamaña urbe!.
Como comenté mi viaje a México era un viaje de negocios resultante de mi responsabilidad como Jefe de Servicios Técnicos Informáticos en la cadena de tiendas Caracol. Aunque no era el mismo objetivo de trabajo, viajé con las dos abogadas de la Empresa y al llegar ellas me invitaron a comer en casa de la hija de uno de nuestros compañeros de trabajo, la cual vivía con su esposo mexicano y su suegra. Ahí choqué por vez primera con las tortillas (por cierto la señora me dijo que yo la había tomado de la forma correcta) y con los frijoles refritos al estilo mexicano. Acostumbrado a los potajes de todo tipo de frijoles, como los hacen los españoles, me parecía que aquello era una herejía, pero no sabían mal. Desde que llegué a México y hasta el día siguiente, sufrí de un fuerte dolor de cabeza y opresión, lo que me dijeron se debía a la altura, ya que toda la vida he vivido a nivel del mar y que se me pasaría hasta que el cuerpo se acostumbrase, como así fue.
Mi agenda de trabajo era bastante flexible, e incluían visita a varias cadenas de tiendas, entre ellas Walmart, para tomar experiencia de su tratamiento automatizado de la información, de cuyo desarrollo estábamos bastante lejos, y proceder a la compra, mediante pago en efectivo para lo cual un asociado de Caracol, aportaría una importante cantidad de dólares, de piezas de repuesto e insumos sobre todo para impresoras y otros dispositivos especiales, como servidores de datos.
VISTA DEL D.F. DESDE LA TORRE LATINOAMERICANA
EL MAJESTUOSO PALACIO DE BELLAS ARTES.
Es por ello que tuve que moverme bastante, por mis propios medios, para lograr una oferta favorable y de calidad. Ello me llevó a conocer muchos distritos, delegaciones y colonias de la gigantesca ciudad y hacer uso del metro, donde ya me movía como si estuviera en La Habana. No puedo enumerar por ser tantos, los proveedores con quienes solicité ofertas, pero ninguno cumplía en cantidad o en precio o en calidad con mis requerimientos. Muchos ni me atendían por no darme la cara o porque estaban en horario de almuerzo. Ello me llevó a encaminarme a la empresa norteamericana Epson de México, de cuya marca eran la mayoría de nuestros equipos, y que tenía prohibido todo tipo de comercio con Cuba, pero expliqué que el pago era en efectivo y ahi cambió todo. El trato fue exquisito todo el tiempo y adicionalmente me proporcionaron planos y me facilitaron la compra de otros medios en la filial de la compañía Dell en México para los servidores. Me lo empaquetaron todo, lo pusieron en una gran bolsa y me entregaron un documento que decía que eran muestras no comercializables para evitar problemas de trámites aduaneros.
Más rápido y eficiente imposible. Sin embargo, en el comercio informal o privado de mexicanos el trato, la atención y la respuesta fue tan desastroso como en los establecimientos estatales de Cuba. No en balde las compañías norteamericanas tienen la buena fama con que cuentan, porque cumplen, sobre todas las cosas, la máxima de que "el cliente siempre tiene la razón".
Del resultado de las visitas a las cadenas de tiendas mejor ni hablar, teníamos mucho que aprender, en particular de Walmart, que en aquellos momentos contaba con unas 400 unidades en México. Hoy en día con sus asociados o dependencias Sam´s, Suburbia, Aurrerá y Superama cuenta con más de 2600 unidades. La brecha era abismal en el tema automatización, así que no quiero pensar como será hoy en día, en que Walmart está entre las 20 compañías más grandes del mundo, siendo la única cadena de tiendas en ese rango, pues las otras son bancos, fabricantes y distribuidores de autos, compañías petroleras y de tecnologías informáticas y telecomunicaciones. Liverpoool fue otra cadena visitada, que tenía en esos momentos 730 locales comerciales y hoy en día tiene presencia en todo México con gran fuerza.
Paralelo a mis trabajos pude conocer buena parte de la ciudad, en particular cosas tan interesantes como la zona centro con el Zócalo, la Torre Latinoamericana, el bosque de Chapultelpec, la Plaza de las Tres Culturas, la Basílica de Guadalupe, y otras. También recorrí en buena parte el hermoso Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes y emblemáticas de la ciudad, con sus monumentos esenciales tales como el Angel de la Independencia, la Fuente de la Diana Cazadora, el monumento a Cuauhtémoc, el Monumento a Cristóbal Colón y los imponentes rascacielos.
El afrancesamiento de la zona se denotaba con un cliché de comparación con la Avenida de los Campos Elíseos de París. En el momento en que allí estuve se construía la Torre Mayor, el edificio más alto de México.
UN COCTEL DE MARISCOS Y LAS SALSAS MEXICANAS, BIEN PICOSAS.
Otra cosa que me llamó mucho la atención fue la gastronomía. Por una cifra irrisoria, 75 centavos de dólar o 7.50 pesos mexicanos (en esos momentos se cotizaba el peso mexicano a 10 por un dólar) podía comer un abundante coctel de pescado, camarones, pulpo u ostión o una combinación de ellos, con un refresco y un paquete de galletas. Una torta, versión mexicana de nuestro sandwich y que existen de muchas variantes, costaba 10 pesos o un dólar, y era una comida. La torta cubana, la más cara y abundante de todas, costaba 12 pesos. Dicen que tiene su origen en la calle República de Cuba en el DF cuando un vendedor la creó distintos ingredientes y no porque sea un remedo del famoso sandwich cubano. Un jugo de naranja natural 5 pesos y un batido (licuado en México) de mamey, consistente en el contenido de la batidora entera, de cerca de 1,5 litros, unos 70 centavos de dólar.
Recuerdo agradablemente dos incursiones gastronómicas, una de ellas durante una caminata por la colonia Obrera después de una visita al Museo Mural Diego Rivera y al Museo Nacional de Arte, encontré en una esquina una especie de fonda típica, con mesas y bancos rústicos y un olor sabroso que de ella salía. El dependiente-cocinero-dueño me identificó como cubano, indagó como su hija podía ir a Cuba a estudiar medicina y me ofreció la especialidad de la casa: una gringa. La gringa tenía el siguiente esquema de confección: se tomaba un bisté de res, se pasaba por la plancha y se picaba en pedazos pequeños. Se tomaba una tortilla de harina de trigo y se ponía encima de ella el bisté picado. Al mismo se le ponía encima otra tortilla y se repetía el procedimiento con otra tortilla y otro bisté picado. De ahí resultaba una especie de emparedado de 3 tortillas con dos bistés. Uno le echaba la salsa que quería y lo acompañé con dos cervezas Modelo Negra. Todo un banquete por el precio total dos dólares.
Otra fue un domingo en un restaurante que no recuerdo su nombre, pero que estaba en Melchor Ocampo, una vía rápida dentro de la ciudad, la cual veía con atención desde la ventana del Hotel del Bosque donde me alojaba, y que hacía esquina con la calle Ejército Nacional, cercano al Bosque de Chapultepec. A ese restaurante me encaminé un domingo y no entendía ni jota del menú, fue mi primera incursión en un centro gastronómico mexicano. Me explicaron las ofertas y me decidí por una sopa de cebolla, deliciosa con sabor exquisito y un queso espectacular derritiéndose adentro, así como una carne de res que no recuerdo ahora exactamente su nombre, pero era algo parecido a
nuestra carne con papas. La persona que no ha tenido contacto con las comidas mexicanas, cuando le traen, como en todas partes en el país, tortillas o nachos y tres o cuatro recipientes con distintas salsas o chiles, no sabe que hacer con ellos. Yo ví uno, que ahora se que es salsa mexicana, con tomate, cilantro y cebolla bien picaditos, lo probé y me picó bastante. Seguí con uno verde, pensando que
picaba menos y no sabía que era el chile serrano y continué con un jalapeño y una salsa roja a base de chile de arbol y chiles habaneros. El humo me salía por las orejas y ni cuatro cervezas bien frías me aliviaron. Después aprendí que lo mejor para "desenchilarse" por decirlo a la usanza mexicana, era tomar leche. Pero después cogí la novedad con mesura y disfruté una deliciosa cena.
PILAR EN EL LAGO DEL BOSQUE DE CHAPULTEPEC.
CARLITOS CON LAS ARDILLAS EN EL BOSQUE DE CHAPULTEPEC.
Una de las cosas que me decepcionó de México, ya lo había visto en otros países pero hasta hace unos años no era frecuente en Cuba, era la gente pidiendo limosna, algunos son necesitados pero creo que muchos de ellos descubrieron que es más fácil estirar la mano que doblar el lomo. Analizando el tema llegué a la conclusión de que es un medio de vida, muchos tienen su lugar fijo y están allí el día entero, a la hora que pases por allí.
La piratería al grado máximo fue otra cosa que detecté. Si vas a comprar un televisor o un equipo electrodoméstico, hazlo en un establecimiento, si lo compras, mucho más barato por supuesto, en puestos ambulantes, como puede ser el barrio de Tepito o Tacuba, muchas veces son falsificados. Un amigo compró un Sony Trinitron bien barato, al poco tiempo de llegar a Cuba se rompió, y cuando lo abrieron, sus circuitos de la marca Sony no tenían nada. En cuanto a programas informáticos, películas y música, en un tiempo en que todavía Internet no tenía banda ancha, eran los reyes de la venta. Hasta libros fotocopiados y encuadernados se vendían. Y en el tema ropa es una especialidad. Un jean pirata probablemente sea de mejor calidad que el original y vale muchísimo menos. Sus etiquetas, remaches y cierres son fabricados por chinos y son una imitación perfecta.
El metro de Ciudad de México, una verdadera maravilla y solución casi mágica del transporte para una ciudad tan extensa y populosa, era muy eficiente y costaba solo un peso con cincuenta centavos, estaban también los ómnibus o guaguas, llamados "camión" que costaban un peso y los famosos "peseros" que eran microbuses de igual precio como su nombre lo indica. Taxis por doquier, multitud de ellos VW escarabajo, fabricado en México y con un solo asiento adelante, el del chofer y otros más cómodos y caros, los Nissan Sentra, también fabricados en México. Claro que había que tener cuidado, pues enseguida se daban cuenta por el acento que uno no era mexicano y si no estabas ducho, te daban vuelta a la mitad de la ciudad para que el taxímetro marcara una mayor tarifa.
Pepe, un amigo y compañero de trabajo de Caracol, nunca me contó (lo supe por las personas que me iban a entregar el efectivo para las compras que realizaría) que una noche salió, tomó unas copas y para regresar abordó un taxi. El taxi lo llevó a un lugar para él desconocido, donde otras dos personas, cómplices del taxista, lo golpearon y le robaron todo lo que traía. En paños menores pudo llegar a una casa y llamar a la policía. Por eso me cuidé muchísimo de no salir de noche y por el día no andar con nada ostentoso, ni reloj, ni cadena, el dinero dentro de los zapatos y sobre todo en las casas de cambio, andar con mucha cautela y ver que nadie me siguiera.
EL BELICOSO BARRIO DE TEPITO.
Sin embargo, en varias ocasiones fui hasta el barrio de Tepito, del cual ya me habían contado y no podía creerlo, Tepito era del tamaño del barrio de La Lisa en La Habana y en cada cuadra había cientos de pequeñas tiendecitas, a precios bien bajos y supongo que todo lo que allí se vendía era robado o de contrabando. Se vendía cualquier cosa que uno pudiera desear, hasta autos. Pero aparte de las pequeñas compras que allí hice (de las que recuerdo un horno eléctrico que le cabía un pollo entero y de marca Singer, que en mi país es símbolo de máquinas de coser y no de hornos, y un video VHS Sanyo, los cuales todavía funcionan a la perfección) y que me costaron la mitad del precio de las mismas en las tiendas, el encuentro con cubanos (los reconocía sobre todo por ser negros) y de muchísimas, multitud de rusas residentes en Cuba, casadas con cubanos y que por el acento y la forma de hablar eran inconfundibles. Hablé con algunas de ellas y era una práctica corriente de ellas el viajar a México tres o cuatro veces al año y regresar con inmensos cargamentos de ropa y efectos
eléctricos, cuya venta en Cuba les pagaba el pasaje y les dejaba una jugosa ganancia. Inclusive algunas me contaron que compraban las cosas por encargo.
Como referí en el artículo sobre Internet en Cuba, en la empresa de tiendas Caracol apenas empezaba a funcionar la Internet y con muchísimas limitaciones, por lo que al conectarme a Internet en el Hotel del Bosque y ver, a pesar de que no era en esos momentos ni sombra de lo que hoy es, me dí cuenta de nuestro atraso y de lo que nos estábamos perdiendo en todos los sentidos.
Fue, a grandes rasgos mi primer acercamiento a México, hice el viaje de regreso sin problemas y pude, de alguna forma, aunque no era el ejemplo más feliz, explicarme el por qué el cubano abandona su patria, a pesar de los atrasos existentes en ese país en muchos sentidos con respecto a Cuba, pero me dio una valoración más objetiva de por qué el Jefe de Capacitación de Caracol, psicólogo de profesión, el que tenía la exclusiva de acceso de Internet en la Empresa, me confesó que iba a México a hacer un doctorado y que se quedaría a vivir en tierras aztecas, como así fue.
Pero no sería mi único encuentro con México. ¡Quién me iba a decir que catorce años después vendría a residir a este país a vivir con carácter permanente! Uno no sabe nunca lo que le depara el destino, y menos si eres cubano.
EL ANGEL DE LA INDEPENDENCIA EN LA AVENIDA REFORMA DE NOCHE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario