lunes, 16 de febrero de 2015

EL REGRESO DE LOS RUSOS


             CAZASUBMARINOS DE LA ARMADA RUSA ALMIRANTE CHABANENKO.

EL REGRESO DE LOS RUSOS

Eran toscos, olían mal, se vestían casi todos iguales, con camisas blancas de manga larga, envolvían las cosas en hojas de periódicos. Si andaban con maletines éstos estaban llenos de comida o botellas de vodka. Y como los cubanos son dados a las burlas y a poner nombretes, a los rusos les pusieron "bolos", pero se entendía que se trataba de un "desprecio cariñoso" por la estampa pueblerina, tosca y cursi de ellos. Todavía así se les conoce en Cuba. No creo que se les apodara "bolos" por su acepción de hombre ignorante o de escasa habilidad, porque no son ni una cosa ni la otra, sino por similitud con su significado de trozo de madera sin labrar, largo y grueso, preparado para ser aserrado, algo grosero, sin pulimento ni acabado, tosco.

Por supuesto que si usted decía la palabra ruso se buscaba un problema, no se podía decir, había que identificarlo como soviético, tanto a las personas como a los productos. El país era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y no Rusia, aunque ese país representara un gran por ciento de su territorio y el idioma en casi todas la extensión del territorio fuera el ruso y Rusia fuera el país milenario.

Los líderes soviéticos fueron implacables al organizar los recursos materiales y humanos para lograr la modernización. Una férrea disciplina y austeridad económica que se requería sólo podían imponerse mediante una dictadura que pudiera controlar todas las actividades de los ciudadanos y suprimir cualquier disidencia. Este sistema de control total llamado estalinismo continuó treinta años
después de la muerte de Stalin.
                                            EMBAJADA RUSA EN LA HABANA.

La Unión Soviética, regida por la imposición y no por la democracia, seguía siendo era una sociedad administrada de forma autoritaria por una burocracia administrativa que estaba más lejos del pueblo de lo que lo están todas las grandes burocracias del mundo. La vida cultural del país estaba bajo el control del partido único. Mientras que se afirmaba que se había alcanzado el socialismo y que la
construcción del comunismo estaba cercana.

La Unión Soviética era entonces la segunda potencia industrial mundial, con un arsenal bélico y equipamiento industrial respaldados por importantes avances científicos y por un alto nivel general de educación técnica, pero el nivel de vida seguía siendo muy bajo comparado con el de los países occidentales. Pero era evidente que el comunismo soviético estaba en crisis, y con él todos los países satélites.

El gobierno cubano tomó a la Unión Soviética como un paradigma y con la proverbial ensoñación y utopía que ha regido nuestras vidas durante más de medio siglo, se afirmó por Fidel Castro:
“Tengo la seguridad de que en el curso de breves años elevaremos el estándar de vida del cubano por encima del de Estados Unidos y del de Rusia”. Sin comentarios.

Pero la política de Perestroika, como renovación o reforma del sistema, pero más la de Glassnost, con su transparencia de la información, hicieron posible que la lucha política llevara al colapso al Partido Comunista y a la disolución de la Unión Soviética. Ahí renació la vieja Rusia, de la Unión Soviética sólo queda el himno nacional, pienso que uno de los más bellos del mundo, propio de un país que ha
dado al mundo grandes compositores, y la añoranza de algunos viejos guerrilleros de la Segunda Guerra Mundial, que quizá son los únicos que votan en las elecciones por el otrora todopoderoso Partido Comunista, conocido en Cuba como PCUS, sigla altamente repetitiva junto con URSS y PCC. Nótese que de 19 millones de miembros (el 20 por ciento de la población adulta), el Partido Comunista cuenta ahora con 165 mil y en todas las elecciones realizadas desde 1993 a la fecha solo han apoyado esta opción entre el 10 y el 15 por ciento de los votantes.

Como la sociedad cubana era una copia al papel carbón de la Unión Soviética, con sus características caribeñas, con la extinción de su protector,  Cuba quedó en un limbo económico y social. Los grandes subsidios desaparecieron de la noche a la mañana y le dijimos adiós a los rusos, entonces soviéticos.

                                                UNA LARGA LUNA DE MIEL.

Presencia rusa en Cuba.

Hay quien dice que treinta años de presencia rusa en Cuba no dejaron mucho, aparte de unos cuantos edificios horribles, del cual su máxima expresión es la embajada rusa y la ciudad-dormitorio de Alamar, fabricada al estilo soviético. El modo de ser y la cultura eslavos son demasiado fríos y serios hasta cuando se ponen sentimentales, y no tienen nada que ver con nuestra cultura trópical, con lo cual sí tienen que ver los americanos, por muy americanos que sean.

Pero la verdad es más de treinta años con los bolos en todas las esferas de nuestra vida,  siendo parte de nuestra vida cotidiana, tenían que dejarnos alguna huella, lo que es indiscutible. Y de ello quiero hablar.

Presencia político-militar-económico-cultural.

Como parte de la guerra fría y la competencia por el dominio del mundo, La Unión Soviética apoyó al gobierno revolucionario en todos los campos. La supervivencia de la Revolución habría sido imposible sin el suministro de la técnica militar desechada como obsoleta por el Ejército Rojo. Y por supuesto con la provisión de todo tipo de abastecimientos que iban desde el petróleo hasta la carne rusa.En su totalidad 42.000 soldados rusos habían llegado a la isla en 1962. También se calcula que unos 30.000 asesores militares, técnicos y civiles rusos colaboraron con el gobierno cubano para llevar a cabo el modelo de socialismo de Estado.

Se calcula que entre 100 y 300 mil cubanos recibieron becas universitarias y cursos de capacitación profesional en la URSS entre las décadas de 1960 y 1990. A finales de la década del 60 había una notable colonia rusa en Cuba. Los proyectos conjuntos requirieron y posibilitaron el traslado por
tiempo más o menos prolongado hasta nuestro país de ingenieros petrolíferos, geólogos, mineros, especialistas textiles, ferroviarios, en explotación portuaria, museología y prácticamente todas las ramas de la ciencia y la técnica  que era de interés desarrollar en Cuba. Y por supuesto el número mayor era el de los asesores militares. Todos venían con sus familias y se instalaban rápidamente, sobre todo en barrios y edificios segregados, como fueron las propias casas del Reparto Alamar antes que éste se convirtiera en un asentamiento populoso, en repartos tales como Sierra Maestra en Santiago de las Vegas, otro en la Autopista Novia del Mediodía y muchos otros a lo largo del país.
                               BASE DE ESPIONAJE ELECTRONICO LOURDES.

En los años 70 y 80, el petróleo y el trigo que llegaban por barco pero como si fuera por tuberías permitió, a cambio, la instalación en suelo cubano de bases militares rusas, como el centro radioelectrónico de Lourdes, dedicado al espionaje electrónico. Leonid Brezhnev, invirtió cuantiosos recursos para el desarrollo del país y propulsó la implantación de un nuevo modelo ideológico,
económico y administrativo soviético con rigor. Ello determinó que en 1973, Cuba se integrara al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) y al sistema internacional socialista de la división del trabajo entre los países miembros. A Cuba le correspondió básicamente el abastecimiento de azúcar y níquel, cítricos y otros productos a cambio del petróleo y mercancías industriales, alimentos, tecnologías y medios de transporte procedentes de la URSS y de los países del Este. A partir de la celebración del Primer Congreso del PCC (1975), comenzó a aplicarse el sistema de los Planes Quinquenales de la Economía, de cuyo cuento ya hablamos.

Durante este período cubano-soviético todas las disciplinas, todas las estructuras de conocimiento, fueran asimiladas y examinadas a través de un prisma soviético. El uso de este prisma, con luz a 9550 kilómetros de distancia, dieron a luz, entre otros, a determinados fenómenos que se impusieron con gran fuerza: el secretismo endémico de los funcionarios cubanos y  la política de verticalidad. Ellas son de las peores huellas que ha dejado la presencia soviética en la Isla.

Por supuesto que en el Partido Unico vino la copia mecánica de los modelos económicos y partidistas soviéticos como si ellos pudieron funcionar en medio del clima característico de improvisación constante del trópico y el carácter latino-caribeño nuestro. Pero siempre hubo quien asimiló, y ello le permitió escalar posiciones, la férrea disciplina europea y planificada de los robots komsomoles que tanta desgracia ha traido al pueblo cubano.

En Cuba ganar medallas en una competencia deportiva internacional es una política de Estado y demostración de la superioridad del sistema político, como lo era en la Unión Soviética. Desde inicios de la Revolución, Cuba también copió el sistema soviético de cultura física, y lemas como "el deporte es derecho del pueblo" y su masificación se hicieron realidad. La Unión Soviética había descubierto el valor del deporte como herramienta política y Cuba trazó las políticas que luego le permitieron imitarla una vez más.
                                                           CARNE RUSA.

Añoranzas.

Muchos cubanos hemos suspirando de añoranza por algunas de esas cosas "made in URSS" que tanto criticábamos antes de 1989, sobre todo la carne rusa enlatada, las traducciones de las editoriales Raduga, MIR y Progreso, aunque nos riéramos del español arcaico de las traducciones. La Nebulosa de Andrómeda de Ivan Efrémov; Qué difícil es ser Dios y Cataclismo en Iris de los hermanos Strugastsky entre otras muchas, nos enseñaron que la buena ciencia-ficción también podía escribirse sin extraterrestres agresivos ni guerras estelares.

Y cuando llegaba la codiciada revista Sputnik, sucesora de Selecciones del Reader´s Digest,  desaparecía rápidamente de los estanquillos, antes de la aparición de Gorbachov, en su mandato ni llegaban al estanquillo, hasta que fueron inesperadamente prohibidas por subversivas. Otras revistas soviéticas eran destinadas a forrar libros y libretas, sólo para eso servían.

La gastronomía de Rusia también se hizo presente en el restaurante Moscú de La Habana, asi como también fue común el consumo de vodka, el excelente Stolichnaya sobre todo y el magnífico coñac Ararat, sin desdorar los magníficos vinos húngaros (Egri Bikaver de Ege, Sangre de Toro, el vino más famoso de ese país), búlgaros, alemanes y checos. Y no olvidar la suprema cerveza Pilsen (Pilsner Urquell) checa.  Sin olvidarnos de la mezcla de vino rojo albanés con aguardiente de caña que se hizo tan famosa que bebedores y cantineros de La Habana comenzaron a llamarla Pancho el Bravo. Desgraciadamente no recuerdo los nombres, salvo Sangre de Toro, de los vinos que usualmente tomaba y que en realidad eran baratos, sólo seis pesos,  entre ellos un Cabernet-Sauvignon ruso y un Chardonnay búlgaro, asi como el fuerte Syrah eslovaco.

Hay que recordar que el vino es el amigo del sabio y el enemigo del borracho.
      TODOS USAMOS EN ALGUN MOMENTO EL BALSAMO DE SHOSTAKOVSKY.

En la Cuba de esos años el último grito de la técnica eran el tocadiscos Radiotécnica y el radio Selena, la lavadora Aurika y el televisor Krim 218, los radios Selena y VEF, el aire acondicionado BK, el refrigerador Minsk, y otros tantos artefactos soviéticos, la cultura rusa fue una influencia que muchos no aceptaban, pero que inevitablemente era sólida y constante en muchas esferas de la vida. Eran todo un un símbolo de fealdad, de resistencia extrema y falta de calidad y que forjó la actitud de los cubanos hacia todo lo soviético. Pero "Hecho en la URSS" era un símbolo de fortaleza, durabilidad, aunque también de poca estética y obsolescencia tecnológica.

Los Moskvichs, Volgas, Nivas y Ladas no eran, ni son un símbolo de adelanto tecnológico en cuanto a transporte automotor se refiere, pero para el que los poseía, era un privilegio. La vida demostró que los viejos carros americanos, sin piezas de repuerto y carrocerías chapisteadas hasta la saciedad, eran fuertes y casi inmortales. Las motos Ural, auténticos camiones con sidecar copiadas de las BMW
tomadas de trofeo a los nazis en la Segunda Guerra Mundial constituyen una curiosidad para muchos extranjeros  y las populares Corcoveo (Vosjod - 2M), eran las motos más populares.  Por supuesto que la aviación civil, los ferrocarriles, los buques, la maquinaria agrícola y el transporte público eran casi en su totalidad rusos o de países del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).

                                                 17 INSTANTES DE UNA PRIMAVERA.

El cine y la televisión eran terreno fértil para las producciones del campo socialista. Los miles de filmes soviéticos proyectados en la isla durante treinta años eran asexuales. Nunca se vio un apasionado beso y mucho menos un insinuante desnudo femenino. Los personajes acostados en cama eran sólo enfermos de gravedad o heridos de guerra. Ruso, en la isla, se asociaba con guerra, heroicidad, sacrificio, camaradería, disciplina, aburrimiento, pero nunca con erotismo. Pero no por eso hay que dejar de reconocer que no era una sucesión interminable de bodrios políticos, había, entre ellas, verdaderas obras de arte y películas y series televisivas que uno no se cansaba de ver, como 17 Instantes de una Primavera, la saga El Escudo y la Espada y Liberación, muchas otras películas y series entretenidas y bien facturadas, como Vals para un Millón, Moscú no cree en lágrimas, El Capitan Zeman y La Dependienta, entre muchas otras. Claro que ese talento estaba en función, irrenunciablemente de llevar un mensaje político en su obra.

De los muñequitos rusos mejor ni hablar. Dobrinia Nikitich, Chebrashka y el cocodrilo Guena y del lobo y la liebre de ¡Deja que te coja! constituían lo más ajeno a la peculiaridad del carácter cubano, y los niños los rechazaban, preferían ver los ya vistos hasta la saciedad de Walt Disney, y otros caricaturistas norteamericanos.

                                                    MUÑEQUITOS RUSOS.

Y muchísimo más allá del rechazo que se le hacía al idioma ruso con carácter de enseñanza obligatoria desde la secundaria hasta la

Universidad, toda la cultura rusa era subyacente en nuestra vida aún sin quererlo. Y pensar que hasta por Radio enseñaban el idioma ruso.

Las rusas.

En México en 1999 en mis andanzas por la ciudad, pude conocer el espíritu de lucha de la mujer rusa, ampliado porque ya no sólo eran rusas: eran rusa-cubanas y luchaban, a partir de sus posiblidades por sacar adelante a su familia.

Muchos de los hombres que estudiaron en la Unión Soviética volvieron a la isla casados con mujeres rusas. Miles de matrimonios y de ciudadanos nombrados Mijaíl, Igor, Serguéi, Raisa, Liudmila o Tatiana es solo una muestra de ello.Cuando arribaban a Cuba las mujeres rusas, con su chispa comercial descubrieron que en las calles de La Habana y otras ciudades de la isla, como en la calle Arbat moscovita, también había un activo comercio  de todos aquellos bienes considerados de algún modo suntuarios, o que las libretas de abastecimiento y de productos industriales no garantizaban a los cubanos, para lo que aprovecharon su experiencia, su privilegiada situación de abastecimiento y su impunidad para convertirse en verdaderas negociantes. Muchas madres de familia mataron el apetito de sus hijos con smetana, carne rusa, queso de cabra kazajo, pepinillos en salmuera, caviar y otras exquisiteces que la embajada soviética importaba para paliar la nostalgia dietética de sus súbditos, pero éstos preferirían cambiarlo por efectivo, ya que el vodka cedió el lugar de honor en sus preferencias al ron cubano.Pero aún subsiste en la Embajada Rusa una tienda, con mucha aceptación que todavía importa esos productos.
                        CATEDRAL ORTODOXA RUSA NUESTRA SEÑORA DE KAZAN.

Hoy se calcula que viven en la isla unos 6.000 ex soviéticos contando a sus descendientes, a los que se les llama "agua tibia" o "polovinka", como se conocía popularmente en Cuba a los hijos de matrimonios mixtos, en su mayoría entre rusas y cubanos. Todos conocemos a los descendientes de rusos: interculturales, interraciales, rubios de ojos azules que bailan casino y guaguancó, toman ron,
hacen chistes de Pepito y llevan la vida de un cubano normal, pero por dentro son una conjunción multicultural entre  la lengua de Cervantes (aunque esté maltratada en la Cuba actual) y el idioma de Tolstoi, entre el guaguancó y Tchaikosvski.Tenemos que recordar también que hay personas de diferentes repúblicas viviendo en Cuba, también sus hijos y sus nietos, de matrimonios mixtos. Si bien no existe una Cuba Rusa real, sí hay una Cuba compuesta por muchos que tienen madres que provienen de las repúblicas que formaban parte de la desaparecida URSS.

Es una presencia que ha obligado hasta incursionar en la religión. En la Avenida del Puerto, se construyó una catedral ortodoxa, religión con escasos seguidores en el país, pero necesidad de la comunidad rusa. Fue inaugurada en octubre de 2008 por el Patriarca de Moscú.
           MI AUTO LADA COMBI CONOCIDO COMO "LA BARTAVIA" POR LO MALO                                              QUE ERA, FRENTE A MI CASA.
Los otros rusos.

Los rusos han vuelto a ser presencia habitual en calles y playas cubanas. Esta vez regresan como turistas, atraídos por los encantos de una isla que cautiva a muchos en el mundo.El turismo ruso a Cuba ha aumentado a un ritmo vertiginoso en los últimos años."Es un turismo de nostalgia. Los ex-soviéticos le tienen mucho cariño a Cuba", leí en una publicación rusa.Cuba se convirtió en un tema
de moda, en una especie de souvenir histórico, o parque jurásico del socialismo.

Pero aquellos rusos nada tienen que ver con éstos de ahora. Caminan con paso lento y miran con detenimiento las edificaciones de la parte vieja de La Habana. Visten a la moda y casi todos son rubios, con ojos azules o verdes. Los hombres andan con relojes Rolex y las rusas, anteriormente con pelos en las piernas, ahora usan prendas francesas y perfumes de los más caros.

Con la oleada de turistas rusos, el amplio y surtido mercado informal compuesto por jineteras, guías particulares, músicos, vendedores ilegales de tabaco y ron, choferes y casas de renta a extranjeros, han comenzado a desempolvar viejos manuales de idioma ruso, para poder establecer diálogos básicos. Lo que en un tiempo fue idioma casi popular, a pesar de lo difícil para el hispanoparlante de aprenderlo, y aunque no es difícil encontrar cubanos que hablen ruso, más de dos décadas de distanciamiento hicieron lo suyo, y solo ahora los vocablos rusos vuelven a escucharse tímidamente.

  CON UN TURISTA RUSO QUE CONOCI EN VARADERO. ERA DE SIBERIA Y  SE            LAS DABA DE COMUNISTA. SU TIO ERA UN CORONEL AHORA NUEVO RICO.

De 100 mil visitantes, se esperan 200 mil en el 2016. Pero la nueva invasión rusa va más allá del turismo.

Por las calles habaneras circulan ómnibus articulados de gran capacidad de pasajeros de la marca rusa Maz en la empresa Metrobus,  y que han logrado aliviar un poco la crítica situación del transporte en la capital. Además se estudia la posibilidad de establecer empresas mixtas con Rusia en los sectores de la petroquímica, biotecnología y telecomunicaciones. Y se condonó la deuda por parte de Rusia.

Y aun en Miami,  cubanos emigrados a Estados Unidos  aún compran en tiendas de esa segunda ciudad de los cubanos latas de carne de cerdo y de res de Rusia, debido a su nostalgia y pese a las críticas de otros compatriotas exiliados. Muestra de la inquebrantable amistad entre los pueblos ruso y cubano...
                                                      TURISTAS RUSOS EN CUBA.

Конец

domingo, 15 de febrero de 2015

OTROS PERSONAJES CUBANOS.


OTROS PERSONAJES CUBANOS.

MALANGA

Muchos coinciden en afirmar que Malanga fue el más brillante de los bailadores de rumba hasta ahora conocidos. Nadie lo llamaba por su nombre, José Rosario Oviedo, sino por el apodo de “Malanga”. Había nacido el 5 de octubre de 1885 en el Ingenio “La Esperanza”, del municipio de Alacranes, su madre la esclava Funciana Oviedo era propiedad de los herederos de Esteban Santa Cruz de Oviedo, fue bautizado como hijo de padre desconocido y apadrinado por su abuelo materno el esclavo de nación conga José Quintero y la morena Saturtina Oviedo, madrina católica que se desempeñaría como su madre de crianza.

En Cuba la Columbia, variante de la rumba,  tuvo su génesis en los suburbios de los pueblos de Matanzas, sobre todo en los caseríos alrededor de los ingenios azucareros. No se puede precisar el lugar exacto donde nació, aunque es probable que haya sido en las llanuras de Colón, por lo que algunos musicólogos afirman que de ahí proviene su nombre. Cuando comienza la Columbia se canta algo parecido a un lamento, o “llorao” al estilo de los cantaores del flamenco andaluz. Esto nos hace pensar que esta rumba tiene su origen en el sur de España, dominada por los moros durante más de seis siglos, y que dejó profunda huella en la cultura hispana. Luego se mezcló con un ritmo africano y dio lugar a este tipo de baile.

La rumba Columbia se baila por hombres solos que danzan frente a los tambores demostrando su pericia. Esta variante de la rumba no es propia para que la bailen las mujeres, aunque ha pasado a la historia una famosa bailadora de Columbia llamada Andrea Baró, mencionada en algunas improvisaciones de rumba, en particular en canciones de Abelardo Barroso, como es el caso en "La Reina del Guaguancó", de Alfredo Boloña, donde dice: "Los timberos están llorando la muerte de Adrea Baró..."


Malanga era un bailador muy respetado y querido en Unión de Reyes, siendo uno de los que introdujo la rumba en la parte central de la Isla. En La Habana dejó bien sentada su fama de bailador entre los rumberos de los barrios de Jesús María y Los Sitios. Según testimonios de los que tuvieron la suerte de ver bailar a Malanga, los pasillos y peripecias que realizaba eran sorprendentes. Creó un estilo que sobrepasó al repertorio de otros bailadores. Fue el primero que bailó con cuchillos afilados en las manos, realizando difíciles filigranas sin dejar de bailar. También se subía sobre una mesa con un vaso de agua en la cabeza haciendo todo tipo de evoluciones y no se derramaba ni una sola gota. Otra de sus ocurrencias era bailar con la punta de los pies, tal como lo hacen los bailarines de ballet.

Un amigo de Malanga conocido por  “Chencho”, cuenta que en  1927 lo acompañó a una fiesta en Ceballos, actual provincia de Ciego de Avila, en cuyo lugar se daba una gran fiesta religiosa típica de las religiones yorubas para los santos y Malanga se destacó en una competencia de rumba con los  bailadores reconocidos de la zona y éstos al verse aventajados por el matancero le lanzaron un maleficio.
                                                        RUMBEROS.

En el banquete le sirvieron arroz con quimbombó y carne de puerco y según se asume, en esa comida se ocultó el vidrio molido con que mataron a Malanga pues este se fue de la fiesta doblándose de los dolores en el vientre.

El final es un misterio, los resultados de la búsqueda de su acta de defunción en los registros civiles de la región no han ofrecido información. En esos tiempos la violencia, los homicidios, las agresiones físicas y la criminalidad social eran alarmantes ya que las estadísticas muestran una de las mayores tasas de homicidios de la historia.

Su desaparición física fue recogida en una rumba de la variante Columbia que se ha convertido en un verdadero clásico del género. Es la que dice así:

Siento una voz que me dice,
Siento una voz que me dice:
Malanga murió.
Unión de Reyes llora,
porque Malanga murió
Unión de Reyes llora
a su timbero mayor
Que vino regando flores,
desde Matanzas a Morón.

La popular rumba la compuso uno de los tamboreros de Malanga llamado José Drake y otro bailador de Cárdenas de nombre Félix Chapé. Fue compuesta cuatro años después de la muerte de Malanga, durante un velorio simbólico  y homenaje póstumo al más popular de todos los rumberos. Su muerte ocurrió en el apogeo de su gloria. Su extraña muerte, y la popularidad de la rumba creada en su memoria, hicieron que su fama como rumbero excepcional perdure hasta nuestros días.

La rumba en cuestión fue popularizada por Chano Pozo, Arsenio Rodríguez, Carlos Embale y Miguelito Valdés, entre otros.


BIGOTE E´GATO.

Manuel Pérez Rodríguez, popularmente conocido por Bigote e'Gato, era un asturiano que poseía un bar, pero que llamaba la atención por su aspecto estrafalario y por los largos bigotes que tenía, los cuales se complacía en retorcer en sus extremos con la punta de sus dedos hasta mantenerlos volteados hacia arriba, como si fueran manubrios de bicicleta.

Amigo del Caballero de Paris y de otros personajes como la Marquesa, Juan Charrasqueao, el Andarín Carvajal, que los habaneros también recuerdan, llegó a La Habana Manuel Pérez Rodríguez, muy joven y procedente de Asturias.  Bigote E´Gato  contaba que a Cuba lo trajo Cristóbal Colón, claro está, el buque llamado así, caracterizando sus propias bromas. Desde que llegó trajo consigo el carné del Centro Asturiano en su bolsillo, decisión que entonces le abriría el camino. Abrió su bar tertulia exactamente el día que yo cumplía dos años de edad, el 1 de marzo de 1947 en la calle Teniente Rey 308  entre Aguacate y Compostela, en La Habana Vieja y cuya propaganda decía: "Conozca a Cuba primero, visite a Bigote E´Gato después". También fue inventor de exclusivos cocteles y raros tragos tropicales: "Atila frente a Roma"," Espérame en el Cielo" y "Cuba en Llamas", y por supuesto, el llamado "Bigote´e Gato".


Trabajó en una fonda por 20 centavos diarios, más tarde en el Bar Hatuey de Concha y Cristina. Pudo abrir su bar gracias a sus ahorros y algún dinero prestado. Dicen que la boina que usaba fue la misma que trajo de Asturias. Siempre ayudó a los que tenían menos que él y entre los anuncios de su negocio estaba aquel que por mucho tiempo lo identificó como su lema: "Un pedacito de nuestra madre patria con todos sus productos, una palmera cubana con todas sus costumbres".

Bigote E´Gato llegó a ser el presidente del Club de los Noctámbulos, cuyo único requisito para ingresar en él era tener entre 18 y 100 años de edad, estar en el bar entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana. y por supuesto, contar con la alegría y disposición para esa asociación. En este club, a las 3 de la madrugada, se ofrecía una comida criolla: rabo encendido, lengua estofada y dulce de fruta bomba con queso. En 1958 presidió el Tribunal de los Locos, un programa humorístico de la televisión, lo que le hizo ganar mas clientes.  Fue campeón de una carrera de fotingos con su Chevrolet de 1926, que anunciaba profusamente a su bar y con el que también se paseaba los domingos por el Malecón acompañado de hermosas mujeres sobre todo mulatas, por las que sentía especial predilección.

                                                      BAR DE BIGOTE E´GATO.

Nos dejó el 11 de julio de 2003, con su bigote y pelo largo y la roja y redonda boina sobre su cabeza, destacándose siempre por su buen humor, una contagiosa carcajada y su gentileza. Una prueba de su agudeza es su frase: "En cuestiones del amor son los hombres los que pasan más trabajo, porque no es lo mismo abrir un libro que sacarle la punta a un lápiz."

Como otros personajes populares cubanos, Bigote e'Gato fue motivo de inspiración de dos canciones muy populares, compuestas por Jesús Guerra y fueron las guarachas “El disgusto de Bigote” y “Bigote Gato es un gran sujeto”, esta última interpretada por la Sonora Matancera con su cantante Daniel Santos y que decía:

Bigote e'gato es un gran sujeto
que vive allá por el Luyanó
y tiene el pícaro unos bigotes
que llena a todos de admiración.

                                         PANCHO, EL BURRO DE MAYABE.

EL BURRO DE BAINOA. 

En Bainoa, localizada en la llanura Habana-Matanzas, es uno de los lugares más fríos de Cuba, los invierno son muy crudos. El poblado de suelos rojos, tiene el récord nacional de bajas temperaturas con 0,6 grados celsius, registrado en 1996. Por eso en las frías noches de invierno, allí en lugar de cliflar el mono, “chifla el Burro”. Una de las cosas que le ha dado fama a este poblado cubano.

Cuentan que había un burrito que era un borracho increíble capaz de tomarse una caja de cervezas en menos de lo que canta un gallo,  y de seguir tan campante como si nada hubiera pasado. Andaba suelto por las calles, en una casa le daban maíz, en otra agua y no faltaba quien tratara de divertirse a su costa haciéndole toda clase de maldades, entre ellas le amarraban latas vacías al rabo para verlo correr asustado de una punta a la otra del pequeño poblado. Pero también cuentan que el animalito acostumbraba a tocar la puerta de las casas donde solían tratarlo con cariño y donde le daban de comer o de beber.

Este pueblecito debe sentirse muy agradecido de este burrito ya que el mismo salió del anonimato gracias a su peculiar burro de Bainoa, aunque después sería también destacado por el record de temperatura baja en Cuba.  El Burro de Bainoa no fue el único en Cuba con esas características. En Santa Clara lo emulaba el Burro Perico, con iguales o parecidas travesuras, así como el Burro Pancho, adicto a la cerveza, y que me tocó conocer una mañana cuando me levanté temprano y me encontraba hospedado en el hotel situado en el Mirador de Mayabe, en Holguín. Me acerqué para disfrutar el panorama y fuí sorprendido por su rebuzno, ahí vine a conocer su historia, y ver como realmente se tomaba del pico de la botella, una cerveza tras otra. De burro padre a burro hijo se van pasando el relevo de ser el burro cervecero de la instalación hotelera del cerro de Mayabe. Y por supuesto tiene una canción:

El burro de Mayabe, tiene tremendo vuele
Si tú le das cerveza, el burro se la bebe
En un miradorcito de Oriente se oye rebuznar
Es el canto de Panchito, que quiere tomar
Al caer la noche en Cuba muere por guarachear
Y las herraduras comienzan a sonar

Estos burros no son protagonistas o aparecen como fieles compañeros del protagonista, como ocurre en la obra maestra de literatura española "El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha", o el burro Platero, de la obra del Premio Nobel de Literatura de 1956 Juan Ramón Jiménez "Platero y yo", ni es el animal que simboliza al Partido Demócrata de los Estados Unidos, ni tienen el papel del burro Benjamín en el Libro de 1945 Rebelión en la granja de George Orwell, donde representa a la clase intelectual, consciente de la manipulación del cerdo Napoleón, pero que no se hace partícipe de la crítica, manifestando que los burros viven muchos años.

No serán tan famosos como los anteriores, pero son personajes muy conocidos en Cuba en los que se puede tejer la verdad o la exageración, pero en general como parientes cercanos del noble bruto, el caballo, son animales inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e interesados en aprender. Una vez que se haya ganado su confianza pueden ser buenos compañeros en trabajo y recreación.



EL GALLO DE MORON. 

Entre los cubanos es popular la frase: "se quedó como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando". Muchos piensan que se trata de un famoso gallo originario de Morón en la provincia de Camagüey, pero esto está bien lejos de su verdadero origen.

A través de las generaciones se ha venido transmitiendo la leyenda del gallo de Morón, una historia que se remonta al siglo XVI. Cuenta que llegó al pueblo de Morón de la Frontera, municipio español de la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía,       un recaudador de impuestos de Granada que no contaba con el agrado de sus habitantes no solo por su oficio sino por su soberbia, por lo que fue apodado como «el gallo de Morón». Los locales, cansados de su fanfarronería, después de propinarle una paliza, lo desnudaron y lo expulsaron de la villa.  La historia dio lugar a un dicho, muy popular en Andalucía y en numerosas canciones de flamenco:

"Te vas a quedar como el gallo de Morón sin plumas y cacareando en la mejor ocasión"

Desde el Siglo XVIII la tradición del gallo se trasladó a la ciudad de Morón de igual nombre, en la actual provincia de Ciego de Avila, por existir en este territorio un fuerte núcleo poblacional de origen español. Desde las primeras generaciones de moronenses, el gallo se convirtió en un símbolo del pueblo, aunque la tradición evolucionó porque este era un gallo con plumas, diferenciándose así de su abuelo nostálgico de Andalucía. Es por ello que  Morón comenzó a conocerse, primero como la "Tierra del Gallo" y después como la "Ciudad del Gallo".

En los meses posteriores al Triunfo de la Revolución Cubana, un oficial del Ejército Rebelde, destacado en esta ciudad, para desahogar sus frustraciones personales de poder, tomó como pretexto la participación que había tenido la tiranía la colocación del gallo, y en la madrugada del 6 de febrero de 1960, acompañado de otras personas, arrancó el monumento, depositándolo en la vía pública frente al Ayuntamiento Municipal. Al siguiente día un numerosos grupo de pobladores tomaron el símbolo y lo colocaron nuevamente en su pedestal, organizándose una enorme manifestación de protesta. Como consecuencia de lo ocurrido anteriormente, y debido a la inmadurez política existente entonces, se identificó por algunos el símbolo del Gallo como representativo de la odiosa dictadura, por lo que un grupo de personas residentes en poblados aledaños e instados por algunos moronenses confundidos y resentidos, lo derribaron nuevamente, esta vez destruyéndolo para que el pueblo no lo pudiera volver a colocar en su sitio.

Y para no variar, existe la canción delsonero Pio Leyva que dice:

El gallo de Morón está tristón
porque la gallinita le ha dicho que no.
el gallo de Morón está tristón
porque la paloma duerme en su colchón.
El gallo de Morón está tristón
Porque la minina le ha dicho huevón.
El gallo de Morón está tristón
porque mañana hay gallo con arroz.

Pero Morón, el de Cuba, no es famoso solamente por el Gallo sino también por las torticas de Morón, las que inventó la señora Serafina Echemendía, descendiente muy lejana de aquel andaluz, cuando se le ocurrió quitarle, por no haber,  el poco de cacahuetes o almendras molidas que llevaba la fórmula y sustuirlo por cáscara de limón rallado. Dondequiera que haya un cubano, son habituales las mantecadas, polvorones (en sus denominaciones más españolas) o torticas de Morón, dulce que algunos catalogan de miserable, pero que solamente lo he comido con ese sabor en Cuba y en la segunda Cuba, o sea Miami.



MAMA INES.

Mama Inés es un personaje novelesco, muchos lo relacionan con la Dolores Santa Cruz arrancada de la novela costumbrista "Cecilia Valdés" de Cirilo Villaverde, otros, con la Mamá Dolores de otra novela tambié exitosa, "El Derecho de Nacer" de Félix B. Caignet.

Todo ello nos hace pensar que Mamá Dolores es un personaje real que proviene de la época de la esclavitud africana.

Mamá Inés es una negrita conga que llegó a Cuba con la esclavitud africana, voluptuosa, de cara linda, rumbera y simpática que desborda bondad y alegría por donde quiera que pasa. Mamá Inés viste una típica bata cubana larga y blanca llena de vuelos, rematada con una tira bordada y pasacintas rojas. Lleva en la cabeza un pañuelo rojo graciosamente anudado sobre la nuca y en una de sus manos enarbola un aromático tabaco habano.

Sólo interrumpe su sandunguero ritual para saborear, entre buchito y buchito, el deleitoso aroma del negro café cubano acabado de colar, o para cantar la canción emblema de Eliseo Grenet:

"Ay Mamá Inés, ay Mamá Inés, todos los negros tomamos café".
Mamá Inés vive con su hija Belén en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja. No pierde de vista ni un minuto a su hija Belén, y en otra parte de la misma pieza musical Moisés Simons lo expresa así:
"Belén, Belén, Belén en dónde estabas metía,
que en todo Jesús María yo te busqué y no te encontré".
Yo estaba en casa e Mariana
Que ayer me mandó a buscar...

En 1927 se presentó la zarzuela La Niña Rita, o La Habana de 1830 en el Teatro Regina, con música de Grenet y Ernesto Lecuona. De esta zarzuela, la canción de Grenet, el tango-congo Ay, Mamá Inés, se hizo popular y continúa siéndolo hoy día. Los niños cubanos de todas las épocas, sin conocer a Mamá Inés, por tradición popular, han incorporado a su inocente juego de cachumbambé:

"Cachumbambé, la vieja Inés que fuma tabaco y toma café".

Y en los preciosos carnavales de la Cuba republicana, le recordamos que por las calles de La Habana siempre aparecía alguien que disfrazado de Mamá Inés marcaba con pasitos de conga el final del desfile de carrozas y comparsas, mientras un coro la acompañaba para arrollar al compás de su pegajoso estribillo de:

"Ay Mamá Inés, ay Mamá Inés,todos los negros tomamos café".



PAPA MONTERO.

En Isabela de Sagua, vivió un negro de cabeza blanca en canas a quien nunca abandonó la alegría de vivir. Se llamaba Papá Montero y gustaba de bailar la rumba en todos los bailables. Los amigos que sabían lo bailador y rumbero que era Papá Montero lo invitaban continuamente a alguna fiesta.
Papá Montero rumbero pidió que en su funeral hubiera mucha alegría, música y sobre todo toque de tambores en vez de lágrimas.En un día de carnaval, una puñalada atravesó su corazón. Tal como le ocurrió a Malanga , nunca se supo quién fue el culpable, ni por qué lo mataron.

La situación la recoge el cancionero folclórico de los 40 en una composición de Eliseo Grenet, también autor de piezas antológicas cubanas como Ay Mamá Inés, La Mora, Las Perlas de Tu Boca y Tabaco Verde y muchas otras,  y de quien se dice era su medio hermano, que en su estribillo decía:

¡A velar a Papá Montero...

En el momento en que se iniciaba la canción, precedidas por las loas al difunto del que había despedido el duelo, en medio de un sepulcral silencio, la viuda, que hasta ese momento lucía atribulada, se acerca al féretro de madera donde sus amigos iban a comenzar a repicar a modo de tambor para acompañar su melodía, y la interrumpe con un grito de ¡canalla rumbero!, lo que entre toques de tambor y voces a capela devino en la tonada:

A velar a Papá Montero zumba, ¡canalla rumbero!
                                             ADOLFO LUQUE, EL OTRO PAPA MONTERO.

Adolfo Luque fue, quizás, el pelotero de mayor realce en tiempos donde el racismo hizo mella en otros estelares como Méndez, Cristóbal Torriente, o Dihigo.  Comenzó a desempeñarse a la sombra del Diamante Negro, a pesar de sostener una condición física más cercana a la anglosajona, un punto de ventaja para lidiar al máximo nivel.

Había nacido en La Habana y sus primeras incursiones en la pelota datan como defensa de la tercera base en el equipo amateur VEDADO. Pero rápidamente saltaría al profesionalismo, comenzando en las Ligas Menores de los Estados Unidos, donde en su primera campaña ganó 22 juegos y perdió 5. Y comenzarían a hablar de él, por su paso por aquellas lides y por la Pelota Profesional Cubana.

Temperamento fuerte y calidad excepcional, harían de él un héroe entre los cubanos.  Así pasaron a la historia las palabras de un cronista de la época, que lo definió exactamente:
"Posee el brazo de Hércules y el corazón de una fiera"

El pueblo lo tituló Papá Montero, por su vida bohemia y el vestir de guayabera blanca, sombrero de época y traje de dril 100, y su apego a la vida farandulera.



EL GALLO DE SAN ISIDRO.

Alberto Yarini (1882-1910) nació en el seno de una familia rica de La Habana. Se educó en los EE.UU y regresó a Cuba en el 1900.
Alto, bien parecido, fuerte y con finos modales por la esmerada educación que le dieron sus padres, Cirilo Yarini, cirujano dentista, miembro fundador de la Sociedad de Odontología y catedrático titular de la Escuela de Cirugía Dental de la Universidad de La Habana, y de Juana Emilia, virtuosa del piano que llegó a tocar para Napoleón III en Las Tullerías, no se dedicó, como esperaba su padre, a la carrera de Odontología y siguiera sus pasos, sino que se dedicó a conquistar el corazón de las mujeres.
No se entiende por qué eligió esta forma de vida sórdida y peligrosa de chulo explotador de mujeres, y como llegó a llamarse "El gallo de San Isidro" y creó una fama de dandy, héroe popular, el amante insaciable, amigo fiel y pistolero.

En La Habana Yarini es un personaje épico y por ello se le han dedicado libros, investigaciones históricas,  obras de teatro y hasta dos películas: "Requiem por Yarini" y “Los dioses rotos”.

Clásico representante de la juventud burguesa de principios del siglo XX, era asiduo diariamente a la Acera del Louvre donde compartía con amigos distinguidos e iba a lucir sus trajes cortados a la medida, hechos con las mejores telas y adornados con yugos, leontinas, botonaduras y pasadores de corbata que valían fortunas y de ahí seguía a sus juergas nocturnas.

De educado, todo sonrisas y gestos refinados con las damas cuando se encontraba en el mundo social, cuando llegaba a San Isidro, el barrio de peor fama de la ciudad,  pasaba a ser el guapo al que había que hablarle bajito y rendirle pleitesías y respeto. En San Isidro, era amigo de pobres y ricos, de negros y blancos,y ayudaba a los necesitados.  De él se decía en San Isidro que era “hombre a todo”, frase que perdura hasta la actualidad.


Llevaba una doble vida, desayunaba cada día en la casa de sus padres, se reunía con miembros de su partido, el Conservador, iba a la Ópera y otros centros de cultura exclusivos y era amante de distinguidas damas de la alta burguesía habanera y ambicionaba con postularse para posiciones políticas. Por otra parte mantenía unas diez mujeres que trabajaban para mantenerlo y para mantener su posición rey de los chulos y de San Isidro para lo que se confrontaba a piñazos y balazos con el peor elemento. Según testimonio de los afamados músicos Gonzalo Roig y Sindo Garay, Yarini tenía una peculiaridad en su carácter que llegaba a inspirar miedo hasta a los hombres más duros y marginales de San Isidro: era capaz de pasar de la tranquilidad más asombrosa a estados desmedidos de ferocidad, durante los cuales podía golpear brutalmente a quien hubiera provocado su ira. Pero se afirma que unas 25 mujeres llegaron a tener tatuados en alguna parte de sus cuerpos el nombre de Yarini.

Con sólo 28 años murió el 21 de noviembre de 1910 en una confrontación con otro chulo francés, por motivos de faldas y de machismo, fue acribillado a balazos en una céntrica calle del barrio donde reinaba. Diez mil personas asistieron al entierro del Rey de San Isidro en un país de poco más de dos millones de habitantes. Inmediatamente comenzó una guerra de venganza con los chulos franceses llamados apaches, guerra que tres años después terminaría con el cierre del barrio por decreto gubernamental.

 Alberto Manuel Francisco Yarini y Ponce de León, para algunos toda su fama es mitad cierta y mitad invento, porque Yarini no pasó de ser un chulo de barrio, para otros, creo que para la mayoría, fue el más popular de los chulos cubanos y “hombre a todo”  lo cual se ha convertido en un paradigma.




                                  MAPA DE SAN ISIDRO EN LA HABANA VIEJA.
















sábado, 14 de febrero de 2015

CAFE CUBANO Y CAFE CON LECHE


CAFE CUBANO Y CAFE CON LECHE

...Ooooye, lo que te voy a decir. Cuando quieras tomar un buen café, un café aromático y sabroso, exija el detallista que le de Pilón que es el café más delicioso. Café Pilón sabroso hasta el ultimo buchito...

CAFE PILON: SABROSO HASTA EL ULTIMO BUCHITO.

Existen muchas versiones acerca del origen del café y existen muchas leyendas acerca del mismo. Parece ser que el café es originario de Persia o de Etiopía. No se conoce exactamente el momento en el que la primera persona descubrió los efectos del fruto de la planta del café y preparó una bebida a partir de las bayas, pero se cuentan diversas historias sobre sus orígenes.

Se supone que los hombres primitivos, imitadores de las costumbres de los animales, observaron como algunas plantas los atraían. Esta sería la justificación para que desde muy tempranas épocas de la historia, el hombre masticara café. Algunos frutos maduros del café son de sabor dulce y presenta una serie de componentes similares a otros encontrados en frutas y verduras, en el cacao o en el té. Contiene  cafeína, vitaminas, minerales y otros compuestos que pueden tener efectos estimulantes que contienen generan sensación de bienestar.

Léonard Rauwolf, un médico alemán llegado de vuelta de un largo viaje por el Oriente Medio, fue el primer occidental en describir el brebaje: Una bebida tan negra como la tinta, útil contra numerosos males, en particular los males de estómago. Apuntaba: "Sus consumidores lo toman por la mañana en una copa de porcelana que pasa de uno a otro y de la que cada uno toma un vaso lleno. Está formada por agua y el fruto de un arbusto llamado bunnu." Estos comentarios llamaron la atención de mercaderes, a los que la experiencia del comercio de las especias les había hecho sensibles a este tipo de información.


El café comenzó a conocerse en Europa a partir de principios del siglo XVII, y su popularidad creció con gran rapidez. Los establecimientos de café se multiplicaron en muchos países, sobre todo en Italia, Gran Bretaña, Holanda, Francia y Alemania. A comienzos del siglo XVIII, los holandeses llevaron el cultivo del café hasta Indonesia; los franceses llevaron algunas plantas a Martinica y Haití, mientras que los españoles, por su parte, comenzaron a introducir plantaciones en las Antillas, América Central y los portugueses a Brasil.

Las cafeterías se convirtieron en lugares donde nacieron las ideas liberales, debido a ser frecuentados por parte de filósofos y letrados, en donde se debatían sus puntos de vista. A finales del siglo XVII, esta agitación incitó al fiscal del Rey en Inglaterra a pedir el cierre de las cafeterías, citando crímenes de ofensa contra el rey Carlos II y el reino. Las reacciones fueron tales que el edicto de cierre debió revocarse. Los flujos de ideas alimentadas por el café modificaron profundamente el Reino Unido. Se contaban más de dos mil cafeterías en el año 1700. La famosa compañía de seguros Lloyd's fue en su origen una cafetería fundada en 1688. El café estuvo prohibido en Rusia, con penas de tortura y mutilación, cuando la policía zarista encontraba a alguien presa de una crisis nerviosa lo atribuía al café.

Para la gran mayoría de los cubanos, beber una humeante taza de café, es una de las primeras acciones del día y pretexto obligado de cualquier encuentro o visita y de una buena sobremesa. El café llegó a esta isla a través de los franceses que emigraron hacia la región más oriental de Cuba, tras la revolución antiesclavista que tuvo lugar en Haití a finales del siglo XVIII.

La experiencia de los franceses llegó además a Cuba acompañada de un rico tesoro cultural, reflejado en la evolución de manifestaciones como la literatura, música, bailes, religión y gastronómica en el oriente del país e incluso hacia el Caribe, más allá de las fronteras de la mayor de Las Antillas.
Expertos cubanos exploran las ruinas de los cafetales que florecieron desde finales del siglo XVIII. El objetivo es enlazar a 170 de los más de 250 cafetales construídos en la zona, aprovechando algunos caminos y vías de transporte en estado de conservación, así como las construcciones que todavía quedan como recuerdo de aquella época, creando así la ruta turística del café.

Estas huellas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, constituyen un verdadero monumento a la ingeniería hidráulica, vial, doméstica, funeraria y del sistema productivo, todo lo cual revela la maestría de sus creadores. Después de los ingenios azucareros, los cafetales son los establecimientos agrícolas más importantes de Cuba, aventajando generalmente a los primeros en hermosa apariencia y cuidadosa labor.
                         RUINAS DEL CAFETAL LA ISABELICA EN LA GRAN PIEDRA.

Cafetal La Isabelica

En la Sierra de La Gran Piedra ubicada al este de la Ciudad de Santiago de Cuba, están los restos del cafetal La Isabelica. Víctor Constantin, trajo consigo a una esclava haitiana llamada Isabel María con la que vivió en La Isabelica un romance que les duró la vida.
Tambien en esa zona se encuentra la hacienda cafetalera Fraternidad,
Actualmente allí se encuentra el Museo La Isabelica, destinado a preservar los vestigios de esta cultura cafetalera, y en la ciudad de Santiago de Cuba en su centro, es famoso el café La Isabelica.

También en la zona están las ruinas del cafetal conocido como Santa Sofía, un gigante con dotaciones de más de 600 esclavos, el Kentucky y la hacienda cafetalera Fraternidad. Cuando Jean Baptiste Rosemond de Beauvallon, natural de la posesión francesa de Guadalupe y radicado en París, llegó por mar a Santiago de Cuba en 1841, después de un largo viaje a lo largo de la isla, se creyó transportado a Francia, no sólo por la apariencia pintoresca de la ciudad, sino también por el idioma que se hablaba por las personas ocupadas en diferentes tareas en la bahía y zonas vinculadas al puerto.

Ello evidenciaba la presencia de una cultura diferente a la criolla e hispana existente en la región oriental del país. Su influencia tanto en el lenguaje como en la economía, la música, la danza, la literatura, la gastronomía, la religión, el arte, la arquitectura, los gustos y las costumbres alcanzaba a toda la ciudad y tenía un énfasis mayor en la zona rural.

Cafetales en la zona occidental de Cuba.

Pero no se limitaban los cafetales a la parte oriental de la isla, en la primera mitad del siglo XIX los cafetales del occidente representaban más del 60 por ciento de la producción total nacional. Sus producciones se dirigían al mercado norteamericano que en 1821 importaba de Cuba el 40 por ciento de sus necesidades , mientras que las del Oriente lo hacían hacia Europa y el contrabando.

En 1813 el alemán Cornelio Souchay, compró dieciséis caballerías de tierra en el realengo Cayajabos, muy cerca del actual poblado de Artemisa, al sudoeste de La Habana. Allí fundó un cafetal que bautizó con el nombre de Angerona, que pronto se trasformó en la más próspera plantación cafetalera de la Cuba de la primera mitad del siglo XIX y el que ha pasado a la historia por los amores de su propietario con una mujer haitiana, Úrsula Lambert, tema de la película Roble de olor, del director Sergio Giral, de la isla. Úrsula  fue, en realidad, una dama de la alta sociedad mestiza de esa isla, que vino a Cuba huyendo de sus congéneres insurgentes; probablemente se trataba de la hija bastarda de un plantador francés con una esclava o una liberta. Madame Lambert recibió una educación totalmente francesa y fue quien instruyó a su amante en todo lo referente al montaje del cafetal Angerona y su manejo.
                                   CAFETAL ANGERONA EN ARTEMISA.

Otras haciendas importantes de la zona de occidental fueron el cafetal Buenavista, La Unión, San Ramón de Aguas Claras, Santa Serafina y cerca de otros cincuenta, casi todas en alturas de unos 300 metros de altura, ya que el alejamiento de las zonas más bajas suponía muchas veces tierras menos fértiles, además de un esfuerzo extra para abastecer de agua a la hacienda y mayor distancia a recorrer en el traslado de las mercancías.

Y en la provincia de Matanzas, el matrimonio de Don Francisco Rouviere, natural de la ciudad de Marsella, y Doña Dionisia Giraud Le Riech, natural de París, se asentaron en la ciudad yumurina, donde compraron terrenos en la zona de Canímar, en las afueras de la ciudad de Matanzas, y allí construyeron la plantación cafetalera denominada, en honor a su esposa, La Dionisia.  En la actualidad, La Dionisia es utilizada como destino turístico por su cercanía al balneario de Varadero.

Como vemos, los cafetales cubanos han sido emplazados siempre en las serranías de la isla, sobre los 500 a 1000 metros del nivel del mar. Aunque es en zonas de la Sierra Maestra y el macizo montañoso Sagua-Baracoa, donde se ha concentrado por práctica el mayor peso de obtención, y además era el más cercano a Haití; también en la serranía del Escambray, en el centro de la isla, y en la Sierra del Rosario y la de los Órganos, en Pinar del Río, ha existido una fuerte tradición en tal cultivo. Y digo ha existido porque ya hablaremos de la produccion actual de café en Cuba.

En estas sierras cubanas el cafeto encontró un microclima que le propició las condiciones óptimas para su crecimiento, tan es así, que la producción cafetalera cubana fue, en aquella época, una de las mayores del mundo. Hoy en día, el café cubano no sobresale por grandes volúmenes de exportación, sino por su excelente calidad, sobre todo en la especie Árabica, que lo ubica entre los preferidos del mundo; especialmente en Japón, que es uno de los más exigentes mercados.
                                            CAFE TOSTADO EN GRANO.

Cafe carretero.
El café carretero del que tanto se habla en las charlas nocturnas o antes del trabajo en el campo cubano, es un café preparado tradicionalmente por los campesinos.

Cuando el café está hirviendo, se coge un leño encendido que en Cuba se le llama tizón y se introduce dentro del recipiente. La borra por razones físicas se precipita hacia el fondo e inmediatamente se sirve.

Pocas veces he saboreado ese café, estoy seguro de que mis hijos no lo conocen. En un principio se usaban las cafeteras de tetera con un colador de tela, después las cafeteras a presión, llamadas en Cuba italianas, más tarde comenzaron a llegar equipos sofisticados alimentados por energía eléctrica, pero en ninguna de ellas las coladas tienen el sabor del café carretero.
                                                             CAFE CARRETERO.

Cafe carretero en argentina

Al igual que en Cuba es un café especial, con una historia muy peculiar. Resulta que, una vez que esquilaban las ovejas, tenían que llevar la lana para venderla a la capital de la región, Río Gallegos, que está a cientos de kilómetros, pero que en un carro y en épocas pasadas suponía un viaje de casi un mes. Se iba todo el grupo junto, en caravana. Cada día, cuando paraban para hacer la pausa de la noche, encendían una fogata y preparaban este café. Ponían agua a hervir y añadían unas cucharaditas de café. Después, cogían pedazos del carbón de la fogata, lo rebozaban en azúcar y lo introducían dentro de la tetera. Se supone que este carbón actúa como esponja para absorber la borra o restos del café y, a la vez, le da un gusto azucarado y ahumado muy sorprendente. Gracias al carbón podían servirlo directamente, sin necesidad de colarlo.
                        CAFETERAS NACIONAL, LA DEL CAFE DE 3 QUILOS.

Cafe de 3 kilos.

En Cuba a los centavos se les dice "quilo". En el mercado de la nostalgia de Miami, el Latin Miami Café en Hialeah ha desatado un boom. El recién inaugurado establecimiento vende café a 3 centavos la tacita, tal como tradicionalmente se ofertaba en Cuba en las esquinas de La Habana y la mayoría de ciudades de la isla antes de la revolución.

El café de 3 quilos es parte de la memoria de nuestro pueblo. En Cuba el quilo es la unidad monetaria de menos cuantía, por lo tanto no puedes dividirlo en otras monedas. Hay que recordar la frase: "el kilo no tiene vuelto". O aquella que dice: "me sacaron el quilo", que es hacer sudar a alguien y trabajar con gran fatiga y desvelo. La antigua peseta española se componía de cien céntimos a los que popularmente se les llamaba quilo. De ahí viene la costumbre cubana de llamar quilo a la moneda de un centavo.

Aunque algunos pensaban que el modesto quilo no tenía mucho valor “no vale ni un quilo”, se decía antes en Cuba para indicar que algo tenía poco valor), con un quilo se podían comprar muchas cosas, como por ejemplo: un pirulí, una melcocha, un cigarro, un chicle, azúcar, sal, una galleta, un caramelo, un vaso de agua de seltz o carbonatada, por señalar algunas. Y con tres quilos tomabas una excelente taza de café. Una popular tienda habanera, que vendía artículos de a quilo se llamaba “La Casa de los Tres Quilos” y estaba situada enfrente de la iglesia de Reina y Belascoaín,  hoy convertida en una tienda recaudadora de divisas con elevados precios denominada Yumurí.  Y por supuesto estaba la cadena de tiendas Woolworth's, popularmente llamados Ten Cents. En La Habana aún se conservan los Ten Cents de Obispo, Galiano, Monte, Vedado, y La Copa, en Miramar. En el interior había otros cinco en Cienfuegos, Santa Clara, Matanzas, Camaguey y Santiago de Cuba.

                  LA CASA DE LOS 3 QUILOS Y EL TEN CENTS DE GALIANO.

Por lo tanto al modesto quilo cubano de antes de la revolución no lo podemos despreciar.

Seguro que para muchos cubanos de Miami, era un sueño contar con un restaurante donde pudiera tomar el café como en Cuba y a precio de nostalgia, y qué mejor lugar que Hialeah, donde vive la mayor concentración de cubanos fuera de Cuba.
Muchos recordaron que solían tomar café a 3 centavos, con su vaso de agua fría con hielo y gastaban otros 2 centavos comprando cigarros sueltos. Un amigo de mi padre puso inicialmente un puesto de venta de café de 3 centavos, a los dos años ya tenía 5 establecimientos similares. Y eso que era rara la esquina donde no hubiera uno al menos.

Se arraigó tanto el café en nuestras tradiciones y prácticas cotidianas, que hoy los mayores que nos preceden hablan, con nostalgia, de cómo el inconfundible y estimulante aroma del grano tostado y recién colado inundaba, literalmente, todos los rincones de cada localidad y motivaba a muchos a consumir una taza del auténtico café cubano, humeante, sabroso, tentador y fuerte, por el módico precio ya acotado.

Muchos cultivaban ese ritual a cualquier hora del día y todas las marcas en el mercado, suministraban la especie arábiga al 100%; eran muchas, pero todas con calidad indiscutible.

Lo mismo pudiéramos decir del amanecer clásico del cubano. La taza de café era imprescindible para comenzar adecuadamente el día, para no hablar del siempre popular y altamente demandado desayuno básico: un nutritivo café con leche y pan con mantequilla.
Pero lo más tradicional para los cubanos que están en los más disímiles confines del mundo, en su casa, como gesto cordial de bienvenida, seguramente le ofrecerán al visitante esa taza de café, sea de donde sea su origen pero hecho a la cubana, bien fuerte y sobre lo amargo, pero siempre tomando el café con la taza y el platillo debajo, que es una costumbre muy vieja de los cubanos.


Muchos otros se han acostumbrado a tomar el café en la forma que más se estila en el mundo: el café tipo americano. Creo que es el que se toma en todas partes excepto en Cuba, España e Italia. Yo, en verdad, se los regalo.

Pilón: Sabroso hasta el último buchito.

Los orígenes del Café Pilón se remontan al siglo XIX, por lo que se ha preparado y servido  desde hace más de 100 años. El café era simplemente café durante ese período de tiempo, no existíamarcas, y las relaciones con los clientes se formaban a un nivel muy personal. Pero a medida que pasaron los años, las marcas se hicieron cada vez más importantes, Café Pilón se convirtió rápidamente en el café más popular de Cuba. aunque había muchos otros como Tupy, Regil, y otros muchos, pero todos de muy buena calidad.
Una singularidad, muchos cubanos el primer programa de televisión que vieron fue: La Familia Pilón.con Lilia Lazo, Ramón Veloz y Pepa Berrio.
                            CAFE PILON SABROSO HASTA EL ULTIMO BUCHITO.

Café con leche.

Un desayuno típico cubano consiste en pan con mantequilla y café con  leche.  El café con leche se prepara con leche caliente o tibia y un poco de café fuerte, todo bien azucarado. En muchas ocasiones, se estila cortar el pan en pedazos y mojarlo en el café con leche antes de comerlo, como suelen hacer los americanos con las donas en el café. Luego se acostumbra a tomar una taza pequeña de café cubano bien fuerte (si es que no se tomó antes del desayuno). Un desayuno más elaborado puede contener croquetas, queso o jamón y jugo de frutas, mermeladas o panqué.

Escribió el destacado historiador y periodista Ciro Bianchi:

"Algún día habrá que hacer un estudio acerca del papel del café con leche en la vida cubana. O mejor, en la vida habanera. Lo cierto es que la sabrosa y reconfortante mezcla, más clara o más oscura, aparece en los momentos más cruciales e insospechados de nuestra historia."

Cuando John Niewhof, de la West Indies, inventó esa bebida en Brasil, por lo que se erigió un monumento en Pernambuco, no pudo imaginar cómo y hasta qué punto se enraizaría  el café con leche en  nuestra capital, al extremo de que al reparar en ella los que venían del interior del país decían que los habaneros éramos unos muertos de hambre.

Según estudios, el popular y cubanísimo café con leche, tuvo su origen en el siglo XVII, no en Cuba ni en España. Un llamado Dr. Monin, ciudadano de Grenoble en Francia, fue el primero que tuvo la idea de mezclar el café con la leche.

Se le añadía por lo general al café con leche un pintica de sal. El genial Guillermo Alvarez Guedes cuenta que los cubanos son los únicos que le echan sal al café con leche, y creo que es una verdad absoluta. Pero no hay que olvidar una realidad: el café con leche, las fritas, los tamales, los bollitos de carita, las majúas, los chicharrones de viento y de pellejo y el pan con lechón fueron platos recurridos en extremo en la gastronomía popular.
                                                  CAFE CON LECHE CUBANO.

Para tener idea de lo que representa el café con leche, en la madrugada del 5 de septiembre de 1933, el profesor Ramón Grau San Martín, antes de salir de su casa en la calle 17 esquina a J, en el Vedado, invitó a café con leche a los estudiantes que fueron a buscarlo para acompañarlo al campamento militar de Columbia, donde sería designado miembro de la Junta Ejecutiva o Pentarquía que sustituyó al presidente Carlos Manuel de Céspedes después del golpe de estado del 4 de septiembre de ese año. Y Batista, también en el campamento militar de Columbia, en enero de 1934, interrumpió la reunión que sostenían allí civiles y militares que discutían el reemplazo de Grau por Carlos Mendieta para invitar a los presentes a degustar un café con leche en su casa.

El desaparecido líder ortodoxo Eduardo Chibás cada vez que se batía en duelo (lo hizo nueve veces) pasaba por la cafetería Kasalta, a la entrada del reparto Miramar, actualmente a la salida del túnel de 5ta. Avenida,  y pedía un café con leche doble. El senador Félix Lancís, enterado de que se había llevado a cabo el golpe de Estado contra el presidente Prío, pidió a su esposa que le sirviera un café con leche antes de trasladarse al Palacio Presidencial. Batista, en la madrugada del 1 de enero de 1959, con los rebeldes pisándole ya los talones, ingirió una taza de café con leche antes de trasladarse al aeropuerto militar y dejar la Isla. Pruebas inequívocas de que el cubano afronta muchas pruebas mediante la toma de un café con leche.

Ah y la discusión de un negocio o una cita importante se sellaban con un café con leche.
                                                           ORESTES FERRARA.

Orestes Ferrara (república de café con leche).

El Dr. Orestes Ferrara (italiano que peleó en la guerra de independencia de Cuba), dió origen a una expresión política cuando exclamó: "Esta es una República de café con leche y chicharrones".

Orestes Ferrara fue un militar, político, diplomático, profesor universitario, escritor y periodista de de origen italiano. Coronel del Ejército Libertador cubano y uno de los líderes del llamado Liberalismo histórico. Ocupó una notable posición en la vida pública cubana durante la primera mitad del siglo XX. Fue Representante a la Cámara por varios períodos, diplomático, secretario de Estado en el gobierno de Gerardo Machado, delegado a la Asamblea Constituyente de 1940. Autor de numerosos ensayos y estudios sobre historia y lasrelaciones internacionales.
A los 20 años de edad, cuando era un estudiante de leyes en la Universidad de Nápoles se escapa de su casa, dejando atrás a una acomodada familia para irse a pelear a la guerra por la independencia de Cuba y, tras previo contacto con los cubanos del exilio en Nueva York y Tampa, arriba en 1897 a territorio cubano donde es recibido por Salvador Cisneros Batancourt, Presidente de la República en Armas, y después de pasar la fortificada Trocha de Júcaro a Morón, con gran peligro para su vida, va a dar con las tropas del Generalísimo Máximo Gómez y finalmente es asignado a las tropas del Mayor General José Miguel Gómez en Las Villas, con quien entabla una entrañable amistad que sería fundamental para su futuro político en la República.

El 28 de enero de 1909 ocupó la presidencia de Cuba José Miguel Gómez. Ese año Ferrara fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y reelecto en 1911 y 1913, ya que en 1912 se le designó embajador especial de Cuba en los Estados Unidos.
Ferrara dedicó parte de su vida y de su fortuna a la prensa y durante su accidentada vida participó en más de una docena de duelos, lo mismo a espada que a pistola, de los cuales salió siempre victorioso. Escribió una sólida obra compuesta por más de cuarenta libros entre los que destacan "Vida de Nicolás Maquiavelo, Martí y la elocuencia, La correspondencia privada de Nicolás Maquiavelo, El Papa Borgia, Un pleito sucesorio: Enrique IV, Isabel la Católica, El Estado y la sociedad futuros: El mundo por venir, El siglo XVI a la luz de los embajadores venecianos, Una mirada sobre tres siglos: Memorias".

El 1 de octubre de 1940 cuando se dirigía a la Asamblea Constituyente que debía aprobar la nueva Constitución de la República de Cuba, el taxi en que viajaba fue baleado por desconocidos. Ferrara fue herido en el hombro mientras el chofer moría en el acto. Decidió entonces abandonar Cuba, y se radicó en Costa do Sol, Portugal. Regresó por última vez a Cuba en 1954, en plena dictadura del general Fulgencio Batista, de quien fue aliado político y consejero en sus dos gobiernos, aunque contradictoriamente se opondría a éste en su proyecto del Canal Vía Cuba. Durante los catorce años de ausencia, fungió como embajador en misión especial en España, Francia e Italia y designado embajador de Cuba ante la UNESCO.

Fue Ferrara, además de militar, diplomático y político, un prolífero escritor y periodista, y un hombre de refinado gusto y amplia cultura. Pero es más conocido por su frase de que Cuba era un país de café con leche.
            CUBA: TODOS HACEN POR HUNDIRLA Y SIGUE FLOTANDO, ES DE CORCHO.

La Isla de Corcho.

En 1936, el ensayista cubano Luis Machado publicó su obra La isla de Corcho. Abogado de ideas liberales y de amplia cultura general, pretendía, según su propia confesión, explicar el contrasentido de que el cubano se viera condenado a vivir pobre en medio de tanta riqueza de tierra fértil. Podía haberse dicho lo mismo de tantos países de América, como Argentina, Brasil y México, que según esa definición serían "países de corcho". Esta frase se le atribuye erróneamente a Ferrara.

Basado en la geología, unos científicos afirmaron que la isla de Cuba se sumergió por tres veces en el fondo del océano, para reaparecer otras tantas, como el Ave Fénix, de entre sus propias cenizas. En cambio, un buen día, los cubanos descubrieron al levantarse, que se había producido un cataclismo universal, mediante el cual todos los países habían desaparecido y que el nuestro se mantenía flotando como un corcho. La Isla de Corcho también se refiere a que todos hacen por hundirla y sin embargo sigue flotando. La prueba mas fehaciente de que Cuba es una Isla de Corcho y buen corcho, la dió el surgimiento de la Revolución Cubana y su sistema antilógico durante más de 50 años. Nadie ha hecho más por hundirla, y sin embargo sigue flotando.

¿Qué relación tendrá el concepto de país de café con leche con cosas de la vida cotidiana en Cuba?.

El concepto de café con leche se aplica en Cuba a las cosas corrientes, por ejemplo: a una persona de cualquier oficio o especialidad y de malos resultados en su trabajo, se le dice: es un médico de café con leche. En el caso de Alberto Manuel Francisco Yarini Ponce de León Ponce de León y Ponce de León, (¡tremendo nombrecito!) más conocido como Yarini, el chulo o proxeneta mayor, comparado con los otros de similar profesión, a los demás se les denominaba chulos de café con leche; un artista de poca valía: es un cantante de café con leche y asi sucesivamente.

Y como toda regla tiene su excepción, recuerdo a mi maestro de sexto grado, el Dr. Gaspar Aguero, que era magnífico como profesor, también era abogado y no puedo evaluar su desempeño en esta profesión, pero hacía uso de las botellas vacías de Coca-Cola que tomaban los alumnos en el recreo, para enviar a alguien a venderlas y con el dinero obtenido traerle un café con leche, el cual degustaba haciendo gárgaras. No sería un maestro de café con leche pero era un adicto feroz a esa bebida.
                                CAFE CORTADITO CUBANO EN NEW YORK.

Cortadito.

Cortadito, así en diminutivo es una versión más ligera del café con leche. En realidad es una palabra que se usa para definir un tipo de café combinado que se toma en muchos países y que no es privativo de los cubanos, aunque se pretenda demostrar lo contrario. No intente asociar el cortadito con lo cubano, aunque nos guste mucho. Exclusivo de lo cubano es el buchito o cafecito una simple tacita de café fuerte pero endulzado según el gusto que es lo que apreciamos los cubanos. No confundir con el café expresso cubano, tan popular en muchos países.

En realidad el cortadito tal y como se conoce el cortado o cortadito (cortar del español, conocido como "Tallat" en catalán, "Pingo" o "Garoto" en Portugal y "noisette" en Francia); es un café expresso con una pequeña cantidad de leche caliente para reducir la acidez, donde la leche se añade después de que el café espresso está listo. Es popular en España y Portugal, así como en toda América Latina, donde se bebe por la tarde. En Cuba, se conoce como un cortadito. Es conveniente no confundir el cortado (cortadito) con el café macchiato (italiano).  El caffe macchiato es tradicionalmente un café expreso con una pequeña cantidad de espuma de leche  y difiere de un cortado principalmente por tener más espuma, es un pequeño café con leche.
El latte macchiato es una bebida preparada con leche y café expreso. Latte Macchiato  significa en italiano simplemente "leche manchada", porque el nombre hace referencia al modo de preparación, donde la leche queda «manchada» con el café añadido.
                            EL FAMOSO CAFE LECHERO VERACRUZANO.

Café lechero.

En una visita a Guadalajara me encuentro un restaurante donde nos invitan a probar el famoso Café Lechero similar al de El Gran Café de la Parroquia de Veracruz.  Como buen cubano adicto al café y al café con leche, quise probarlo.

Ahi pude leer la historia de El Gran Café de la Parroquia, restaurante y cafetería ícono del puerto de Veracruz, situado en el Centro Histórico de la ciudad. Es famoso por sus tradiciones, ambiente familiar y por su café lechero. Se le considera el café-restaurante más famoso de la República Mexicana y su lema es "El café como debe ser".

Cuentan que allí existe la tradición de llamar al lechero, persona encargada de servir la leche caliente para preparar la bebida tradicional, a través del tintinar de la cuchara con el vaso de cristal. Esta tradición, data de finales del siglo XIX, cuando los choferes de los tranvías del puerto de Veracruz hacían sonar la campana del transporte para "pedir" al mesero en turno, su café lechero.
El café lechero no es más que un café con leche, pero hecho con café extra fuerte (extracto de café) y leche hirviendo, pero leche pura de vaca bien espesa y cremosa. Lo probé y me supo a gloria y después pude probarlo nuevamente en Real de Minas, uno de los pueblos mágicos de México, en el estado de Hidalgo. Es realmente delicioso, y las raciones son bien generosas, supongo que de casi dos tazas.

Pero si su estómago no es fuerte, no lo tome, o tome muy poco.

Y tampoco me olvido que en mi visita a México D.F. en 1999 tomaba todos los días un delicioso café en un sitio situado al doblar del Hotel del Bosque donde me hospedaba, y que era realmente un expendio de café en grano o molido traído directamente de Veracruz. Era un café delicioso y cuando llegaban ya decían: aquí está su café cubano.

Cafe mezclado.

En 1958, Cuba se había convertido en la quinta economía de América y había ocupado el lugar 22 a nivel mundial. Cuba era en 1958 el tercer país de América Latina con mayor solidez monetaria por sus reservas de oro, dólares y valores convertibles. A su vez tenía la inflación más baja de Latinoamérica con 1.4 por ciento. La media era de México con 7.8 por ciento y la más alta era la de Bolivia con el 63 por ciento. Cuba era una nación que en 1958 tenía un ingreso per cápita que duplicaba al de España, e igualaba al de Italia y al de Chile. Según datos de ese año, existían en la embajada de Cuba en Italia, doce mil solicitudes de ciudadanos italianos para emigrar definitivamente a Cuba. Florecía la economía mientras el clima político era inestable.

Y en el sector de la producción cafetalera, Cuba era un productor cafetalero de mucha calidad.
                             CAFE CUBANO CUBITA, MUCHOS QUISIERAN TOMARLO.

En el año 1958, Cuba llegó a producir 62 mil toneladas de café. Era un café de calidad extra, del tipo arábigo, que por factores como la humedad y el microclima montañoso era excelente y tenía muy buena demanda en otros países, aparte del inmenso consumo nacional que satisfacía. El café cubano no tenía nada que envidiarle al brasileño o colombiano, actualmente las dos potencias cafetaleras del continente. A los campesinos vietnamitas se les enseñaron las técnicas de la siembra del café. Ahora Vietnam es el segundo país que más café exporta en el mundo, después de Brasil, y Cuba no produce ni la décima parte de lo que se cosechaba antes de la revolución, es más se importa café de Vietnam. !!!!!

La culpa debe ser del bloqueo. Pero es cierto que se hizo al menos un intento de recuperar esta producción, mediante uno de los famosos y desastrosos planes: El Cordón de La Habana.

El "Cordón de La Habana "fue un experimento memorable por su fracaso. Se pretendía sembrar café Caturra, una variedad enana que según los conocedores que lo proyectaron, convertiría al país en el principal exportador de ese producto y permitiría alternarlo con otras siembras junto a él, entre ellas, varios tipos de frutales.  Para ello, por lo menos en la Habana se desbrozaron miles de hectáreas, principalmente sembradas con frutales, para que florecieran nuevos frutales. Vi con tristeza como la tristemente famosa Brigada Che Guevara del ejército con sus equipos pesados, tumbaba uno tras otro los árboles frutales, la mayoría en plena producción y con decenas de años de edad. Por nuestro centro de trabajo debíamos hacer "trabajo voluntario" a recoger los destrozos y sembrar el famoso café.

Las plantaciones de café, como otros tantos planes, quedaron en el olvido y pocos años después solo quedaban unos pocos terrenos con dicho sembrado. Nadie los atendía ni los cultivaba. Para llegar a mi casa en el reparto Fontanar en la entrada del mismo, donde vivía, para cortar camino atravesaba un campo sembrado con café caturra, uno de los sobrevivientes. En tiempo de parición recogía del suelo los frutos bien rojos y maduros y con eso podía tomar un café, al menos mejor que el de la cuota normada. El resto o lo recogían otros vecinos o se perdía porque nadie lo atendía. Claro que años después fue desbrozado para que floreciera una hermosa plantación de marabú.

Un buen día me regalaron unos granos de café caracolillo traído de las montañas del escambray, sembré unos granos (sus granos contienen una sola semilla) en unas latas de leche condensada, prendieron y las trasplanté a mi patio. Surgieron cuatro hermosas plantas de unos tres metros de altura, por lo que disfrutamos algún tiempo de un café de calidad. Después, como siempre ocurre en Cuba, que nada perdura, una epidemia de dengue hizo que fumigaran con  avionetas la zona y el cafetal feneció.

Como en los tiempos de la segunda guerra mundial en países europeos, el tradicional café cubano fue sucesivamente "bautizado", aunque no con agua, sino con chícharos, achicoria, dicen algunos que con garbanzos y hasta con guanina, y quién sabe con que otra cosa, para poder completar el suministro de café a la canasta familiar racionada.

Los consumidores encontraron la mezcla muy amarga, no colaba o tupía las cafeteras, hasta el punto de que estallaban, pero al final el paladar del cubano se acostumbró, como a tantas cosas ajenas a sus costumbres que les impuso el nuevo régimen, al nuevo sabor.
Por supuesto que este nuevo producto era de muy inferior calidad al café puro, pero la prensa estatal en un reportaje estimó como inevitable la comercialización de la mezcla para aliviar las costosas importaciones y conseguir así ahorros financieros. Por supuesto que la nueva clase dirigente no se disparaba tamaño invento y ha seguido tomando café 100 por ciento arábiga durante los 55 años de vida de la revolución.

Ante eso los cubanos buscaron la manera de no tomar la mezcla vendida por el Estado, ligada con chícharos, moliendo café en grano comprado en el mercado negro. Algunos se dedicaron a traer clandestinamente café desde Santiago de Cuba y Guantánamo. Recorrían más de mil kilómetros para comprarlo al por mayor, sabiendo que hay más demanda que oferta, y después revendeerlo, pero ya no es fácil conseguirlo, sobre todo por los decomisos en la carretera. Comprarlo en el mercado en divisas, con marcas reconocidas en exigentes mercados mediante las marcas Hola, Cubita, Turquino, Extra Turquino, Serrano, Indiana y la aclamada Crystal Mountain, es menos riesgoso pero está al alcance de pocos bolsillos.
                                    ZARZUELA EL CAFETAL DE ERNESTO LECUONA.

El café, la música y la televisión.

Siendo el café parte inseparable de la cultura de la mayor parte de los países del mundo y en particular Cuba, se impone hablar aunque sea someramente, porque si no sería interminable, del reflejo del café en la música.
Primero hay que hablar de "El cafetal", considerada como la primera zarzuela cubana con textos de Gustavo Sánchez Galarraga y música de Ernesto Lecuona, estrenada en 1929 en La Habana, Panamá y San José de Costa Rica y obtuvo tal éxito que fue proclamada como una victoria del género criollo, donde existe una total recreación a partir de los ritmos tradicionales cubanos, en donde la guajira, el tango congo y la canción resultan géneros de prioridad.

"Ay Mama Inés , Ay Mamá Inés, todos los negros tomamos café." Es una canción que conocen todos los cubanos, dentro o fuera de la isla, Y para aquellos que no se saben el texto, la melodía es ineludible. Y muchas otras como aquella graciosa titulada "En el café" del gran tresero Pancho Amat, donde se expone el uso de la brujería a través del café.


Héctor Luciano Stamponi fue un compositor, pianista y arreglista argentino de tango. Compuso "El último café" (1963)

Llega tu recuerdo en torbellino.
Vuelve en el otoño a atardecer...
Miro la garúa y mientras miro
gira la cuchara de café...

Del último café
que tus labios con frío
pidieron esa vez
con la voz de un suspiro...

Julio Sosa, Roberto Goyeneche,Rocío Durcal y el gran Vicentico Valdés hicieron a mi criterio, impresionantes versiones de esta hermosa canción.
             TODAS LAS VERSIONES SON HERMOSAS, PERO LA DE VICENTICO VALDES                       CANTANDO "EL ULTIMO CAFE" ESTA FUERA DE LIGA.

Y como no hablar de "Moliendo café" canción del músico venezolano Hugo Blanco. La compuso en 1958 y la primera versión grabada del tema fue la de Mario Suárez, que se convirtió en un gran éxito en Cuba . Una versión posterior del propio Hugo Blanco alcanzó el número uno en Argentina en 1961 y de este número se han hecho cientos de versiones por su belleza.

También hay que mencionar la serie de televisión "El último café", de Televisión Española y la famosísima y exitosa telenovela colombiana "Café con aroma de mujer", protagonizada por Margarita Rosa de Francisco y Guy Ecker como una de las telenovelas más populares en la televisión colombiana en el mundo. Y ya que estamos en la televisión, el café es exactamente lo contrario a la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estós solo.

Cafe Cubano en Miami.

Miami, como segunda ciudad de los cubanos, respecto al café hay que decir que dondequiera se puede tomar un café cubano, un café con leche, un cortadito, siguieron totalmente la tradición, hasta en las marcas. Serán granos colombianos, brasileños, nicaraguenses o no sé de donde, de las variedades arábigo, caturra, colombia o borbón, pero el tostado y el aroma me recuerdan, como tantas cosas en esa ciudad, a las de la Cuba que dejamos atrás.

Aparte del ya mencionado café de 3 centavos, Miami me trae el recuerdo de viejos slogans, aparte del ya mencionado de café Pilón, otros como:

Cafe Regil, "donde lo cuelan se cuela"
"Regil rige y regirá"-----
"Cafe Tupy, el único con azafrán."

Y una hermosa imagen que lei en el sitio Web del café Pilón:

"Un buen café lleva todo el sabor de los recuerdos, dulces, amargos, acompañados, solitarios, pero siempre con una pizca de tradición"

     EN EL VERSALLES DE MIAMI, PUEDE HABER CUBANOS EXTREMISTAS           HABLANDO  DE POLITICA, PERO EL AMBIENTE CUBANO Y EL SABROSO CAFE Y LA COMIDA   CUBANA ESTAN PRESENTES COMO EN NINGUNA OTRA PARTE.