domingo, 27 de junio de 2021

El personaje cubano que nunca existió

 


El personaje cubano que nunca existió


Un buen libro y una excelente película basada en esa obra literaria más un comentario de un lector de este blog me dan pie para este artículo, por la similitud de los hechos, al menos en que en ambos casos se trató de personajes que nunca existieron.


El libro Operación Mincemeat (Operación picadillo) de Ben MacIntyre dio pie al filme inglés The man who never was (1956) El Hombre que nunca existió, con la actuación de Clifton Webb, Gloria Grahame y Stephen Boyd, que cuenta la historia real de un hombre que nunca existió, el comandante británico William Martin, que mediante el empleo un cadáver de otra persona,  sirvió para engañar a los nazis sobre los planes de desembarco de los aliados en Sicilia, haciéndoles creer que la invasión sería por Grecia.  Una de las historias de espionaje más destacadas de la Segunda Guerra Mundial que además evidenció la complicidad del gobierno de Franco con los nazis.



Esta historia me hizo reflexionar sobre el caso de que hay muchos personajes de la historia que son muy famosos y que en realidad nunca existieron.  Y no me refiero a aquellos resultantes de la ficción literaria o de otras manifestaciones artísticas, sino de aquellos que muchos dan por sentado que realmente existen o existieron.


Ejemplos más corrientes son el del Tío Sam, el ícono patriótico estadounidense creado por una campaña del Senado y la Cámara de Representantes de ese país como símbolo nacional.


El Rey Arturo, ese tan admirado de la Mesa Redonda, acompañado por el mago Merlín y otros como el Principe Valiente y Lancelot, la espada Excalibur y la isla de Avalon, forman parte de una mágica figura del folclore británico.


Robin Hood, el ladrón que robaba a los ricos para ayudar a los pobres, un héroe medieval inglés que dominaba el bosque de Sherwood.


John Bull es la personificación del Reino Unido, en particular de Inglaterra y se representa como un hombre grueso de mediana edad que vive en el campo y que aunque es alegre y práctico, muestra poco sus emociones.  No es un símbolo de autoridad, como lo es el Tío Sam, sino un hombre común que prefiere la tranquilidad y una jarra de cerveza.  El apellido de Bull lo asocia con la afición inglesa a la carne de res y además para representarlo como son las reses: fuertes, viriles y tercos como un toro.


A Francia lo representan muy bien, el vino, el queso y el pan, otros dirán que El Arco de Triunfo o la Torre Eiffel, pero sin duda alguna Marianne es la personificación de la República Francesa y con ella los valores de "libertad, igualdad y fraternidad".


Uno de los símbolos de España es Don Juan (Tenorio, no lo confundan con el rey emérito delincuente), para los españoles, el llamado Burlador de Sevilla y famoso por sus aventuras con mujeres; Juan Bobo, es el héroe popular de Puerto Rico, el gaucho Martín Fierro puede considerarse un ícono argentino,  y así sucesivamente.


Al final todos los países cuentan con representantes ficticios que responden a sus estereotipos más visibles, y que a veces no reflejan exactamente sus características, como son el relajamiento de los estadounidenses, la elegancia francesa, el misticismo de los mexicanos o la sangre fría de los ingleses. 


Por otra parte hay un grupo de personajes a los que les damos mucho valor y probablemente nunca han existido, como el caso del Rey Salomón, que no ha sido más que un mito sustentado por textos religiosos, pero no hay ninguna evidencia de que haya existido; Juana de Arco, esa valiente guerrera francesa que murió en la hoguera y que fuera santificada, no hay certeza de que haya existido y su historia asociada se refiera a una de las tantas heroínas que murieron quemadas; otro tanto se pone en duda de personajes muy respetados como Homero, ese autor de obras épicas como la Ilíada y la Odisea y Pitágoras, el famoso matemático, de los cuales no hay ningún registro histórico; el Rey Midas, el que convertía en oro todo lo que tocaba, seguramente es el que menos creemos que haya existido.

                    Juan Pablo II con el dictador paraguayo Stroessner.


Personajes que consideramos buenos y no lo fueron tanto


Hay un grupo de personajes que cuentan con mucho respeto porque lucharon contra la injusticia y la violencia y a favor de la paz y la tolerancia hacia los demás.  Pero la realidad es que aparte de su aporte positivo a la historia, todos tienen muchas facetas negativas que nos hace evaluar que también cometieron crímenes contra la humanidad.  Veamos algunos ejemplos, porque al final son seres humanos, imperfectos como todos y no podemos elevarlos a una altura que nadie alcanza.


No voy a mencionar a los Papas, los llamados representantes de Dios en la Tierra, casi todos de muy mala recordación, como fueron Juan XII, conocido como el violador de peregrinas, asesinado por un hombre que lo sorprendió copulando con su mujer; Rodrigo Borgia que adoptó el nombre de Alejandro VI, llego al papado a base de sobornos, fue asesino desde los 12 años de edad y se dice que tenía diez hijos con tres mujeres diferentes, organizaba orgías, coleccionaba amantes adolescentes y cometió incesto con su hija Lucrecia, siendo asesinado por su hijo César; Inocencio X (1644-1655) odiaba a Francia y usó el nepotismo como nunca antes, nombrando cardenal a un sobrido y su cuñada, con la que se decía tenía una relación amorosa, la que decidía todo por él y con la que hizo una inmensa fortuna; Sixto III fue un violador de religiosas, cometió incesto y mandó a encarcelar y envenenar a sus denunciantes, a pesar de lo cual fue beatificado; Juan XI tuvo un papado conocido como "pornocracia" porque las cortesanas influían en las decisiones papales y hasta cometió incesto con su madre; Inocencio III fue el impulsor de la cruzada y la matanza de los cátaros, de los que fueron asesinados 20 mil sin razón alguna; Gregorio IX creó la Santa Inquisición, uno de los más crueles episodios de la historia de la humanidad, donde miles de sacerdotes exhibieron su poder y su sadismo durante seis siglos; Clemente VI disfrutaba escuchar los lamentos de los torturados por la inquisicion, era amante del lujo y tenía varias amantes; Inocencio VIII también disfrutó y organizó las sesiones de tortura de la Inquisición y aplicó tarifas para los supuestos delitos de herejía; Paulo VI fue uno de las papas mas sanguinarios, gran inquisidor, quemó personalmente a cientos de herejes, judíos y homosexuales junto a miles de libros.


Y hasta lo inconcebible, fue elevada a esa posición la llamada Papisa Juana, Papa entre 855 y 857, resulta que era una mujer y que quedó embarazada durante su papado. Pero veamos otros más cercanos y con más refinada hipocresía.


El Papa Juan Pablo Segundo

La Iglesia Católica, fiel a su tradición, hizo que todos consideráramos a Juan Pablo Segundo un santo y nada más lejos de la verdad.  Realmente fue un encubridor de la pedofilia de miles de curas en todo el mundo, estuvo aliado a las mafias italianas, estuvo envuelto en un gigantesco escándalo financiero con la Banca Vaticana y se le atribuyó un papel que no tuvo en el combate contra el comunismo y encima de ello no apoyó a verdaderos cristianos como Monseñor Arnulfo Romero, que luchó por la libertad y el respeto al hombre.  Realmente es un símbolo de la mayor hipocresía.


Madre Teresa de Calcuta.

Otro ejemplo de la falsedad llevada a extremos.  Nos la pintaron como una santa también y resulta que Agnes Gonxha Bojaxhiu era partidaria del sufrimiento de los enfermos para acercarlos a Dios y sus hospitales eran verdaderos lugares de terror y penurias y las grandes sumas que le fueron donadas no las empleó en aliviar esas penas, porque decía que la pobreza, la miseria y el sufrimiento era obra de Dios y solo él debía corregirla.


Walt Disney

Todos lo admiramos por sus bellas obras, sobre todo por haber llenado la vida de los niños de magia y fantasía, pero en el fondo también la llenó de sus ideas, porque era racista y machista, lo que mostraba en sus obras con el desprecio hacia indios, negros y asiáticos, y en el orden laboral era un explotador arrogante que le pagaba a las mujeres mucho menos que a los hombres por igual trabajo.


Bob Marley

El músico jamaiquino, al que muchos ven como portador de un mensaje de amor, paz y esperanza, aparte de ser un drogadicto, exaltado ahora por los partidarios de la legalización de la mariguana, era un hombre violento que golpeaba y abusaba de de su esposa y que concibió con otras mujeres numerosos hijos, de los cuales jamás se ocupó.


Winston Churchill

Considerado por muchos uno de los hombres más destacados del siglo XX, que lo fue sin duda, se constituyó en una de las piezas principales en la derrota del nazismo, pero contradictoriamente toda su vida fue un defensor de la supremacía blanca y mientras en Europa defendía la libertad, en la India, Sudáfrica y otras colonias británicas impuso políticas criminales no muy diferentes de las de Hitler y Stalin, avaló masacres y represiones que no se olvidan.  Un triste lado oculto para una gran personalidad.




Forest-Yeo-Thomas inspiró a James Bond, mientras que Indiana Jones se sustentó en la s hazañas del profesor Harry Bringham


Personajes ficticios que realmente existieron


Existen personajes muy conocidos que pensamos que eran personajes de novela o ficticios y realmente existieron como John Gray, el que inspiró “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde; Sherlock Holmes, probablemente el más famoso personaje de ficción, inspiración de Arthur Conan Doyle, tuvo su imagen real en Joseph Bell, profesor de la Universidad de Edimburgo y una persona de intuición asombrosa y mente muy aguda; Indiana Jones, el profesor aventurero que nos cautivó en los filmes de Steven Spielberg, está basado en un profesor de Yale, Hiram Bringham III, conocido por sus exploraciones en América Latina.


James Bond, el espía por excelencia creado por Ian Fleming, está basado en las atrevidas misiones de uno de los agentes de inteligencia más importantes del Reino Unido, Forest Yeo-Thomas; el popular personaje de El Zorro, que han disfrutado todos los niños hasta el cansancio, está inspirado en las peripecias de Joaquín Murrieta, conocido como el Robin Hood mexicano; el archi asesino Hannibal Lecter creado por Tomas Harris, fue inspirado en el Dr.Salazar, un astuto y refinado asesino mexicano; Vito Corleone, El Padrino de Mario Puzo, se basó en la vida del jefe mafioso italoamericano John Gotti.



Hechos históricos que damos por ciertos y tampoco existieron y hechos ciertos que son negados.


Al igual que damos por cierta la existencia de gente que nunca existió, lo mismo ocurre con hechos a los que muchos no dudan de que hayan ocurrido.


El primero es el más increíble: el cuento de Adan y Eva, el paraíso y la parafernalia de la creación de todo lo que existe por Dios en siete días.


A ello le siguió por supuesto la concepción, existencia y crucifixión de Jesucristo y su resurrección.  No hay evidencias científicas de la existencia de Jesús, mucho menos de sus hazañas, y una lectura crítica de lo que dice la Biblia, todas carentes de fundamento y todas completamente ilógicas.  Una prueba científica es un hecho verificable y reproducible y en este caso no se cumple ninguno de ellos.


El monstruo del lago Loch Ness en Escocia, es una leyenda escocesa que hace referencia a una criatura similar a los extintos dinosaurios que aparece en ese lago desde el año 565 hasta nuestros días, pero que la ciencia se ha encargado de desmitificar.


Mientras tanto hay otros que tienen abundante argumentos y sin embargo las conspiraciones negacionistas los ponen en duda como son el Holocausto judío durante la segunda guerra mundial; el cambio climático y el calentamiento global; la llegada del hombre a la luna con el Apolo 11; las causas del Hundimiento del Titanic; el ataque a las Torres Gemelas el 9/11 del 2001; el incidente de Roswell; el virus del SIDA y ahora del COVID-1; y otras cosas cuyo cuestionamiento se sustenta en posiciones religiosas o políticas principalmente sin ningún respaldo científico, aunque otras solamente se basan en la estupidez humana, que es el elemento más abundante en la naturaleza.

                             Seis misiones llegaron a la luna y doce astronautas pisaron la superficie lunar.

El homo sapiens se calcula que existe desde aproximadamente doscientos mil  años, lo que representa que sobre casi el 98 por ciento del tiempo transcurrido, no existe registro alguno y del resto, buena parte se conoce por referencias orales transmitidas de una generación a otra y además vistas desde la óptica de los que lo cuentan o lo documentan, que no son necesariamente la realidad de lo ocurrido.  Todo ello nos lleva a una reflexión: al menos el 97% del tiempo restante que ha transcurrido desde que nuestra especie pisó la Tierra, está perdido y sin registro alguno.


El ícono de Cuba


Para los cubanos la figura más representativa de este tipo sería Liborio.  Es un personaje del imaginario popular que representa al pueblo de Cuba, simbolizando todos los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su historia, aunque algunos consideran que este es un personaje sumiso y llorón y que le daba mala fama a los cubanos.  Con su guayabera de hilo, su sombrero de yarey, el pañuelo al cuello y el machete al cinto, es la estampa del campesino cubano, siempre dispuesto a desenvainar el machete, pero que no lo hace.  Pero con el tiempo, para representar verdaderamente al pueblo cubano, aparece con una camisa rota, pantalones desgarrados y descalzo.


Si hay una frase muy de moda en la sociedad cubana, o más bien en lo que queda de ella, es : "eso lo paga Liborio".  Así se decía durante la república cuando se denunciaba la corrupción o el robo de los fondos públicos por parte de algún político, que no fueron pocos, pero ahora hay que repetirlo a toda hora, todo lo paga Liborio, el pueblo, mientras una pequeña cúpula gobernante se enriquece. 


Hay una décima de Samuel Feijóo que alude a Liborio:


"A las puertas de la gloria

está San Pedro sentado

y ve llegar a su lado

a un hombre de cierta historia.

No consigue hacer memoria

y le pregunta con celo:

-¿Quién eras allá en el suelo?

-Era Liborio mi nombre».

-Has sufrido mucho, hombre,

entra, te has ganado el cielo."


Liborio se gana el cielo, del que no hay certeza de que exista o más bien hay certeza de que no existe, mientras que ha llevado una vida de trabajo, miseria y privaciones.


Se puede considerar que Liborio es poco optimista, infeliz, abandonado, ingenuo y que inspira lástima, siendo casi un despojo humano, y sin embargo es el símbolo nacional.  Eso explica un poco el por qué se mantiene en el poder la dictadura castrista.  Al final Liborio representa el sufrimiento y el cansancio del pueblo ante los interminables discursos y mentiras de los políticos y que a pesar de que nunca saca el machete, todavía lo lleva a la cintura, aunque ya no sé para qué.


Hace tres décadas que el campo socialista desapareció sin tirar un tiro y sin embargo Cuba sigue montada en el tren que lo lleva hasta el precipicio, por lo que parece que el machete de Liborio está de más.




Personajes cubanos desaparecidos


No son personajes reales, pero en el otro lado están los que realmente existieron y desaparecieron después del triunfo de la revolución de 1959, como son el hielero o nevero, el lechero, el peletero, el afilador, los despedidores de duelo en el cementerio, tamaleros, vendedores de ostiones, estiradores de bastidores, forrador de botones, heladeros, limpiabotas, mecanógrafos, costureras.  Y los maniceros y tamaleros ya no son los de antes, que vendían su producto caliente.


Y han surgido otros personajes inverosímiles, como raspadores de calderos, rellenador de fosforeras, reparadores de paraguas y sombrillas, reparadores de espejuelos, reparadores de colchones y hasta han resurgido los zapateros remendones.  Pero también aparecieron los detectives privados, cuidadores de mascotas, bici taxistas, mototaxistas, tramitadores de visas y pasajes, organizadores de fiestas con músicos o payasos incluidos, y oficios extintos hace mucho, como serenos y sobre todo pregoneros de cualquier cosa.


El pollo del arroz con pollo


Pero toda esta argumentación no tiene otro fin sino abordar un tema que se repite en la prensa y del cual no existe ningún registro histórico.


Existen cubanos que se destacaron y fueron famosos pero que para nosotros son casi desconocidos, y voy a referirme a un caso: Italo Calvino.  Visto así, su nombre nos da italiano y los que hemos leído alguna de sus obras así lo constatamos.


Sin embargo, Italo Calvino, el famoso escritor admirado en todo el mundo, no es italiano como se cree, sino que nació en Santiago de las Vegas, La Habana, aunque de pequeño sus padres, científicos especializados en temas agrícolas, regresaron a Italia. Son conocidas en Cuba sus obras “El barón rampante”, “Marcovaldo” y “Las ciudades invisibles'', pero sobre todas ellas “Las dos mitades del vizconde”, muy disfrutada por todos.


Y si Calvino hubiera vivido en Cuba más tiempo, probablemente no hubiera podido retratar a la tierra donde nació mejor que como lo hizo en "La oveja negra”"


“Había un pueblo donde todos eran ladrones. A la noche, cada habitante salía con la ganzúa y la linterna, e iba a desvalijar la casa de un vecino. Volvía al alba y encontraba su casa desvalijada.Y así todos vivían en amistad y sin lastimarse, ya que uno robaba al otro, y éste a otro hasta que llegaba a un último que robaba al primero. El comercio en aquel pueblo se practicaba sólo bajo la forma de estafa por parte de quien vendía y por parte de quien compraba. El gobierno era una asociación para delinquir para perjuicio de sus súbditos, y los súbditos por su parte se ocupaban sólo en engañar al gobierno”.


Tal parece que está describiendo a la Cuba de hoy, pero no es ese el origen de este artículo, sino de otro personaje inexistente y que encuentra eco en diversas publicaciones digitales como si realmente hubiera vivido: Guillermo Pérez Dressler.

                                                   Gustave Eiffel y sus colaboradores


El cubano que no construyó la famosa Torre Eiffel


Se asegura y se repite la historia, de que nació en Guanabacoa y que contaba con gran talento para el dibujo y la construcción, pero que por problemas económicos de sus padres no logró terminar sus estudios, pero un profesor le gestionó una beca en la Universidad de La Sorbona en París, a donde llega con 16 años, cambia su nombre por el de Guillaume Dressler y se gradúa de arquitecto. Se convierte en un talentoso arquitecto del que se mencionan haber participado en obras como el puente Peronet, la autopista Vichy-Nantes, el edificio Charpentier y la catedral de Bersy, así como la tumba del rey Ludwig II de Bavaria y en hotel Ciboulette du Lac en Montmartre.


Un profesor le presenta a Gustave Eiffel, que andaba buscando un asistente para la construcción de la torre que es el emblema de París.  Se dice que se convirtió en la mano derecha de Eiffel y que diseñó gran parte de la torre y que le fue encargada la supervisión íntegra del proyecto.


La reina Victoria de Inglaterra lo contrata para erigir The Victoria and Albert Museum and Gardens en las afueras de Londres, por lo que parte en barco, el cual naufraga en la travesía y su cuerpo nunca fue hallado.


Se dice que es injusto que se reconozca a Gustave Eiffel como único creador y constructor de la torre que lleva su nombre, aún cuando le corresponde gran parte de su gloria a un cubano.


Esta es la historia que da vueltas por varios sitios en Internet.   Ahora paso a dar mis consideraciones sobre el asunto.

Maurice Koechlin, Émile Nouguier, Stephen Sauvestre fueron los principales diseñadores y colaboradores de Eiffel.


En una tarja, en los bajos de la torre Eiffel, se encuentran reflejados todos los nombres de los implicados en su construcción y el nombre del cubano Guillermo Pérez Dressler, supuesta mano derecha y supervisor del proyecto, no aparece por ninguna parte.


He buscado incansablemente en Internet elementos que sustenten esto hechos y de ello he logrado lo siguiente:


No aparece el cubano en ningún documento relacionado con las obras citadas y algunas de ellas fueron erigidas en tiempos anteriores a su vida profesional y en el sitio oficial de la Torre Eiffel, se dice que el diseño arquitectónico es obra de Gustave Eiffel y los jefes ingenieros Maurice Koechlin y Emile Nouguier, así como el arquitecto Stephen Sauvestre, y fue el seleccionado y ejecutado para levantar la torre que se erigiría en ocasión de la Exposición Universal de 1889.  Eiffel concibió como parte del diseño que se grabaran en una placa los nombres de los 72 ingenieros y científicos que participaron en su construcción, y allí no aparece ni Guillermo Pérez Dressler o Guillaume Dressler.


La foto usada para identificar a Dressler en los sitios que lo mencionan, también es falsa, es  una imagen de 1880 del pintor inglés John Singer-Sargent (1856-1925), y otra imagen asociada al relato y publicada en otras Webs fue obtenida de Photofunia, un sitio de efectos especiales.

                    Eiffel en la cima de la Torre que lleva su nombre.

Se alude a que Eiffel padecía de vértigos y por eso requería de la ayuda del cubano, cosa irreal, porque el ingeniero francés estableció una oficina en lo más alto de la torre en la que recibía a sus invitados.  Es famosa la visita a ese lugar de Thomas Edison, el que le ofreció a Eiffel un espectáculo novedoso, escuchar su fonógrafo clase M, cuya escena ha sido reconstruida como de interés histórico y se puede apreciar en la cima de la torre.


Todo parece indicar que la mentira nació, como otras muchas, en Ecured, la enciclopedia cubana online, plagada de inexactitudes, plagios y falsedades, todas salpicadas de elementos políticos e ideológicos sin sustento en la realidad.  Esta es una historia totalmente falsa propagada por Ecured que trata de hacer creer que la Torre Eiffel no se hubiera erigido sin la participación de un hombre que era cubano y que nunca existió: Pérez Dressler.


Nos hubiera gustado que el símbolo de París y de Francia tuviera un componente cubano, pero no es así.  Esta es solamente otra de las mentiras con que nos ha bombardeado el régimen cubano desde hace más de seis décadas y es muy triste que para lograr un efecto panfletario político se trate de desvirtuar la historia de forma tan burda y poco ética.

A estos idiotas hay que recordarles algo que decía Mahatma Gandhi: Si no tienes religión, yo te recomiendo una: la verdad".

Cuando abras este sitio, ya sabes que las probabilidades de que lo que dice es mentira, son muy altas.













jueves, 17 de junio de 2021

La triste suerte de los jubilados en Cuba


 La triste suerte de los jubilados en Cuba  


Durante muchos años estuve pensando cómo sería mi jubilación, por lo que a partir de mis capacidades busqué y pude insertarme en trabajos de buena remuneración, de manera que ello me ayudara a tener una vejez tranquila o más segura que el cubano promedio.


Los últimos años de trabajo alcancé un salario promedio de 1500 pesos mensuales, que entonces representaba tres veces lo que ganaba un médico, gracias a legislaciones especiales que me vinculaban al pago especial en la realización de programas de radio y televisión y el soporte digital en que estaban soportadas, que era mi trabajo.  Ello hizo que me pudiera jubilar con 1278 pesos, una jubilación que cuando la cobraba en las ventanillas de un banco, causaba admiración, porque la media era inferior a trescientos pesos.



Me fui de Cuba hace diez años y el esfuerzo de toda mi vida, la jubilación, se evaporó como el humo, creo que esto es algo que solamente ocurre en nuestro país porque al final la jubilación  no es un regalo ni un privilegio, sino algo que me merezco porque aporté durante decenios para acumularlo y tener derecho a disfrutarlo.  Muchos norteamericanos se van a vivir a otros países, como México, donde su exigua jubilación, para Estados Unidos, les rinde muchísimo y les permite vivir holgadamente en otros lugares y no por ello pierden el derecho a disfrutarla, porque lo trabajaron.


Pero como decía mi amigo Oliva, Cuba es como el planeta Marte, donde todo lo absurdo puede ocurrir y ocurre.


Todos los jubilados, casi sin excepción, poniendo aparte a los que reciben sistemáticamente ayuda de familiares en el exterior, tienen que vivir del invento, de lo que jamás pensaron, para poder sufragar sus necesidades más básicas, entre ellas la comida.  Un lujo es algo impensable y una rotura de un equipo electrodoméstico es toda una tragedia porque no tienen forma de resolverlo.   La calidad de vida de muchos ancianos se ha visto afectada por la subida de los precios en el sector estatal y la ausencia de productos que antes se comercializaban en las tiendas recaudadoras de divisa.  Y no me refiero al momento crítico que se vive en Cuba, sino a dos decenios atrás o más.


No era ninguna casualidad que los conocidos que se jubilaban, en su mayoría, tenían que buscar un medio de vida que les completara la ridícula jubilación que recibian y con la que era imposible afrontar los gastos mínimos para sobrevivir.   Muchos se dedicaban a vender maní, de los cuales algunos se dedicaban a tostar y envasar para vender a peso el cucurucho.  Otros hacían raspaduras u otro tipo de dulces como coquitos acaramelados, o lo que fuera factible según la disponibilidad de materias primas.   Otros se levantaban bien temprano para hacer cola en el quiosco de periódicos y acaparar unos cuantos ejemplares para revenderlos a peso, mientras otros se ubicaban convenientemente para cuidar los baños de restaurantes, ofreciendo papel y jabón a cambio de una propina, y algunos se adueñaron de una calle o parte de ella para ofrecerse a cuidar el carro parqueado para evitar un robo, que al final si ocurría, ellos no podian responder ni lo hacían.



Surgió o más bien se inventó el servicio de mensajero, en tiempos cuando el abastecimiento era mucho mejor que ahora y que representaba ir varias veces al día a la bodega o a otros establecimientos, para llevar los mandados a las casas.  Algunos se especializaron en cargar y rellenar las balitas de gas, cuyo abastecimiento normado normalmente se encuentra en lugares alejados, por lo que era un trabajo, aparte de mas peligroso, de mucho mayor esfuerzo que no todos podían realizar.


Y los más pobrecitos quedaron para vender cigarros sueltos o por cajas, jabitas de nailon, jabón o lo que apareciera, o para hacer colas donde fuera necesario a cambio de un pago, sobre todo cuando aparecía la papa vendida por la libre o en lugares de trámites del registro civil u otros, colas en las embajadas, para entrar a un banco o lo que fuera que les reportara cualquier suma, por ridícula que les pareciera, pero que era un alivia a su inmensa necesidad.



Estados Unidos: el paraíso de los jubilados cubanos.


Sin pensarlo siquiera, yo he sido uno de los jubilados cubanos que he encontrado un paraíso en Estados Unidos.  Mis historias con emigrar de Cuba ya las he narrado varias veces en este blog y sobre todo la disyuntiva que se me presentó en 1980 de irme con mi mujer y mis hijos por el Mariel con mi padre, pero el costo familiar por la situación en ese momento con la salud de mis suegros hizo que determináramos quedarnos, renunciando así a un sueño que probablemente no se repetiría.


Otras posibilidades tuve de quedarme en otros países, pero estaba claro que mi familia no la  dejaba atrás, por muchas consideraciones que hubiera , y que era el pensar de mucha gente, de que estando fuera de Cuba los iban a ayudar económicamente y más tarde a emigrar.  Nunca estuve dispuesto a pagar ese precio, así que todo lo que quedó fue esperar a que mis hijos tomaran su determinación de si querían vivir en un país como Cuba o ser libres en todo sentido.  Yo sabía la respuesta pero les correspondía a ellos esa decisión.   Además ya había vivido la experiencia de mi amigo Jaime que se quedó en Canadá en 1989, su familia se desintegró y vino a ver a sus hijos más de veinte años después.  Eso no podía ocurrirme a mí.


Como he narrado, mi hijo menor Alexander se fue a vivir a Argentina en 2003 y dos años después a Estados Unidos y mi hijo mayor Carlos, fue a México en 2010.  Así y todo sabíamos que iban a comenzar una nueva vida y llevar con ellos a vivir y mantener a sus padres era una distracción importante en lo que les esperaba, por lo que nunca presionamos con eso.


Por supuesto que teníamos esperanzas de viajar de visita a ambos países para saber cómo vivían y volver a verlos, pero ellos tomaron la decisión por nosotros, que fue irnos a vivir un tiempo a México y después a Estados Unidos.


Por supuesto que México, país al que queremos mucho, y al que nos unen muchos lazos afectivos, no solo por mi hijo, sino por mi nuera Pilar, no tiene una política de protección a las personas de la tercera edad y su sistema de salud es mucho más deficiente que el de Cuba.  Eso principalmente, a lo que se le sumó un elemento más importante, la aparición de nuestro primer nieto en Miami, nos hizo decidirnos ir a vivir a Estados Unidos.


Pero allí encontramos mucho más de lo que pensábamos.


Mientras los norteamericanos al jubilarse buscan un país donde el costo de la vida sea menor, los cubanos jubilados tienen en Estados Unidos, a pesar de considerarse por sus ingresos, que su vida está por debajo del umbral de la pobreza, lo que jamás tuvieron en su país, por muy encumbrada que fuera su posición.


Muchos cubanos jubilados vienen a Estados Unidos principalmente para estar con su familia y no quedarse solos, pero se encuentran con una realidad: la familia aquí ya no es lo que era en Cuba, sino básicamente la constituida por los padres y los hijos menores.  El resto debe buscar su ubicación aparte.  No es que sean desatendidos, pero no es lo que acostumbramos.  Los nietos van a visitar a los abuelos pero no comparten su vida completamente como acostumbramos en Cuba.  


Eso para nosotros en particular y para muchos, es una dura realidad y no quiero pensar en aquellos en que la pareja pierde uno de sus miembros.  Es más duro aún. 


A pesar de todo están presentes los beneficios que le permiten a los cubanos de la tercera edad pagarse una renta, recibir una ayuda para alimentos, disponer de transporte público y telefonía celular gratis y contar con los servicios de salud desde lo más simple hasta los de mayor gravedad sin pagar nada, incluyendo todo lo relacionado: medicinas, atención dental y de la vista.  A nada de eso se puede aspirar en Cuba, por lo que viene a ser una especie de compensación por la mala vida que tuvimos en nuestro país, además de tener a nuestros hijos relativamente cerca.


Llegar a viejo en Cuba y en Estados Unidos.


La gente de mi generación trabajó toda la vida pensando que al final de la vida tendría su recompensa con una existencia tranquila y segura, al margen de los vaivenes políticos de nuestra islita.


Mientras tanto los americanos no piensan mucho en la jubilación, sino en cómo crear una economía sólida que les permita al fin de la vida no solo contar con un retiro decente, sino también con propiedades, que siempre son un respaldo importante.  Así es que llegan a la edad de retiro con al menos una casa y un carro, una cuenta en el banco y una prestación de seguridad social que les permite vivir.  Como vimos, algunos prefieren irse a vivir a un lugar donde la vida sea más barata, sin tener en cuenta que cosas como la medicina no respaldan el natural deterioro de las personas de mayor edad.  Pero al final son libres de determinar lo que quieran hacer.


En Cuba no hay opciones, con la edad se pierde la autonomía económica, se crea una mayor dependencia y necesidades de cuidado, por lo que los que piensan de forma más “moderna”, desvalorizan a las personas por su edad, sobre todo por la pérdida de valores de la sociedad cubana.


En particular las mujeres, que durante gran parte de su vida conciliaron sus obligaciones laborales con la atención a la familia, en algunos casos abandonando o interrumpiendo el trabajo para hacerse cargo de los padres, esposos o hijos, cuando llegan a la vejez, siguen siendo los principales elementos en la atención de otros, por lo que son las más sacrificadas y muchas veces las menos valoradas.  Como género, la mujer vive más que el hombre, pero no tiene mejor calidad de vida.



Cuba: un país envejecido

Según datos de la ONU, en el año 2018, por vez primera en la historia, mundialmente las personas de más de 65 años, son mayor cantidad que los niños menores de cinco años, lo cual muestra que la población mundial está envejeciendo.


Pero en el caso de Cuba el tema es mucho más grave, ya que nuestro país, al ritmo que va, donde en estos momentos es el país más envejecido de Latinoamérica, se estima que en 2050 será el segundo país más envejecido del mundo, con un tercio de la población con más de 60 años


También hay otro elemento muy gráfico, y es que en Cuba casi el 65 por ciento de las personas mayores dejaron de trabajar antes de cumplir con los requisitos para recibir prestaciones de la seguridad social, siendo mayoría las mujeres que se vieron obligadas a ello por la necesidad de cuidar a hijos, padres o esposos. De ahí que las mujeres cuenten con menos ingresos monetarios, ya que muchas no están ya en el mercado laboral ni tienen ninguna jubilación.


En Cuba, la mayoría de las personas mayores salió del empleo antes de cumplir con los requisitos para acceder a los beneficios de la seguridad social (64,5 %) y esto constituye una práctica más frecuente entre mujeres. Por su parte, existe un porcentaje significativo del total, lo que se compensa por el hecho de que la ayuda de familiares en el exterior están destinados principalmente a mujeres.  


Los ideólogos de la revolución cubana dicen que la población ha envejecido no porque las condiciones de vida sean tan duras que la gente prefiere tener hijos o porque los jóvenes tienen una sola meta en su vida, irse del país, sino porque gracias al sistema socialista la esperanza de vida del cubano ha aumentado hasta 76,5 años y ello se ha conseguido en un lapso menor que lo que demoraron los países europeos (como si en esos países no hubiera existido una guerra tan devastadora y los conflictos posteriores que deterioraron éstos indicadores sensiblemente),


Si algo han aprendido los dirigentes cubanos del antiguo campo soialista, es no solo a mentir descaradamente, sino a encontrarle explicación a su favor a absolutamente todo.


No country for old men


“No es país para viejos” es una película fuerte, como casi todas las de los hermanos Coen, también podía haberse llamado "no es un lugar para los débiles" o " no es un lugar para los jubilados" y todas esas interpretaciones me llevan a pensar que en lugar de haberla ubicado en Texas, perfectamente podía haberse tratado no con su argumento de  la apropiación de dinero ajeno y la persecución para recuperarlo, sino que podía situarse en Cuba, confrontando a dos jubilados que pretenden vender maní en la misma parada de la guagua, o ser los parqueadores o mas bien cuidadores del mismo pedazo de calle y los conflictos derivado de esa lucha por la supervivencia de los viejos en la Isla.


Definitivamente Cuba no es un país para viejos, de hecho no es siquiera para jóvenes y por eso ellos se largan, pero a los viejos, en su inmensa mayoría, no les queda ni siquiera ese recurso.


Solo les queda volver a repasar lo que ya saben, que sus ingresos no les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas ni siquiera en un porciento mínimo, por lo que las privaciones, carencias y miserias que lo amenazan, tienen que ser resueltas ya no saben cómo.


Porque  llegar a viejo en Cuba es la última carta de la baraja.


El cuento de la vejez digna en Cuba.


Siempre se dijo por las autoridades gubernamentales que una buena siembra representaba una buena cosecha, pero la triste verdad es que esa no era sino otra frase vacía de las tantas que nos han bombardeado durante más de medio siglo.


Si algo tiene la vejez en Cuba es que es cualquier cosa menos digna.  


Si las personas que trabajan, ya sea para el Estado, o ahora en forma privada, tienen una lucha tremenda para subsistir, qué podía esperarse que sucediera con los ancianos, dependientes mayormente de un monto de seguridad social, sino que cayeran por debajo de la línea de la mayor pobreza, que con las medidas económicas que cada dia van introduciendo para mantener la vitalidad del sistema socialista, o sea, que el régimen pueda mantenerse en el poder, cada día afecta más a los que tienen menos.


Varios especialistas en economía concluyen que la masa de personas en pobreza incluye al 51 por ciento de los habitantes del país, incluyendo casi la mitad de la fuerza de trabajo estatal, los pensionados y los que viven de la asistencia social, es decir 5,7 millones de personas.


Y no son solamente los ingresos, sino la calidad de vida.



La vivienda y otros problemas sociales


Los problemas de la vivienda pueden resultar muy frustrantes para la gente joven que quiere crear una familia y tener hijos, pero sin duda a quien más afecta es a las personas mayores, que además de tener problemas con su privacidad, su comodidad y el espacio, están afectadas, sin poderlo solucionar, por el deficiente estado de los inmuebles, problemas con el suministro de agua y el saneamiento, el suministro de electricidad y el uso de combustibles para cocinar.   


Como es lógico, las personas mayores no se sienten motivadas, ni pueden en su mayoría, dedicarse a mejorar sus condiciones materiales de vida, a lo que se suma que su participación en actividades de entretenimiento y esparcimiento son casi nulas y sin vínculos con otras personas y grupos sociales, lo que se agrava por el elemento que mencionamos del rechazo a los viejos por la pérdida de valores que siempre existieron y que rendían respeto y veneración hacia los más viejos, fueran o no de la familia.


Además los viejos deben ocuparse ellos mismos de resolver sus problemas, por lo que son altamente vulnerables y están obligados a resolver problemas que a los jóvenes les cuesta trabajo como son los derivados de la falta de alimento, de transporte y de medicinas, largas colas e insatisfacción con casi todo.


Si a eso le sumamos la carencia de un sistema efectivo de atención al adulto mayor, que solo tiene algunos visos y no llega al alcance de muchos, pues de veras los viejos, en muchos casos, están sufriendo una especie de muerte en vida.  Y no se trata, como todo en Cuba, de una carencia total de recursos, sino de destinar los recursos a aquellos que más lo necesitan.  Para otras cosas, como actividades políticas, viajes de dirigentes y mantenerles a la nueva clase un nivel de vida holgado, siempre aparecen los recursos, más los que se han robado y tienen en el exterior los grandes personeros del gobierno.


A los viejos, ya vivieron bastante, que los parta un rayo, menos a Radul Castro, que a ese le hemos comprado 16 elevadores personales para ubicarlos en sus distintas mansiones en toda la Isla.   Para eso se hizo una revolución del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, para eliminar a los explotadores.


Si las personas que trabajan, ya sea para el Estado, o ahora en forma privada, tienen una lucha tremenda para subsistir, qué podía esperarse que sucediera con los ancianos, dependientes mayormente de un monto de seguridad social, sino que cayeran por debajo de la línea de la mayor pobreza, que con las medidas económicas que cada dia van introduciendo para mantener la vitalidad del sistema socialista, cada día afectan más a los que tienen menos.


No es que en todos los países del mundo los jubilados vivan cómodamente, pero al menos mi experiencia como jubilado cubano en Cuba, comparado con mi condición de beneficiario de la seguridad social en Estados Unidos, no tiene la más mínima comparación.  Puede haber un millón de problemas y defectos en este país, pero aquí se respeta la dignidad humana.


No se crean mucho la historia de los “homeless” o vagabundos, ellos viven así porque así lo prefieren, no se acogen a los beneficios de los desempleados porque no quieren trabajar y muchos son enfermos mentales o viciosos, desajustados sociales o delincuentes que no tienen cabida en la sociedad.  El umbral de la llamada “pobreza” en Estados Unidos es un escalón muchísimo más elevado que el nivel de vida de los profesionales en Cuba.


Pobreza es otra cosa, es la que vi en Argentina, en México y sobre todo en Cuba, porque además de la miseria está acompañada de la falta de esperanza.   Los que justifican el por qué de la revolución, nos muestran fotos de la pobreza extrema que existía; entonces era un porciento de la población, ahora es casi la totalidad.


Afortunadamente estoy entre ese grupo de cubanos que estamos viviendo la última etapa de la vida en Estados Unidos, un país para viejos.


























 





lunes, 14 de junio de 2021

La contra



 La contra


Seguramente que a la mayoría de las personas a las que le hablen de “la contra”, van a pensar en las bandas paramilitares financiadas por Estados Unidos que lucharon para intentar derrocar al gobierno comunista del  Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que gobernó Nicaragua luego del derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza y su familia en julio de 1979.


Lo cierto es “los Contras”, llevaron a cabo miles de ataques terroristas y violaciones de los derechos humanos, lo que fue tratado de minimizar particularmente por la presidencia del cowboy Ronald Reagan el que se vio en aprietos porque su participación en el entrenamiento, armamento y financiamiento fue probada en la Corte Internacional de Justicia.  Precisamente fue el escándalo Irán-Contra o Irangate lo mas sonado de la corrupción de este gobierno republicano (no les bastó con el descalabro de Watergate y Nixon), porque Estados Unidos vendía armas ilegalmente a Irán para financiar a los Contras, los cuales actuaron ejecutando crímenes de guerra durante diez años.


Aparte del inventor de este acto ilegal, el orquestador de este crimen fue Oliver North, condenado por el hecho pero perdonado como casi siempre ocurre con los mayores delincuentes, y ahora es comentarista de la cadena Fox (¿de cuál si no?) y está al frente de la archi reaccionaria Asociación Nacional del Rifle, una de las responsables de que Trump haya llegado a la Casa Blanca y también de promover la cultura de las armas en un país en el que no pasa un dia en que no haya hechos de sangre debido al descontrol en la tenencia de armas, lo que se defiende como un derecho de una enmienda a la Constitución que lo único que logra es que Estados Unidos esté a tono con un par de siglos atrás y al nivel del salvaje oeste en un país de un mundo que se dice que es civilizado.  Un fenómeno que en los países con mayor nivel de desarrollo no se ve, sino todo lo contrario, un estricto control al respecto.


Pero no es de esos o esa “Contra” de lo que vamos a hablar, sino de “la contra” que nos daban en la bodega cuando niños.


También debo mencionar que en mis tiempos juveniles e infantiles, las personas más educadas no decían coño, sino "contra", como forma de quejarse de que algo no salió como esperaban o simplemente como asombro.  La gente era más respetuosa y tolerante y los más jóvenes veíamos como algo insólito el decir una mala palabra delante de personas mayores, no saludar o hablar cuando no le han preguntado nada.  En ese sentido el mundo también está yendo hacia el Wild Wild West.


Pero “la contra”, la material, la de la bodega, iba mucho más allá de eso, era una forma, si se quiere inocente, de aliviar el presupuesto familiar o mejor dicho, de dar esa idea, aparte de complacer o atraer a los menores.


El bodeguero


La bodega era una parte inseparable de la vida y la cultura del cubano.   Eran muy pocos y aislados los supermercados, destacando las cadenas Minimax y Ekloh, ubicados más bien en repartos residenciales o barrios de gente pudiente, mientras que en casi cada esquina del resto de la ciudad había, sin falta, una bodega, y en muchos tambien un puesto de chinos que vendia frutas, hortalizas y viandas aparte de frituras y helados y en otras esquinas eran acompañados por una carnicería o una pollería.


Las bodegas, en Cuba, no son el lugar donde se guardan los vinos ni el depósito donde se lleva la carga en los buques, sino una tienda de muchos tipos de mercancías alimenticias, de limpieza y belleza, con estantes que llegaban hasta el techo, siempre bien surtidas y en ninguna faltaba una barra de madera preciosa, donde se consumían bebidas y un saladito, que iba mejorando su calidad en la medida que aumentaba el consumo del parroquiano mientras se jugaba cubilete.  Recuerdo una bodega a la que iba bastante a menudo después de almorzar, los días que no iba a mi casa al mediodía, donde compartimos un par de mojitos con unos camaroncitos secos hasta regresar al trabajo.


En la bodega, salvo cárnicos y vegetales, se podía abastecer la familia con casi de todo, y recuerdo que había una práctica casi universal de fiar y cobrar a fin de mes.  Para ello había una libreta en la que el bodeguero, con su lápiz en la oreja, apuntabalo consumido.  A los muchachos nos gustaba que nos enviaran a buscar los mandados, porque siempre nos ganamos una contra de galleticas, caramelos o bombones.  Otras veces, ya junto con mandados de mayor valor, la contra consistía en sal, azúcar y otros insumos que no había necesidad de comprar porque eran "de contra", aunque fuera muy poco lo que se recibiera.


Pero para los niños, el que nos enviaran a la bodega a buscar algo era comparable con el cuento del Ratoncito Pérez que siempre nos dejaba una moneda, un dulce o un juguete cuando se nos caía un diente de leche


No en balde surgió y se volvió tan popular la melodía de Richard Egues "El Bodeguero", haciendo alusión a que se liquidara la deuda mensual con el estribillo: "toma chocolate, paga lo que debes...", aunque lo cierto es que ni el bodeguero apuntaba nada que no se hubiera consumido y la gente tenía como prioridad liquidar su deuda con el gallego o asturiano, que eran los principales propietarios de las bodegas habaneras.  Ese era básicamente un juego muy limpio entre el bodeguero y el marchante, que es como se le decía al cliente.


Otras “contras”.


Pero no era solo en la bodega donde la gente quería la contra o "ñapa", como también se le llamaba, al chino del puesto de viandas se le pedía un tomatico, una cebollita o un poquito de perejil; en las tiendas de polacos en la calle Muralla, se le pedia al tendero unas pulgadas más de la tela a comprar; en la florería se pedían unas florecitas o unos espárragos o adornitos más al ramo; en la barbería te ibas a pelar y te daban un retoque al bigote; en el cine las mujeres querían entrar al niñ porque lo iban a sentar en las piernas; y  hasta había los que querían la contra completa: leerse el periodico completo sin comprarlo.


Sin embargo había otras contras más sustanciosas, como era la resultante de ir a un almacén (una bodega grande que incluia venta al por mayor) donde en muchos casos los dueños eran chinos, recuerdo en la Calzada del Cerro la llamada "La Mía" o “El Asia”, dos de los nombres más recurridos para esos establecimientos, situada casi frente al cine Edison, donde el arroz costaba medio centavo menos la libra que el que vendía el gallego o el bodeguero cubano, por poner un ejemplo de un producto, por lo que el negocio era comprar más cantidad.   Y la "Contra" allí era, en dependencia del volumen de la compra, de libras de azúcar, sal, paquetes de café, paquetes de galletas y otros productos, sin olvidarse las golosinas para los niños acompañantes, que nunca faltaban.


En los puestos de chinos era costumbre regalar a los marchantes habituales, acompañados de sus niños, plátanos fruta, una guayaba, un mango u otras frutas de estación, como una forma de agradecer la fidelidad como clientes.


En el comercio minorista de alimentos no se ganaba mucho y sin embargo se empleaba esta práctica de dar la contra como una forma de agradecer la compra sistemática.


Ese razonamiento hacia que entonces no se sabía ni cuando abrían ni cuando cerraban, a cualquier hora que pasaras por allí, estaba a tu disposición y a eso ayudaba que muchos bodegueros vivían en la parte trasera o encima de la bodega, lo  que hacía que el bodeguero se pareciera más a un esclavo de su negocio que un propietario.


Más que dueño, el bodeguero era en verdad un esclavo de su negocio.


La gente de mi generación recordará sin duda alguna el Banco Núñez, que llegó a ser el cuarto banco comercial y nacional de Cuba por sus depósitos y que a partir de ello se diversificó con grandes inversiones en la industria, principalmente la azucarera, los servicios y los bienes raíces.


Esa es la historia de Carlos Núñez, el bodeguero que comenzó como dependiente de una bodega mixta en Gibara y después fue carretonero de caña de azúcar y trabajar en las colonias cañeras, tras lo cual mediante créditos compró tierras y fundó un banco, la génesis de una de las empresas cubanas más rentables, todo ello sin valerse de herencias , relaciones políticas o lazos familiares y sin una instrucción que fuera más allá de la primaria.


El bodeguero que se volvió uno de los personajes más ricos de la Isla,está muy lejos de ser un ejemplo de ese oficio, sino todo lo contrario, la mayoría de los bodegueros vivieron una existencia de mucho trabajo y muy pocos ingresos, de mucha lucha y de pocos réditos.




                 Lo que va de ayer a hoy en la bodega cubana.


La bodega socialista.


La contra murió junto con la llegada de la revolución, pero ni siquiera los estúpidos artífices de la estatalización de todas las propiedades fueron capaces de comprender la magnitud y la gravedad que ese cambio traería para los cubanos.


En Cuba el bodeguero no sucumbió ante el empuje de los nacientes supermercados, por ello  se hubieran modernizado sin duda alguna, sino que desaparecieron como institución intrínseca de nuestro modo de vida, gracias al sistema socialista y su naturaleza destructiva.


Con la bodega socialista no solo la contra desapareció, con ella se esfumó el pesaje fiel, el sobrante resultante era apropiado por el bodeguero, que ya no es el dueño, sino un empleado del Estado, y que roba para engrosar su peculio y hasta para vender la mercancía robada como si fuera suya, lo que ha sido medio de vida de muchos durante varias decenas de años.



También desaparecieron los cartuchos y el papel para envolver, así como el papel parafinado para despachar el jamón, el queso, las aceitunas, las pasas, las alcaparras y los chorizos con su mantequita y la manteca de puerco.


Se suspendió la venta de algunos alimentos y bebidas alcohólicas, que junto con los productos de aseo y de quincalla y el acortamiento de los horarios de venta, hicieron que la gestión comercial cayera vertiginosamente.


Las grandes neveras comerciales se deterioraron y los estantes cada vez están más vacíos o cogieron comején.  Las pesas sofisticadas desaparecieron y las de plato o de mostrador están todas arregladas para robar.


 Una de las instituciones más representativas del país no es más que un reflejo de lo que ha ido sucediendo con la nación.   Las bodegas cubanas han visto que su papel de repartir los productos normados, que cada día son menos, hace que estas solo tengan público el día que se abastecen determinados productos, mientras que el resto del tiempo parecen estar llenas de telarañas.


Por eso ya al bodeguero no se le puede cantar la canción de Richard Egues cuando decía: “Bodeguero, ¿por qué tan contento está?, porque ahora se han convertido en un lugar donde para nada están contentos, y los más viejos pueden ver que el ocaso no solo ha llegado para ellos, para la bodega ha aparecido mucho antes.


Pero sin embargo, el bodeguero sigue siendo uno de los personajes de nuestros primeros años de vida que simple vamos a reivindicar en los recuerdos.  Por eso me parece estar escuchando sonar la victrola, mientras el bodeguero abre la gran nevera y saca una cerveza, la abre y mientras la chapa cae al suelo y le pone un saladito al marchante, oigo la música de fondo que dice:


“Vete a la esquina y lo verás, 

que atento siempre, te servirá; 

anda enseguida, córrete allá, 

que con la plata lo encontrarás, 

del otro lado del mostrador, 

muy complaciente y servidor…”




domingo, 13 de junio de 2021

Rompiendo un mito: la conquista de América por los españoles.



 Rompiendo un mito: la conquista de América por los españoles.


“Ahora es Cuba

Y luego fue la sangre y la ceniza.


Después quedaron las palmeras solas. 


Cuba, mi amor, te amarraron al potro,

te cortaron la cara,

te apartaron las piernas de oro pálido, 

te rompieron el sexo de granada,

te atravesaron con cuchillos,

te dividieron, te quemaron.


Por los valles de la dulzura


bajaron los exterminadores, 

y en los altos mogotes la cimera

de tus hijos se perdió en la niebla,

pero allí fueron alcanzados

uno a uno hasta morir,

despedazados en el tormento 

sin su tierra tibia de flores

que huía bajo sus plantas.


Cuba, mi amor, qué escalofrío

te sacudió de espuma a espuma,

hasta que te hiciste pureza, 

soledad, silencio, espesura,

y los huesitos de tus hijos

se disputaron los cangrejos.”


Pablo Neruda



Hace más de medio milenio, Cristóbal Colón, viajando hacia lo desconocido en busca de una vía marítima para llegar a Asia, llegó por equivocación a lo que después se conocería como América, el Nuevo Mundo.  Sin saberlo encontró un verdadero paraíso.  El plebeyo del que se dice que tenía origen judío, ambicioso, de muy mal genio, desconfiado y receloso hasta de su sombra y obsesionado con el oro, cumplió con creces la encomienda de los Reyes Católicos, y se puede considerar el responsable de lo que los conquistadores trajeron a nuestras tierras, de lo que se llevaron y de la herencia que nos han dejado. 


Otras fuentes dicen que Cristobal Colón era realmente de apellido Colom de Cataluña y se lo cambió porque tenía problemas con la justicia y lo sustentan en que aunque se asegura que había nacido en Génova, solamente hablaba castellano y portugués, otros aseguran que su apellido, en lugar de Colombo era Colonna.  Hay que recordar que en esos tiempos ni Italia ni España existían como países, que la mitad de la península italiana era territorio del reino de Aragón y que Castilla dominó a casi todo el territorio italiano poco después de Colón, por lo que los romanos conquistaron a la península ibérica y después los ibéricos conquistaron a toda Italia.  Pero además Colón vivió veinte años en Madeira, una posesión portuguesa y realizó expediciones en el norte de Islandia para la Corona de Portugal, la que se negó a financiar su aventura en busca de las Indias y por eso se acercó a los Reyes Católicos.


Al final la versión más aceptada es que Colón era un marino genovés que pudo convencer a Isabel la Católica, entonces reina de Castilla para en su nombre hacer un viaje de exploración para llegar a Catay (China) con una ruta de navegación desconocida hacia el oeste.


Por el temor a lo desconocido y como solución idónea para comenzar una nueva vida, América se convirtió en el refugio de judíos, árabes, gitanos, criminales, aventureros en su gran mayoria jóvenes y analfabetos que venian a arrasar con todo lo que se encontraran.  Junto a ellos militares desocupados y curas, se erigieron en los jefes de esa tropa indeseable y fueron los que pasaron a la historia como grandes conquistadores, pero también como grandes depredadores.



No solo se llevaron el oro y la plata de América, acabaron con buena parte de entre 50 y 100 millones de habitantes nativos, algunos como los Aztecas y los Incas con civilizaciones muy diferentes a la europea, pero más desarrolladas en otros aspectos.  El oro, sin valor comercial para los indígenas, fue el centro de su desgracia.  Los españoles no encontraron, como pensaban, monstruos, dragones, gigantes, sirenas y otras fantasías, sino un mundo que les ofrecía todo lo que para ellos era riqueza: el oro, la plata, las piedras preciosas.  Por ello mataron, saquearon templos y tumbas y de paso nos dejaron las ratas, los piojos, las pulgas, la viruela, el sarampión, la gonorrea, la tos ferina, las paperas y la lepra.  Por suerte nos dejaron la gallina, el caballo, el cerdo, y se llevaron tesoros como la papa, el maíz, el tomate, el aguacate, el ají y el cacao y cambiaron para siempre la gastronomía mundial y una enfermedad terrible: la sífilis.


Y América se llama así porque Américo Vespucio defendió y demostró que aquellas tierras eran un continente y no Asia como decía Colón.  Lo que debía haberse llamado Colombia tuvo otro nombre por la tozudez de Colón, el que llamó "indios" a los nativos del nuevo mundo.


La religión católica se implantó por la fuerza de la espada y la lanza, miles fueron torturados, cortados en pedazos, decapitados o quemados y casi todos esclavizados y obligados a trabajar en las minas.  Cuando entre el trabajo esclavo, los asesinatos y las nuevas enfermedades  acabaron con los indigenas, trajeron negros africanos arrancados de su tierra violentamente para convertirlos en esclavos, los que eran vendidos como un caballo o un objeto.


Esa es la triste historia de la conquista de América, que de paso desangró también a África.  Me pregunto: ¿vale la pena celebrar el hecho como algo que se conmemora con alegría?, soy de los que piensan que no, que si hubiera sido a la inversa y una expedicion azteca hubiera llegado a España y la hubiera dominado a la fuerza y sacrificado a sus habitantes para ofrecerle el corazón palpitante a Quetzalcoatl, lo hubiéramos visto como un hecho aborrecible.  Por eso no puedo compartir y celebrar la masacre más grande que ha existido en las historia de la humanidad.


Lo ocurrido en América no fue un descubrimiento, sino una invasión. ¿Día de la raza?. ¿Qué raza?.



Las venas todavía están abiertas


Las Venas abiertas de América Latina es una obra de Eduardo Galeano que establece puntos de comparación entre las culturas americanas precolombinas y las de los colonizadores, un acercamiento a la realidad de lo que se ha llamado el descubrimiento de América.


¿Pero quién descubrió a quién?, diría más tarde Juan Luis Guerra en “El Costo de la Vida”:


"Somos un agujero

en medio del mar y el cielo

quinientos años después.

Una raza encendida

negra, blanca y taína

¿pero quién descubrió a quién?".


Es por eso que al cumplirse quinientos años del hecho se levantan muchas voces devaluando lo ocurrido por las crueldades que trajo consigo, y sobre todo a quién benefició, de ahí que se cuestione quién descubrió a quién, que cese de hablarse de descubrimiento lo que debía llamarse encuentro entre dos culturas.


La llegada de Cristóbal Colón a estas tierras, porque en vida no supo siquiera que era un continente, está considerada como uno de los hechos más importantes de la historia universal por las consecuencias que tuvo para el mundo entero, y abrió la puerta para la conquista mundial por las potencias europeas.


Según Galeano “En 1492 los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en América, descubrieron que estaban desnudos, descubrieron que existía el pecado, descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo, y que ese dios había inventado la culpa y el vestido y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.


Esa es la cruda realidad de la conquista, al igual que haría el comunismo siglos después, los conquistadores, trastocaron toda su cultura para ajustarla a lo que se acercara y respondiera a sus intereses y borrara el pasado.


La conquista tuvo un solo trasfondo, hallar nuevas tierras para apropiarse de sus riquezas a toda costa, beneficiar a la corona española y personalmente a los conquistadores.  El trabajo esclavo, la obtención de tesoros y la justificación de inculcarles la fe cristiana a cómo tocara, eran los objetivos de esa empresa y a consecuencia de ello América fue sometida durante siglos al robo de sus riquezas y el sojuzgamiento, abuso y muerte de gran parte de sus habitantes autóctonos.


Se calcula que solamente en el primer siglo y medio de conquista más de 17 mil toneladas de plata y 200 toneladas de oro llegaron a España, convirtiéndola en el imperio más rico de la época, todo lo cual en lugar de ser empleado para el desarrollo, fue despilfarrado.  Eso sin hablar de otros tesoros mayores, como son los alimentos encontrados en el nuevo mundo, que se considera hoy constituyen las tres cuartas partes de lo consumido mundialmente.


Si pudiéramos preguntarle a cualquier habitantes de los pueblos originarios del continente qué fue la conquista española, respondería sin dudar que fue la invasión y saqueo total de sus tierras y la esclavitud y sufrimientos de sus habitantes.


Mientras tanto los cronistas de la conquista la describen como una heroicidad, pero lo cierto es que fue uno de los hechos más abominables de la historia que acabó con poblaciones completas, como fue el caso de Cuba, y conllevó la matanza y tormento de los pueblos indígenas, que se vieron privados de su libertad y sus costumbres, imponiendo la religión católica a la fuerza.   

                                   https://www.wikiwand.com 


Hay una figura controvertida de la cual nos dijeron cuando niños que era el protector de los indios, Fray Bartolomé de las Casas, pero éste dijo que la conquista de América había sido una de las maravillas de la historia. No importa que Neruda, que como ser humano también se equivocaba como le ocurrió con Stalin y Fidel Castro, hubiera dicho de de las Casas: “Pocas vidas da el hombre como la tuya, pocas sombras hay en el árbol como tu sombra”.

El padre de Bartolomé, quien estuvo en el tercer viaje de Colón, fue de los que trajo 600 indígenas esclavos, de los cuales le regaló uno a su hijo.  Se embarcó hacia la Española, donde por sus servicios a Nicolás Ovando recibió su propia encomienda.  Regresó a España, donde se ordenó sacerdote y volvió a la Española, ahora bajo el mando de Diego Colón, quien le dio otra encomienda y seis años después se dirige a Cuba, donde con otra encomienda explota el poco oro que quedaba en la Isla.


Es durante esos años que se dice que va ganando conciencia del abuso con los verdaderos dueños de las tierras "conquistadas", pero su reputación fue dudosa; unos lo consideraban un sacerdote piadoso y otras un asesino ambicioso, porque durante muchos años fue dueño de encomiendas, y sus esclavos.   Pero aparentemente al final renujncio a sus encomiendas, pero a su vez propuso traer negros de Africa como esclavos para sustituir a los indígenas.  Fue tan malo el remedio como la enfermedad.


Lo cierto es que el protector se arrepintió de todo lo malo que había hecho, y a lo mejor por eso las citas de Neruda, quien también nos recuerda que el hombre que construye es luego el humo de lo que construyó.


Dejó de existir Bartolomé de las Casas y otros que pensaban parecido a él, pero siguió el abuso, el saqueo y el dolor y ahora, dos siglos después de que los países se fueron independizando, todavía muchas venas están abiertas en América Latina.


La religión.


"Vinieron.  Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra.  Y nos dijeron: "cierren los ojos y recen".  Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia."

Eduardo Galeano.


En el Siglo XV Cuba estaba habitada por indios Guanahatabeyes, Siboneyes y Taínos; estos eran pacíficos y tenían una organización que se conocía como comunidad primitiva.   Otro tanto ocurría en el resto de Latinoamérica con diferencias notables, pues había civilizaciones de mucho mayor desarrollo como eran los Aztecas, los Mayas y los Incas.


Esos otros no eran tan pacíficos y se habían constituido en imperios poderosos gracias a sus adelantos y al uso de la fuerza, y todos tenían sus creencias religiosas muy arraigadas y que formaban parte inseparable de su cultura.


Pero en los barcos que llegaron a América vinieron juntas la espada y la cruz, al final la Corona y la iglesia eran una misma cosa con un único interés: obtener riquezas a costa del sufrimiento ajeno.


El mejor ejemplo de lo que representó la religión para los habitantes autóctonos del nuevo mundo, fue el caso del cacique Hatuey.  Después de encabezar varias rebeliones, fue finalmente capturado y condenado a ser quemado vivo.  Ya en la hoguera, un franciscano le habla del cielo y de la gloria y que si no se convertía al catolicismo iría al infierno, donde sufriría tormentos para siempre.  Hatuey le preguntó si los cristianos iban al llamado "cielo" y ante la respuesta afirmativa, le dijo que prefería ir al infierno para no compartir con gente tan mala y cruel como los que profesan esa fe.


Esa es la fama que Dios, Jesucristo y la religión católica ganaron entre los pueblos indígenas.  No importa que aparentemente todos se declaran cristianos y que en cualquier parte apareciera una cruz, la que se constituyó en un símbolo de dominio y de miedo, en el fondo los que predicaban y se decían fieles de esa religión todo lo que hacían era explotarlos y esclavizarlos, obligarlos a pensar como ellos quisieran y llevar un estilo de vida que no era el que conocían.


Por eso era tan importante que la fuerza de la espada fuera de la mano de la cruz, de otra forma era más difícil reproducir el escenario político, social y religioso de España en los territorios conquistados con los indígenas en el papel de trabajadores forzados, los que se vieron amenazados por la fuerza de las armas y la intimidación religiosa.


La religión no dejó de cumplir su malvado papel, como tantas veces en la historia, se puede decir que sin excepciones dondequiera que ha habido sufrimientos y muerte ha estado presente el papel de alguna religión.

               Christopher Columbus Cuba - https://upload.wikimedia.org


La conquista de Cuba


Cuba, la mayor de las islas del Caribe, fue el segundo lugar a donde llegó Colón tras el pequeño islote al que llamó San Salvador en el archipiélago de Las Bahamas.  Fue el 27 de octubre de 1492 en Bariay, la zona oriental de Cuba que el Almirante dijera:


‘Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás”.


Lo sorprendió la playa, el mar transparente, un río caudaloso, árboles frutales, flores, aves, verde por dondequiera, suaves montañas y habitantes y una población aborigen muy  hospitalaria, laboriosa y pacífica, a los que llamó indios, por estimar que había llegado al Asia que era el objetivo de su viaje.


No fue hasta 16 años después que Sebastián de Ocampo,con su viaje de circunnavegación probaría con su bojeo, que Cuba no era un continente sino una isla.  Ese fue el último paso para preparar las condiciones para la conquista, prefiero llamarla invasión, de Cuba.


La población nativa había sido el resultado de la huida a lo largo de todo el arco de las pequeñas Antillas hasta las mayores, como una manera de evitar a las tribus caribes, no tanto por antropófagos como por belicosos.  Fue así que los taínos y siboneyes llevaban siglos viviendo en Cuba (se calcula que desde diez mil años atrás) y fueron relegando a los más atrasados, los guanahatabeyes, hacia el extremo más occidental de la Isla, pero todos vivían en paz en una especie de paraíso terrenal.  Lo amable del clima y el suelo hicieron de Cuba un lugar donde "luchar la yuca", un dicho muy de moda ahora, que se refiere a obtener los alimentos, era muy fácil.


Diego Velázquez, Hernán Cortés y Francisco Pizarro.  Tres personajes que en la escuela nos presentaron como héroes y no eran más que unos asesinos ambiciosos.


Hasta que aparecieron los españoles.


La invasión de Cuba comenzó en 1511 con Diego Velázquez, nombrado gobernador y quien se mantuvo en el cargo hasta 1524, tras haber fundado en 1511 a Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, en 1513 San Salvador de Bayamo, en 1514 a la Santísima Trinidad, Sancti Spíritus, La Habana, y Santa María del Puerto del Príncipe y en 1515 a Santiago de Cuba.

Las encomiendas se establecieron como modo de producción con sobreexplotación de la mano de obras en lavaderos de oro en los ríos, el traslado de minerales a grandes distancias, su empleo como remeros al servicio de los conquistadores y el cultivo agrícola.  A ello hay que sumarle las matanzas de indígenas, rebelándose contra tanto abuso, como fue la de Caonao, sin dejar de mencionar que la crueldad imperante hizo crecer los suicidios hasta de familias o grupos poblacionales enteros ante tanto sufrimiento.


Esto trajo como resultado que de cerca de cien mil integrantes de la población aborigen cubana, tras los primeros cincuenta años del dominio español, solamente quedaban menos de cinco mil.


En cifras absolutas no es significativa, pero para nosotros representa la destrucción de nuestra cultura autóctona por efectos del trabajo esclavo, la pobre alimentación, los maltratos y las enfermedades traídas por los españoles.

                          Baracoa: por donde comenzó la invasión de Cuba.


Esta es la triste herencia del genocidio a lo cubano.


Más tarde, teniendo en cuenta la privilegiada ubicación geográfica de Cuba, se determinó la organización política que se le dió a principios del siglo XVII en que la Capitanía General de Cuba tenía jurisdicción sobre la isla de Cuba, Jamaica, la Florida y la Luisiana.  La Habana, capital de Cuba se convirtió en la Llave del Nuevo Mundo.


Pero ya los indios habían desaparecido y solamente quedaban algunos mestizos resultantes de la unión de españoles con nativos.  


Sus experiencias en Cuba y en la Española, trataron de replicarla en el resto de América, donde ya los habitantes se contaban por millones y tuvieron que recurrir a alianzas y a convivencias, por lo que todavía los descendientes de los habitantes originales se cuentan por millones y en muchos lugares constituyen el grueso de la población o tienen una fuerte carga de mestizaje.


            La deformada historia falsa del Thanksgiving o Acción de Gracias.


Los ingleses y otros colonizadores. 


Inglaterra participó en la conquista con más de un siglo de retraso respecto a España.  Además las numerosas tribus autóctonas de América del Norte, en los territorios a los que no habían llegado los españoles, eran de otras características que los hacían más difíciles de sojuzgar y limitar sus acciones, por lo que la conquista de ese territorio duró cerca de dos siglos.   Los españoles habían dominado un territorio tres veces mayor (incluía gran parte de los actuales Estados Unidos) en menos de medio siglo, con una inferioridad numérica mucho menor y apoyados básicamente en alianzas con grupos indígenas.


Esa fue la gran diferencia de los ingleses respecto a los españoles, no integraron a su sociedad a los pueblos sometidos, sino que los exterminaron casi por completo para ocupar sus tierras, en las que implantaron la cultura y el modo de vida que traían del continente europeo, principalmente de religión protestantes que no eran tolerados en Inglaterra y otros países.  Después aparecieron las fiebres del oro en California y Alaska y trajeron nuevos migrantes y aventureros, que junto con las guerra de rapiña hicieran que por la fuerza le expropiaran tierras a México o negociaran la adquisición de otras que eran propiedad de España o de Rusia a lo largo del tiempo, para llegar a constituir los actuales Estados Unidos, un país donde sus verdaderos dueños están confinados en las llamadas “reservas indígenas”.


Esa es la triste historia de la conquista de Norteamérica, por lo que todavía no se como la gente cree el cuento de Thanksgiving y de que los peregrinos decidieron compartir el pavo y los alimentos con los indios.  Se ha vuelto una costumbre sin duda alguna, pero si vamos al origen de su celebración, es el genocidio de los habitantes originales de estas tierras.


Mientras tanto, al mejor estilo del imperio romano, los españoles crearon una nueva sociedad fusionando las culturas europeas con las indígenas y más tarde con las africanas.  Los criollos fueron básicamente el resultado de españoles con indígenas porque durante las primeras décadas a América viajaban pocas mujeres.


Y en otros lugares como Australia y sus posesiones, de un millón de nativos que existían al llegar los ingleses, solamente quedaban noventa y tres mil hace un siglo.  Ademas en lugares como Tasmania fueron totalmente liquidados y los niños que encontraban eran sometidos a esclavitud. El cambio de política mundial en este sentido ha hecho que los aborígenes y sus descendientes sean ahora 650 mil habitantes.


A partir de la llegada de Colón y comenzar la invasión española de la Española por Nicolás de Ovando, de Cuba por Diego Velázquez, de México por Hernán Cortés y del imperio Inca por Francisco Pizarro; le siguió la participación tardía en el reparto territorial de los ingleses, franceses y holandeses, los que a diferencia de España no estaban interesados en lo absoluto en civilizar o evangelizar a los nativos, ni en construir pueblos, caminos o iglesias con su participación, sino simplemente en acaparar territorios y comerciar con ellos, lo que elevó a niveles nunca antes visto el trueque de productos europeos por pieles de animales, causando una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia, exterminando a muchas especies y afectando a otras.


Desgajando los mitos


Muchas de las cosas que aprendimos en la escuela sobre la conquista de América no son más que mitos sin más fundamento que el mismo basamento de cualquier religión, las que se sustentan en dogmas sin pruebas y que nos han repetido hasta el cansancio para que se instalen en nuestras mentes.


Para comenzar, Colón no sólo no fue el primero que llegó a América, sino que ni siquiera sabía a donde había llegado.  Además se dice que el logro de haber llegado a estas tierras se debe a los hermanos Pinzón, unos andaluces a los que Colón les robó el protagonismo por ser el jefe de la expedición.  Y por supuesto, todos sabemos que los Vikingos, procedentes de la península Escandinava, llegaron al nuevo mundo casi 500 años antes que Colón.


Otro mito es que pocos españoles derrotaron a ejércitos de cientos de miles de guerreros, lo que sabemos que es falso, ese triunfo es solamente el resultado de las divisiones entre las distintas tribus y culturas indígenas y el odio que sentían hacia los más poderosos como eran los Aztecas y los Incas, lo que hicieron posible el triunfo español, fundado en las conspiraciones e intrigas, en lo que sí fueron superiores a los habitantes autóctonos.


Hay un mito muy injusto, el que asegura que los españoles eran más inteligentes que los nativos y que estos eran mucho menos desarrollados culturalmente que los europeos.  Los grandes avances de las culturas precolombinas en arquitectura, astronomía, ingeniería, medicina y otras disciplinas, desmienten totalmente esta afirmación.  La ignorancia alimentada por los mitos religiosos, como las historias de Quetzalcoatl y Viracocha,  hizo posible que los españoles pudieran someter a pueblos enteros.


También está el tema de las armas y los avances tecnológicos de los conquistadores.  Lo cierto es que los cañones, arcabuces, pistolas, armaduras de hierro, y el uso de caballos no tuvieron un papel decisivo en nada, pues existían en cantidades muy limitadas y en poco tiempo se dieron cuenta los nativos de que ello no los convertía en invencibles.  Además los indígenas estaban en su mayoría entrenados para la guerra y no eran para nada ingenuos o cobardes, además peleaban en su territorio y con el afán de proteger sus tierras y sus familias.


Pero si hubo algo que ayudó a los conquistadores españoles fueron las enfermedades que trajeron, desconocidas en América y para lo cual sus habitantes no tenían resistencia.  Ese fue el peor enemigo de los nativos e hizo que muchos murieran por ellas.  Un cálculo estimado con bastante sustento histórico, afirma que cerca del noventa por ciento de los habitantes del imperio Inca, murió en varias epidemias durante el siglo XVI, principalmente de viruela, tifus, sarampión y difteria.  Historiadores aseguran que Hernán Cortés no hubiera vencido al imperio Azteca si Tenochtitlán no hubiera sido arrasada por la viruela, enfermedad por la que perdió la tercera parte de sus habitantes.  En fin, el arma principal de los españoles fueron las enfermedades contagiosas que trajeron con ellos y probablemente sea la responsable del triunfo español en el nuevo mundo.


Otro elemento es que si se quiere atribuir a España el triunfo de la conquista, hay que decir que el ejército español no participó para nada en ella.  El rey y las cortes contrataban a mercenarios o daban licencia a cualquiera para hacer lo que quisieran en América, siempre que les aportaran una parte significativa de lo que rapiñaron, sobre todo oro y plata.


La llamada conquista, o invasión de las tierras del llamado Nuevo Mundo no solamente fue un gran negocio, sino probablemente la mayor masacre de la historia humana.  Ahora que el presidente argentino repite, como una muestra de superioridad racial, que “los argentinos bajaron de los barcos”, mientras que los mexicanos vienen de los indios y los brasileños de la selva, hay que definir que según estudios genéticos, el 66 por ciento de los argentinos tienen antecedentes indígenas, como ocurre en casi todos los países de Latinoamérica.  Por eso, lo que bajó de los barcos fue un genocidio.

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Hoy en día en España y en los territorios que colonizó, se habla el mismo idioma, pero un lenguaje muy diferente respecto a la significación del 12 de Octubre, con versiones totalmente opuestas.


Por una parte en las escuelas españolas se dice que los conquistadores llegaron al nuevo mundo afrontando numerosos peligros, descubrieron y civilizaron las tierras descubiertas y fueron premiados por los reyes por su valentía.


Mientras tanto el resto del mundo hispano considera que la conquista fue una invasión llena de violencia y crueldad cuyo principal objetivo fue la obtención de riquezas y que se puede considerar uno de los mayores genocidios de la historia.


Y ello está plenamente justificado.  En Cuba éramos relativamente pocos, pero en medio siglo se extinguió casi completamente la población, mientras que en el extenso imperio Inca, en tiempo similar, su población de treinta millones disminuyó en un ochenta por ciento, y de doce millones de habitantes en México, en un siglo desapareció el noventa por ciento.  Y en total se calcula la muerte de un total de sesenta millones de pobladores aborígenes, haciendo esta cifra de aniquilamiento la mayor de la historia en un evento, no superada siquiera por la Segunda Guerra Mundial.


Sin duda alguna se requiere de una reparación histórica del verdadero significado de lo que debía llamarse "encuentro de dos mundos" y no “descubrimiento”, porque no se descubrió nada, y al final somos descendientes de los vencidos y de los vencedores, un resultado evolucionado de ese encuentro.


No por gusto escribió Federico García Lorca una frase definitiva: "El español que no ha estado en América no sabe qué es España.”  La magnitud de lo ocurrido, tanto en lo positivo como en lo malo, es la sangre de América Latina, y sus venas todavía están abiertas.


Mientras que los taínos cubanos de hoy, que no tienen ni una gota de la sangre taína autóctona, cantan sin cesar, como una forma de sobrevivir a estos tiempos:


“...Tú, tú lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca,

lucha tu yuca Taíno, lucha tu yuca,

que el cacique delira, que está que preocupa,

tú, Taíno tú, lucha tu yuca,

lucha tu yuca.


Que la jugada está apretá,

todo el caney lo sabe,

que no abunda el taparrabo

y no alcanza el casabe

que está cara la magia y más la medicina,

¡Ay! que se nos prostituyen las taínas.


Y que trabaja, trabaja como suda el indito

y la tribu vive al margen del delito,

que él no calla al cacique, no les sacia el apetito

que te está poniendo en fula el areito…”