Mi ícono mexicano: Janitzio.
"Cuando era un chiquillo, que alegría, jugando a la guerra noche y día..." Así reza la bella y enigmática canción de los italianos Giancarlo Igazzi, Savio Gaetano y Totó Savio con la magistral interpretación de Roberto Carlos, "Un Gato en la Oscuridad", la cual nunca he podido interpretar de qué se trata, lo que quizás se deba a la traducción del italiano al español.
La escuchaba y me recordaba que cuando era un chiquillo había cosas que me daban más alegría que jugar a la guerra, y entre esas cosas destacaba la lectura.
Recuerdo entonces devorar insaciablemente una enciclopedia infantil muy famosa e instructiva "El Tesoro de la Juventud" de más de 20 tomos y que me facilitaba un compañero de estudios, pues era bien cara y fuera del alcance de mi familia, y en ella tuve junto con el poema "El Teocali de Cholula" de José María Heredia (¡Cuánto es bella la tierra que habitaban, los aztecas valientes!), también autor del inolvidable "Niágara" y "El himno del desterrado" y que detentara en México su campo de lucha y de esfuerzos, mi primer y mayor acercamiento a México.
Sin duda me impactaron las imágenes de las grandes pirámides y de los crueles sacrificios, pero más cerca de mí quedó una foto que para mí ha sido una especie de ícono mexicano: unos pescadores en pequeñas lanchas con unas redes parecidas a una mariposa, en un lago y con una isla con una elevada colina al fondo. Años después volvería a ver esa imagen y otras parecidas y de ahí mi fascinación con el lago de Pátzcuaro y la Isla de Janitzio.
En mi primer viaje a México en 1999, una de mis metas era ir a la isla de Janitzio y hacer vívidas esas imágenes que por tantos años había guardado en mi mente. Para un cubano, en viaje de trabajo y sin recursos propios, podía haber tiempo disponible, pero muy poco dinero. Tenía ante mí una disyuntiva, o comprar la ansiada videocasetera o ir a conocer Michoacán. El deseo de mis hijos estuvo y está por encima de todo, así que me quedé con las ganas. El cálculo fue interminable, pero ni apretándome el cinturón podía darme ese gusto.
En casi cuatro años que llevo en México, la situación de inseguridad se ha ido deteriorando aceleradamente, y Michoacán fue uno de los estados más críticos en este aspecto. Eso alargó mi viaje a ese Estado, muy cerca de donde vivo, aunque hice algunos viajes a los lugares limítrofes con Guanajuato, como La Piedad, Zamora, Jiquilpan, Sahuayo y otros, donde por cierto estaban las carreteras plagadas de hombres armados, cuando no eran soldados, eran policías o si no las llamadas autodefensas. Un lugar militarizado, con casamatas, trincheras hechas con sacos de tierra o arena y una sensación de inseguridad en el ambiente.
Pensar que estaba muy cerca de lugares que ansío conocer, como la propia Morelia, el volcán Paricutín, famoso en todas partes y considerado una de las maravillas del mundo por surgir repentinamente en 1943, asombrando a Dionisio Pulido, un campesino que se encontraba trabajando la tierra sobre las cuatro de la tarde en las cercanías del pueblo de igual nombre y que ante los temblores de la tierra y la salida de vapores de la misma y los ruidos y la expulsión de piedras, vio surgir un volcán ante sus ojos. Este volcán alcanzó una altura de más de 365 metros en pocos meses, ubicándose finalmente a una altura de 3170 metros sobre el nivel del mar.
Estuvo activo poco más de 10 años y cambió la geografía de la región, formando grietas en valles cercanos, tuvo varios flujos de lava, sepultando dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro. El primer pueblo fue sepultado completamente y del segundo solo quedó la torre de la iglesia, cosa que por supuesto, el imaginario popular profundamente creyente, ve como un milagro.
El Paricutín estuvo activo hasta 1952, pero en la actualidad existen todavía diez volcanes con actividad en México, entre ellos el de mayor animación es el de Colima y el más alto a su vez es la montaña más alta de México, el Citlaltépetl o Pico de Orizaba, de nada menos que 5610 metros sobre el nivel del mar.
San Juan Parangaricutiro bajo la lava volcánica.
Otro lugar de mi interés ha sido el pueblo de Ixtlán, muy cercano a Zamora, el que cuenta con un géiser que alcanza hasta 30 metros de altura, ubicado en la zona geotérmica de Ixtlán y que alcanza una temperatura promedio en el subsuelo de 246°C y en la superficie de 90 a 100°C. La mitad de los géiseres del mundo están en el parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming, Estados Unidos y otro grupo importante está en Islandia (Geysir) y en El Tatio, Chile, por lo que un géiser aislado como este es una curiosidad, aunque hay varios así en el planeta.
Pero el mayor atractivo se encuentra en el Lago de Pátzcuaro, en la Isla de Janitzio y en los pueblos que circundan al lago.
La belleza de Michoacán.
He leído en revistas turísticas que muchos especialistas dicen que no han visto en ninguna parte del mundo los cuadros sorprendentes de la naturaleza que se contemplan en Michoacán.
Se habla de un recorrido por las campiñas de Italia y Francia llenas se poesía y de hermosura; las huertas de Valencia colmadas de azahares; las vegas floridas de Murcia; los olorosos olivares que circundan Granada; los alrededores de Toledo, y el atractivo de todo el norte de España, bañada esa región por rías innumerables y por el tempestuoso Mar Cantábrico.
No se dejan atrás los Alpes y los Pirineos, tan pródigos en bellezas naturales y en paisajes extraordinarios. Pero muchos coinciden que es sin igual la hermosura y al encanto y a la fascinación de los cuadros que ofrece a la vista la tierra michoacana, donde destacan sus montañas azules, su vegetación y por supuesto sus hermosos lagos. Y por supuesto que también seduce el encanto de las tradiciones y de la historia, de las que Michoacán está lleno.
No hay duda a recordar la perseverancia de la raza tarasca, y del accionar inmortalizado por el recordado Vasco de Quiroga, generoso protector de los indios, caso muy particular como en Cuba el de Fray Bartolomé de las Casas, abnegado hasta el sacrificio, que fue protegiendo a los pobres y humildes con su accionar hasta entonces por ellos desconocido y sentando las bases para su mejoría.
Don Vasco de Quiroga, nombrado en honor del conquistador, es un corredor cultural donde se exhibe el legado histórico y viviente de la obra social que promovió el mismo siendo primer obispo de Michoacán, y donde tuvo una importante labor a favor del pueblo purépecha en la época colonia española de la Conquista de México, desarrolló un modelo urbano y social avanzado, fundó pueblos, hospitales y escuelas de oficios, así como templos y misiones.
Pátzcuaro
Pátzcuaro, en Michoacán, es uno de los denominados "Pueblo Mágico" que sorprende por sus increíbles construcciones prehispánicas y coloniales que miran hacia el gran lago de igual nombre.
A Pátzcuaro Vasco la promovió como capital del estado y sede del obispado y tuvo mucha influencia en el desarrollo de ciudades históricas como la capital, Morelia, con su centro histórico colonial, pueblos pintorescos como Pátzcuaro, Cuitzeo, Tlalpujahua, Santa Clara del Cobre, Angangueo, Tzintzuntzan (cuyo nombre significa "lugar de colibríes" y que fuera una de las capitales purépechas más importantes, de lo que dan fe sus importantes ruinas prehispánicas, Tacámbaro y Jiquilpan, todos declarados Pueblos Mágicos.
Entre las tradiciones del estado Michoacán, la Danza de los Viejitos, originaria de Jarácuaro, localizada en la zona del lago de Pátzcuaro, muy cerca de Janitzio, es sin lugar a dudas una de las más representativas y sus antecedentes se remontan a la época prehispánica cuando existían bailes que formaban parte del ritual en honor al dios viejo o dios del fuego . La isla de Jarácuaro ya no es propiamente una isla, ya que debido a la sequía del lago se encuentra en tierra firme. A 18 kilómetros de Pátzcuaro, Jarácuaro fue el lugar dedicado a la diosa purépecha Xaratanga (diosa de la luna) y su mayor atractivo es una antigua iglesia del siglo XVI, aparte de la famosa Danza de los Viejitos.
En el Pátzcuaro actual se observa la fuerte y dominante influencia de las construcciones coloniales, y en particular, sus calles, su limpieza y hasta la uniformidad de colores de las fachadas.
Janitzio
Por supuesto que Janitzio es exactamente como la había visto en fotos, y como me la imaginaba, pero es emocionante ver personalmente algo con lo que uno ha imaginado por lecturas, admirado y recreado en fotos y videos. Estaba viviendo el sueño y la ilusión y la imaginación se quedó corta ante tanta belleza.
Por supuesto que estaban los pescadores, como imprescindible complemento a la imagen de la isla y el lago. Creo que los pescadores viven más actualmente del turismo que de la pesca. Despliegan sus redes y mueven sus botes y los turistas, que son la mayoría de los pasajeros en la inmensa cantidad de transbordadores existentes, les dan con gusto sus propinas.
Ahí pueden comprar un boleto para abordar una de las tradicionales lanchas, el costo es de 50 pesos por el viaje redondo y el recorrido es de aproximadamente media hora.
En el embarcadero de Pátzcuaro.
Lancha entre Pátzcuaro y Janitzio.
En los interminables mercados que existen en las muchas vías empinadas hacia el monumento a Morelos, en la cima de la isla, se encuentran artesanías de madera, barro, metales y paja, alfarería de alta temperatura y trabajos con fibras vegetales, así como coloridos bordados que representan la historia y el folclor de esta región.
Janitzio significa "Cabello de elote" o "pelos del maíz". En su cima el gobierno de Lázaro Cárdenas erigió un monumento de 40 metros de altura, en memoria al generalísimo José María Morelos y Pavón (nativo de Morelia) y destacado héroe de la independencia. Se puede acceder a la estatua donde hay un mural del pintor Ramón Alva que relata la vida de este hombre, y desde lo alto de su brazo extendido a donde me atreví a subir, el paisaje es impresionante. Es una lástima que no se dediquen recursos al mantenimiento de esta bella obra, sobre todo a sus murales.
La comunidad indígena que habita la isla ha conservado en gran parte la autenticidad de sus costumbres, como la velación de la Noche de Muertos, ceremonia en que los pescadores salen con sus redes de mariposa y lanchas iluminadas con veladoras encendidas. Fuimos dos días antes de este espectáculo, porque asumimos, como realmente es, que si ese día no se hunde la isla, de tanta gente que va allí, es por puro milagro.
Y así fue, en la prensa apareció que fue muy nutrida la presencia de turistas en la isla y que sobre las tres de la madrugada un banco de niebla cubrió la región, lo que provocó que miles de personas tanto en la isla como en los embarcaderos en Pátzcuaro tuvieran que esperar por la interrumpción del servicio de las lanchas.
Arriba el Panteón y abajo vista desde Janitzio.
Janitzio es uno de los lugares turísticos a donde más acuden los viajeros que visitan Pátzcuaro, pero por el hecho de que sea una isla en el Lago de Pátzcuaro algunos piensan que podría ser complicado llegar a la misma, todo lo contrario, es un servicio rápido y eficiente que también emplean sus habitantes.
Janitzio no es la única isla dentro del lago de Pátzcuaro, hay otras ocho, siete de ellas pobladas, y una leyenda cuenta que los reyes purépechas guardaban allí sus tesoros de oro y plata.
Los purépecha habitaban predominantemente en el actual estado de Michoacán por lo que también fueron conocidos como los michoacas o michoacanos en su lengua náhuatl, como habitantes de Michoacán ("lugar de pescadores"), y también vivieron en los estados de Guanajuato y Guerrero. Muchos purépechas participaron en la colonización y poblamiento del norte de la Nueva España, y de las regiones inhabitadas del Bajío, debido a que buena parte de él pertenecía a los dominios purépecha. Tanto Purépechas como Tarascos identifican a la misma cultura michoacana aunque el nombre auténtico de la cultura prehispánica es Purépechas.
En Janitzio se celebra como en ningún otro sitio de México la más antigua de las tradiciones religiosas, el Día de Todos los Santos (1º de noviembre) y el Día de los Muertos (2 de noviembre).
Según la tradición, en esos días el dios de la muerte permite que los muertos vuelvan a la vida para ver a sus familias. La gente decora las tumbas con flores amarillas (Cempasúchil o flor de muerto), incensarios, agua y sal, se cocina "pan de muerto" y se pasa la noche en el cementerio. Esta celebración es tan importante que merece un análisis aparte.
Cada 30 de septiembre se festeja la “fiesta grande” en la isla de Janitzio, en celebración a San Jerónimo (el pescador), patrón de la isla, a la vez que se homenajea el aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón.
Durante la guerra de independencia, después de la muerte de Hidalgo y de Morelos, la isla funcionó como fuerte insurgente. Los realistas arribaron a las orillas del lago a mediados de septiembre de 1816 para someter al fuerte de Janitzio. Fue grande su sorpresa al encontrar abandonadas y desmanteladas las fortificaciones y desierta la isla, ya que los defensores habían huido a la isla de Jarácuaro.
El ilustre Silvestre Revueltas compuso una sinfonía de nombre Janitzio en homenaje a la isla en 1933. En 1934 y en 1949 fueron filmadas respectivamente “Janitzio” y “Maclovia” películas que se encuentran dentro de las mejores de la filmografía mexicana y que fueron rodadas y ambientadas en la isla. En 1947 Diego Rivera pintó el lienzo “La Ofrenda en Janitzio”. Recuerdo haber visto Maclovia en Cuba, obra dirigida por Emilio Fernández (el indio) y protagonizada por María Félix y Pedro Armendáriz.
En la base del monumento a Morelos, un grupo de niños baila "la danza de los viejitos". Sus orígenes se remontan a la época prehispánica y se le relaciona con las danzas que eran parte del ritual en honor de Huehuetéotl, el llamado “Dios del Fuego” o “Dios Viejo”. Es tradicional del estado de Michoacán, específicamente del pueblo de Jarácuaro, pero es una tradición que ha trascendido las fronteras.
En fin, Janitzio es un hermoso lugar suspendido en el tiempo, algo que vale la pena visitar por lo menos una vez en tu vida. Es por eso que Pátzcuaro es un "pueblo mágico", porque los indios Purépechas decían que aquí estaba la puerta del cielo, por donde subían y bajaban los dioses.
Los Santuarios de la Monarca.
Si hablamos de Michoacán, se impone hablar de la mariposa Monarca.
Se cree que las mariposas monarcas migran a México porque allí encuentran las condiciones adecuadas para pasar el invierno en los bosques templados de las montañas centrales, utilizando varias rutas migratorias, es por eso que esta es otra curiosidad única que nos ofrece también Michoacán.
La Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca está localizada en la parte este del estado de Michoacán y parte del oeste del Estado de México en la zona central y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008. Esta reserva fue creada para proteger el entorno natural y hábitat de la mariposa monarca de las cuales algunas zonas están abiertas al público, las cuales son: Sierra Chincua y El Rosario en Michoacán.
Estos Santuarios de la Monarca, considerados entre las cuatro bellezas naturales reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en suelo mexicano, estan abiertos al público de noviembre a marzo del siguiente año. De gran belleza y colorido, las mariposas monarca son de vital importancia en el ciclo de la vida como agente polinizador y factor de equilibrio ecológico en los bosques que habitan.
Se distinguen de sus congéneres por su longevidad; mientras otras mariposas viven tiene un ciclo vital de 24 días, las Monarca puede vivir hasta 9 meses.Durante su viaje y estancia en México se cortejan y reproducen los ejemplares adultos y nace la generación que volará en marzo hacia el EEUU y Canadá; ninguna de ellas regresará a México, pues su ciclo de vida dura sólo algunas semanas. Curiosamente he encontrado una de ellas en donde vivo, Irapuato, todavía viva pero ya aparentemente cerca de la muerte.
Michoacán, "el alma de México".
Michoacán, dice la propaganda turística, es "El alma de México". Veamos si es así.
Jalisco se jacta de tener las cosas más típicas de México: la charrería, el mariachi, el jarabe Tapatío y el tequila. El baile del "Jarabe Tapatío", típico de Jalisco, y nacional por excelencia, es alegre y galante al lucir el cortejo del hombre hacia la mujer, quien primero lo rechaza pero al final del ritual dancístico lo acepta y sella con un beso una relación romántica.
Por otra parte se ha tratado de demostrar que fue la isla de Mexcaltitán, ubicada en el municipio de Santiago Ixcuintla, en Nayarit, el antiguo Aztlán, de donde partieron los aztecas. La leyenda, soportada en varios documentos y códices prehispánicos, señala que aproximadamente en el año 1091, habitantes de Aztlán salieron guiados por su dios Huitzilopochtli ("Colibrí del Sur" asociado también con el Sol) y emprendieron la travesía, y que dicho viaje debía finalizar cuando encontraran la señal que les indicara que era ese el lugar donde debían asentar sus vidas. Y la señal sería un águila sobre un nopal, devorando una serpiente.
Otra de las teorías mas conocidas de la mexicanidad son las referidas a Cuauhtémoc, y el retorno de Quetzalcóatl, inspiradas en la concepción prehispánica del tiempo. Quetzalcóatl era no sólo una deidad sino también un personaje histórico que nació en el pueblo de Amatlán, Morelos, en el año 843 (hemos visto que este pueblo es uno de los santuarios más importantes para los mexicanistas), y que simbolizaba el conocimiento, el poder político y religioso, y que pudieron haber existido diversos personajes históricos que lo llevaron.
Pero algo tiene Michoacán y es que el camino lo empapa a uno de historia. Aquí nacieron José María Morelos Agustín de Iturbide, el presidente Lázaro Cárdenas, el hombre que en 1938 nacionalizó el petróleo, se negó a reconocer a la España de Franco y le dio refugio a León Trotsky. Y no olvidemos a Melchor Ocampo, gobernadorque inspiró las reformas liberales del presidente Benito Juárez. Y la riqueza de la toda la era anterior a la conquista.
Por sus paisajes, su artesanía y su gente, por Pátzcuaro, por sus leyendas, por su herencia y su cultura, por su historia miles de razones más, si Michoacán no es el alma de México, se acerca bastante.
Algunas bebidas y comidas.
Las películas de charros y caballos en los años 40 dieron al tequila la fama de ser la bebida nacional de México. Sin embargo, en el país se producen y consumen distintos licores que enorgullecen a los pobladores y dan identidad a las regiones, y en Oaxaca es el mezcal. Al igual que el tequila, el mezcal proviene de una variedad de agave y su proceso es totalmente artesanal. El mezcal y el chocolate son también símbolos de mexicaneidad.
Pero en Michoacán se produce la Charanda, que es un fino aguardiente de caña de azúcar parecido al ron, pero más suave, que se acostumbra mezclar con jugos, refrescos y otros licores. Es considerada la bebida típica del estado de Michoacán y hasta la fecha su elaboración continua siendo artesanal, destinada al consumo local.
La gastronomía de Michoacán es muy variada y rica. Sería interminable relacionarla y además habría que conocer todo el territorio pues hay cosas muy locales, pero son famosas, en primer lugar los charales y los pescados blancos del lago de Pátzcuaro, las corundas michoacanas, las enchiladas morelianas, los uchepos, las nueces en escabeche, el licor de membrillo, la deliciosa sopa purépecha, la crema fría de aguacate, la sopa tarasca, la sopa prehispánica o los tamales de harina acompañados de atole negro y tortillas de maíz negro, sin olvidar las riquísimas carnitas estilo Michoacán, hechas en ollas de cobre, y de postre los famosos chongos zamoranos o los ates morelianos hechos de diversas frutas.
El otro Michoacán.
Pero desgraciadamente hay otro Michoacán, que es como la otra cara de la luna.
Los caminos de Michoacán, famosos por una canción popular donde un enamorado busca a su novia viajando a través de diferentes poblados michoacanos, se han convertido en uno de los lugares más afectados por la violencia del narcotráfico y los gobiernos asociados a ellos.
Ante la pérdida de legitimidad del gobierno en todas sus instancias, los ciudadanos crearon grupos llamados "autodefensas", los cuales fueron vistos como alternativas políticas al estado mexicano.
El estado mexicano es una institución en crisis en tanto no cumple con los elementos para constituirse como el órgano del que emane un orden estable, llegando hasta a crearse una especie de pacto entre autoridades y delincuentes, por lo que las las autodefensas aparecen como un elemento que pone en duda dicho monopolio de poder y por lo tanto, obliga al Estado a actuar en su contra.
La intervención del gobierno federal con un delegado que no resolvió nada, salvo eliminar a las autodefensas, no cumplió con el objetivo de eliminar lo que dio origen a la situación de hartazgo contra la inseguridad y la solución de los problemas sociales del territorio. En un territorio donde desde el gobernador, los alcaldes y la policía eran tan delincuentes o más que el crimen organizado, solamente se puede esperar que estalle un movimiento que ponga en peligro la estabilidad del llamado orden que permite la desigualdad extrema, la exclusión y la violencia.
Michoacán se constituyó, por su extenso litoral y sus intrincadas montañas, en terreno fértil para el desarrollo de cárteles de la droga y su tráfico. Según la Procuraduría General de la República, en Michoacán actúan las bandas de los Caballeros Templarios, la Familia, Guerreros Unidos, los Viagras y los cárteles Jalisco Nueva Generación, del Golfo y de Sinaloa, cuya presencia pone en jaque a las autoridades y hacen que imperen tiroteos, secuestros, asesinatos y extorsiones. La policía no detenía a los criminales porque estaba muy ocupada cometiendo crímenes.
Las autodefensas, única opción con que contaban los vecinos de los pueblos y asentamientos, fueron desarticuladas y muchos de sus dirigentes, como el caso del Dr. Meireles, que son hombres de honor, fueron encarcelados como vulgares delincuentes.
Al final el tal compadre del Presidente, ante su fracaso, fue ubicado como presidente del Instituo de Deportes y en él se dedicó fundamentalmente a llevar a su novia y amigos a disfrutar de las olimpiadas de Río y ser objreto de crítica por la raquítica cosecha de medallas, que dicen las Federaciones deportivas y los propios deportistas, se deben a su incapacidad. Destruyó a Michoacán y al deporte mexicano, pero no importa, es socio, cúmbila, colega, compadre, menda, correligionario, compinche, paisano, uña y carne, camarada, brother, aliado, carnal, amigo incondicional y seguidor del Presidente del país. Lo demas no importa.
Quizás se haya logrado algún grado de seguridad en Michoacán con la gigantesca intervención de las Fuerzas Armadas, pero Michoacán sigue siendo un estado pobre. Chiapas tiene la mayor parte de su población en pobreza; el Estado de México concentra el 17% de personas con carencias en todo el país; en Chihuahua fue donde más creció la pobreza extrema y en Jalisco y Nuevo León fue donde se redujo más.
Y Michoacán sigue siendo el quinto estado mas pobre, donde el 59,2% están en situación de pobreza, unos 2,7 millones de personas, de las cuales están en pobreza extrema 642 mil.
Esta inseguridad, presente desde hace cuatro años que llegué a México hizo que mi visita tan ansiada a Janitzio se dilatara. No obstante decidí jugármela, y de verdad que lo merecía. Pero los problemas de Michoacán, la pobreza, la falta de empleos y la miseria siguen en estado latente, hasta un nuevo brote.
Desde lo más alto en el monumento a Morelos en Janitzio.
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