miércoles, 17 de febrero de 2021

Las películas de clase B y el cine fantástico

 


Las películas de clase B y el cine fantástico 

“Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban”

Pablo Picasso.

Los que éramos niños o jóvenes en los años de la posguerra, no nos explicamos cómo el cine ha ido cambiando, no por los soportes tecnológicos y la digitalización de la información, sino por algo muy simple: por qué los cines dejaron de proyectar dos filmes y ahora solo exhiben una.  En tiempos de mucha mayor producción cinematográfica, esto no tiene para nosotros mucho sentido.

En los años cuarenta y cincuenta, no se concebía ir al cine y que se proyectara una sola película.  El cine era el entretenimiento por excelencia y además era barato y una función se componía por muchos anuncios de comercios o productos (de la comunidad si se trataba de un cine de barrio o de mayor alcance en los circuitos de estreno), noticieros de actualidad, avances de las películas que serían exhibidas próximamente (ahora lo conocemos como trailers, que para nosotros era entonces el remolque de las rastras), la película principal con actores y directores reconocidos y que era el gancho para ir a ver el espectáculo y lo que se llamaba película de “relleno”, que después supimos que su nombre comercial era el de filmes de clase B.

Cuando por primera vez, muchos años después porque entonces no le ponía atención a ese calificativo que le daban los críticos de cine, analicé el caso, me di cuenta que muchas de las cintas llamadas de clase B, debían ser ubicadas como de clase A y a su vez, algunas de las películas de clase A o de estreno debían ser bajadas de categoría y clasificadas como B.


Pero la historia del cine serie B es muy interesante y se remonta a la edad de oro de Hollywood, cuando con ella se identificaba a una película con bajo presupuesto y a la que las distribuidoras (léase Metro Goldwyn Mayer, Columbia, Warner Bros., Universal, Paramount, 20th Century Fox, United Artists y otras) no le daban publicidad porque eran para formar parte de la acostumbrada doble exhibición, por lo que ese término conllevaba consigo una percepción negativa hacia ese tipo de películas, lo que era compartido por los críticos que regularmente no lo valoraban.

Y hablando del tema vuelvo al dicho picante de cuando joven que decía: “Si tu me la Movie Toons y a mi se me Paramount, yo te la Metro Goldwyn Mayer por la Columbia Pictures:, un poco indecente pero muy ingenioso sin duda.


Volviendo al asunto, el cine de clase B toma fuerza a partir de la Gran Depresión de 1929, que sorprendió a la industria cinematográfica en un momento de desarrollo y especialización capaz de enfrentar el desastre económico, al estar organizados para cualquier desafío el sistema de estudios, el sistema de estrellas o star system y la clara división del cine en géneros cinematográficos.  A su vez con el advenimiento del cine sonoro las grandes empresas ya mencionadas, lograron un control casi absoluto de la producción y distribución cinematográfica, de manera que eran capaces de lograr bajos costos y maximizar los beneficios.

Pero la crisis, que provocó una fuerte disminución a las salas de cine, hizo necesario reformular el sistema integralmente.  Fue en ese momento en que como atractivo adicional, se comenzó a exhibir en cada función otra película adicional al estreno, o simplemente dar funciones más baratas con películas de menor presupuesto.

Ello complicó aún más la situación de las salas independientes, las que fueron siendo controladas por las grandes compañías y al final quedó que todos los cines proyectaban dos películas por el precio de una, y cuya función quedaba conformada por una película de bajo presupuesto o clase B y una segunda, llamada de clase A, que era la principal atracción y la que era objeto de publicidad..  Hacia 1935 la mayoría de los cines en Estados Unidos y en Cuba funcionaban bajo este esquema.

De ahí que se hacía necesario contar con un suministro importante de películas clase B, bajo la dirección de productores conocedores de cómo hacer cine a partir de un bajo presupuesto, fueron creadas unidades especializadas.

Y como parte de ese cine de bajo presupuesto, se desarrolló una prolífica producción de filmes de un género que puede denominarse fantástico o de ciencia ficción, que nos dejó, tanto en clase A como en serie B, clásicos tan impactantes, que han sido objeto de los llamados “remake”, ahora con un uso más amplio de la tecnología.

Eso no quiere decir que no se haya tratado en la clase B el cine de guerra, cine negro y comedias y musicales, pero como este género fantástico tuvo su mayor desarrollo en la década de 1950, a tono con el ambiente de terror provocado por la guerra fría, la guerra atómica, los UFO u OVNI con sus marcianos, fue la era donde se introdujeron novedosos efectos especiales sobre los cuales se tejió una nebulosa para darle más interés y atractivo a la realización cinematográfica.


Por tanto vamos a repasar algunos de esos filmes, que los que no los vieron porque no habían nacido, y son amantes del cine, sin duda alguna los conocen porque fueron el reflejo de toda una época donde imperaba el star system (algo que de alguna forma se mantiene) y se relegaba a un segundo puesto un poco la cinematografía, la fotografía y los efectos especiales.  El star system era un método para promover y explotar a los actores en las películas, que incluía crear nombres para esas figuras y que ponía mayor énfasis en su imagen que en la actuación.  En los años sesenta tomó auge un estilo actoral más natural, basado en el Método Stanislavski, y que llevó a su desaparición, pero el fenómeno del estrellato permanece como algo esencial en el Hollywood actual porque es una forma de atraer espectadores, creando  audiencias que regularmente van a ver las películas de sus actores y actrices favoritas.

Algunas, o muchas de estas películas las he vuelto a ver y por supuesto le encuentro defectos si las comparo con las actuales posibilidades digitales y ópticas, pero sin duda son joyas del cine con una realización muy digna de acuerdo con las posibilidades de la época.

                                                   Roger Corman


Veamos algunas que vas a reconocer.   Pero antes vamos a hablar de un pionero, Roger Corman, al que el cine de hoy le debe mucho.


Grandes directores que empezaron en el cine B de la mano de Roger Corman

Roger Corman fue un productor, actor y director de cine estadounidense que se destacó por ser uno de los que ejecutó con mayor éxito una gran cantidad de películas de bajo presupuesto, y no solo eso, sino que bajo su dirección comenzaron sus carreras figuras que después serían grandes directores de cine como veremos a continuación y también descubrió a actores como Jack Nicholson, Peter Fonda, Dennis Hopper y Robert de Niro, casi nada.


Corman era un amante de las obras de Edgar Allan Poe, por lo que pudo realizar cintas como El cuervo (1963) y La máscara de la muerte roja (1964), así como  La caída de la casa Usher (1960), El péndulo de la muerte (1961) y en ellas destacó un ícono del cine de horror como lo fue Vincent Price y en algunas de ellas también trabajaron Jack Nicholson y Boris Karloff.   Pero su carrera concluyó con más de trescientas películas, de las que dirigió cincuenta.

Para el que le guste el tema del cine y sus curiosidades, su autobiografía, titulada “Como hice cien películas en Hollywood y nunca perdí un centavo”, es un verdadero gusto leerla.

Pero veamos algunas de las grandes figuras del cine que comenzaron de la mano de Roger Corman, al que tanto se le debe y poco se le ha reconocido.



Francis Ford Coppola

Son muchas las buenas películas de Coppola, pero solo una The Godfather (El Padrino, 1972), probablemente la mejor película de la historia del cine, A la que sumamos Apocalypse Now, nos dice quien es.  Pues Francis comenzó haciendo películas de clase B apadrinado por Corman.   The Bellboy and the Playgirls y Tonight for Sure fueron dos películas eróticas clase B y después fue contratado para reeditar y doblar una película rusa fantástica titulada Batalla más allá del sol (1962, y Corman admiró el detalle y precisión del trabajo de Coppola por lo que le asignó Tower of London (La Torre de Londres, 1962) y después al sobrarle dinero de un presupuesto, le permitió filmar una película algo parecida a Psicosis de Hitchcock, para lo cual Coppola escribió el guión y en poco más de una semana filmó una película que ahora se considera de culto: Dementia 13 (Demencia 13, 1963).  

Sin duda Corman tenía un sexto sentido.


Martin Scorsese

Goodfellas (1990), Taxi Driver (1976), Cape Fear (1991), The Wolf of Wall Street (2013), Boardwalk Empire (2013), son solo algunas de las cartas de presentación de uno de los mejores directores y productores de Hollywood, al que también Corman guió en sus inicios.

En 1967 se le asignó Who 's That Knocking at My Door? (¿Quién toca a mi puerta?), donde Harvey Keitel también debutó y en 1972 Boxcar Bertha (El Tren de Bertha), una buena película de acción con un presupuesto bien bajo, lo que le permitió saber que se podían  hacer películas entretenidas en corto tiempo y sin mucho dinero, pero su amigo John Cassavetes le dijo a Martin que después de ver Boxcar Bertha, nunca volviera a realizar otra película de mierda, (a mi no me lo pareció) así que en 1973 realizó Mean Streets (Calles Salvajes) con su actor preferido Robert de Niro, y que sería el primer gran éxito de un Martin Scorsese en ascenso y que nos ha dado tantos buenos filmes.


Ron Howard


Buenos filmes como How the Grinch Stole Christmas, (El Grinch, 2000),  Apollo 13 (1995),  A Beautiful Mind (Una Mente Brillante, 2001) o The Da Vinci Code (El Código Da Vinci, 2006), fueron obra de Ron Howard, que llegaría al cine de la mano de Corman con un extraño acuerdo, si Howard actuaba en su película (Eat My Dust!, 1976), le financiaría una película de bajo presupuesto (600 mil dólares), con lo que realizó Grand Theft Auto, en la que también actuaría y que traería una saga de varios filmes del mismo corte.


James Cameron

Titanic (1997) y Avatar (2009), están entre las películas más taquilleras de todos los tiempos a nivel mundial, y su director, James Cameron comenzó en el séptimo arte de la mano de Corman con el que trabajó en dos filmes considerados de culto: Battle Beyond the Stars (1980), donde dirigió los efectos especiales, y Galaxy of Terror (1981).  como escritor se desarrolló en Terminator Salvation, la magnífica serie Terminator: The Sarah Connor Chronicles, Titanic, Avatar, True Lies y Rambo First Blood, así como el ícono de la ciencia ficción: Aliens.  Y como director aparte de las ya mencionadas, True Lies, Terminator 2: Judgment Day, The Terminator y Aliens.  No hace falta más elementos para considerarlo de los mejores realizadores del cine actual.

Sam Raimi

Esa magnífica película titulada A Simple Plan de 1975 así como Oz the Great and Powerful (Oz: el Poderoso, 2013), Drag Me to Hell (Arrástrame al Infierno, 2009) y la saga de Spiderman (2002-2007), nos muestran a un triunfador, Sam Raimi, quien no siempre dirigió películas con tan buena realización, sino que comenzó con filmes de clase B como The Evil Dead (Posesión Infernal) de 1981, donde no sólo el resultado final refleja las precarias condiciones en las que se hacían esos filmes, sino que también la historia que hay detrás de ella es toda una odisea que merece ser contada. 


Jonathan Demme

Si no hubiera hecho otro filme, ya con uno solo tenía para ubicarse dentro de los grandes realizadores, Demme, ganó un Oscar en 1991 por The Silence of the Lambs (El Silencio de los Corderos), pero además nos ha brindado Philadelphia (1993), The Manchurian Candidate (2004) y desde 1971 hasta 1976, Demme trabajó con Corman como escritor en  Angels Hard as They Come (1971) y The Hot Box (La Cámara de Tortura, 1972), pasando a dirigir Caged Heat (La Carcel Caliente, 1974), Crazy Mama (1975), y Fighting Mad (Luchando por mis Derechos, 1976).


Ivan Reitman

Ghostbusters (Los Cazafantasmas, 1984), Kindergarten Cop (Un Detective en el Kinder, 1990), Evolution (Evolución, 2001) y My Super Ex-Girlfriend (Mi Super Ex Novia, 2006) son obras exitosas de Reitman, Sus primeras obras fueron en cine clase B con Foxy Lady (1971), la comedia de terror Cannibal Girls (Mujeres Caníbales de 1973 y la que lo consagraría para pasar a estadíos superiores, Meatballs, de 1979, que con Bill Murray, de un presupuesto de 1.6 millones, recaudó 43 millones de dólares.


Peter Jackson

Una absurda comedia de extraterrestres, Bad Taste (Mal Gusto, 1987), se convirtió en una película de culto, seguida por otras tan aberrantes como  Braindead (Muertos de Miedo/Tu Madre se ha Comido a mi Perro), lo sangriento al extremo y otro clásico de la serie B Meet the Feebles (El Delirante mundo de los Feebles, 1989), una parodia a los Muppets fueron los comienzos de Peter Jackson, quien con Heavenly Creatures (Criaturas Celestiales, 1994) le daría acceso a dirigir la trilogía The Lord of the Rings (El Señor de los Anillos, 2001-2003) y el remake de King Kong (2005), convirtiéndolo en un triunfador de Hollywood.

 Estos son solo algunos ejemplos de la influencia de Roger Corman, bautizado como el Papa del cinema Pop, un iniciador del mundo del cine independiente y el más hábil artesano estirando los presupuestos para hacer películas con financiamientos que hoy no cubrirían ni los costos de alimentación de los estudios contemporáneos.  Como ninguno tuvo un ojo especial para descubrir los talentos y fue el mentor de decenas de ellos.  A partir de sus numerosos éxitos comerciales puede convertirse en distribuidor independiente con su compañía New World Pictures, dando a conocer filmes de Ingmar Bergman, François Truffaut, Federico Fellini, Akira Kurosawa y otros grandes realizadores.  Le fue concedido un Premio Oscar Honorario por su habilidad sin paralelo para desarrollar nuevos cineastas y darles un espacio que ninguna escuela podía brindarles.

Probablemente haya sido el único que mientras buscaba una locación, filmaba escenas de la producción de otros al mismo tiempo en la misma locación.  Se dice que era capaz de negociar la producción de un filme hasta desde una cabina telefónica.  Sin duda un gran impulsor del cine serie B o de presupuestos escasos, lo que no necesariamente se puede identificar con mala calidad porque ha habido grandes superproducciones que son un bodrio.


Algunas producciones B que recuerdo pero no como películas de segunda categoría.


The Fast and the Furious (1954) o El diablo al volante

Un buen drama con muy buena acogida, producida por Roger Corman y dirigida por el actor John Ireland y con el protagonismo de la enigmática Dorothy Malone, una de las actrices que más nos impactó, sobre todo por sus ojos y sus actuaciones en películas del oeste o míticas u otras como Written on the Wind de 1956, junto con un elenco fuera de serie: Rock Hudson, Lauren Bacall y Robert Stack y con un éxito musical de los mejores de los Four Aces y por la que Dorothy ganó un Oscar.  Otras actuaciones memorables fueron en Basic Instinct de 1992 y la serie televisiva Peyton Place (La caldera del diablo), totalizando más de cien películas y varias series de TV, pero para mi era la estrella incomparable, en muchos casos la únicas mujer, de decenas de filmes del oeste, todos de serie B.

The Fast and the Furious fue en mi criterio de las mejores películas de cine B, (solo costó 66 mil dólares y recaudó 250 mil) y narra cuando un hombre acusado de asesinato se escapa de la cárcel para tratar de limpiar su imagen pero en su persecusión se ve obligado a secuestrar a una hermosa mujer y llevarla consigo en un viaje para alcanzar la frontera con México en un carro deportivo antes que la policía lo atrape. Una de las pioneras en lo que sería un cine atractivo de persecuciones en carro y road movies.


The Wayward Bus o El Ómnibus Perdido de 1957 

Es una de las películas que más recuerdo, a pesar de haberla visto hace sesenta años y está basada en una novela de John Steinbeck, narra el viaje accidentado de un autobús por California, donde tres personajes tienen que afrontar la realidad y la necesidad de cambiar de vida.  Filmada en Cinemascope en blanco y negro, era el relleno de una película muy publicitada que no recuerdo pero que era un verdadero ladrillo y estoy seguro que todos disfrutamos más con esta película que con la principal.  Uno esperaba probablemente un dramón con Jayne Mansfield y Joan Collins y nos encontramos con un filme fascinante donde las sorpresas abundaban.   Algunos críticos hicieron la excepción y hablaron de esta clase B como algo diferente, una especie de soap opera o novelita rosa con mucho de thriller.  Con un presupuesto de 1,4 millones, sólo logró recaudar 1,75 millones de dólares, pero resultó ser una película infravalorada por varias razones,  aunque Jayne Mansfield y Joan Collins, estuvieron muy por encima en sus actuaciones, Marlon Brando rechazó el papel asignado a Rick Jason y la dirección de Victor Vicas, fue inmaculada.  Una verdadera joya que vale la pena ver más de una vez.


The Day the Earth Stood Still (1951). El día que paralizaron la Tierra.

Calificada como una de las mejores películas de ese año y considerada entre las mejores de ciencia ficción de todos los tiempos, fue problemática porque se estrenó en una época de plenitud de la Guerra Fría y su mensaje se basaba en el peligro de una guerra atómica y la peligros de la acumulación de armas atómicas, y en particular en Estados Unidos chocó con el oscuro auge del Macartismo y la persecución y calificación de comunista a cualquier movimiento pacifista, lo que hizo que las autoridades militares no dieran ningún tipo de ayuda a la realización del filme.

En plena era de los platillos voladores, la nave que venía de otro planeta no podía ser de otro tipo.  Y ella aterriza en Washington y tiene dos ocupantes: un robot y un extraterrestre, el cual viene a la Tierra con la misión de transmitir a los jefes de estado la necesidad de la paz y por supuesto no hubo consenso, como no lo hay hoy en día y el visitante decide paralizar todos los equipos que usen electricidad para que los científicos escuchen su propuesta.  Su presupuesto fue de 1.2 millones y recaudó 3,7 millones.

En 2009 Scott Derrickson hizo un remake con Keanu Reeves, que se queda muy por debajo de la original.  Hay más uso de la tecnología, pero eso no es suficiente.  A pesar de ello, con un abultado presupuesto de 80 millones, logró recaudar 233 millones, lo que nos muestra que entre el Star System y los efectos espectaculares, o balaceras o explosiones, y no en el argumento o la actuación está la preferencia del cine actual.   


Creature from the Black Lagoon (1954) El Monstruo de la Laguna Negra

Fue filmada en tres dimensiones (3D) y originalmente proyectada por el método de luz polarizada, para lo los espectadores usaban espejuelos plásticos con un visor verde en un ojo y rojo en el otro . La versión que se proyectó en Cuba, con el título “El monstruo de la Laguna Negra”, no fue en 3D. 

Esta película, más que de terror que de ciencia ficción, tiene basamentos científicos muy limitados pero abunda en la fantasía y fue muy popular en la década de los cincuenta.    Su costo estuvo por debajo del medio millón de dólares y recaudó más de tres en su primer año.

El filme mezcla elementos místicos, como versículos del Génesis de la Biblia con una con una explicación darwiniana de la evolución del planeta y del surgimiento de las especies.  El argumento se ubica en la selva amazónica (aunque fue filmado en dos locaciones de Florida, en particular en los Everglades) y narra el encuentro con un animal no clasificado.

Para aclarar un fósil encontrado una expedición va hacia el Amazonas y allí sufren los ataques del monstruo que mata a varios, en su mayoría los marineros y ayudantes latinos, a los americanos no les pasa nada, y luego el monstruo muestra preferencia sexual hacia la heroina.  El monstruo, mezcla de anfibio, reptil y mamífero acuático es baleado pero no muere.  Por supuesto que aparecen secuelas: Revenge of the Creature (1955) y The Creature Walks Among Us (1956) que no tuvieron el éxito de taquilla de la primera, a lo que le siguen una una docena de películas, cada vez peores.  En este caso, las segundas partes no fueron nada buenas.


It Came from Outer Space (1953)

Partiendo de una historia de Ray Bradbury, una nave espacial de otro mundo, se estrella en el desierto de Arizona y un astrólogo y un maestro de escuela sospechan de una influencia alienígena cuando los habitantes locales comienzan a actuar de forma extraña, como si fueran otras personas y no los que conocían.   Esta es una de las primeras películas donde se muestran los créditos al final en lugar de al inicio.

Es probablemente una de las mejores películas de ciencia ficción de la década de los cincuenta y en ella actúan juntos  el actor y la actriz principales que repetirían en la más aclamada película de Jack Arnold, El monstruo de la Laguna Negra.  Los efectos especiales son muy buenos y su costo fue de 800 mil dólares, recaudando el doble, 1.6 millones al final del año de su estreno.


Tarántula (1955) 

Hay dos curiosidades con este filme: fue el inicio de una serie de películas sobre insectos que crecían descomunalmente a causa de la radioactividad generada por pruebas nucleares, como fueron hormigas gigantes, avispas, etc. 

Los insectos siempre están ocultos y después aparecen y acaban con pueblos y personas.

Y el otro detalle es que fue la primera película en que actuó el que después sería un monstruo del cine: Clint Eastwood en el papel de jefe de un escuadrón militar.

Y algo mas importante, su director Jack Arnold, sorprendería después con otras grandes del cine fantástico: El monstruo de la Laguna Negra un año antes y The Incredible Shrinking Man en 1957, más Revenge of the Creature o el Regreso del Monstruo de la Laguna Negra en 1955 y antes en 1953 había realizado la nada despreciable It Came from Outer Space (Llegaron de otro mundo) y la magistral, para mi la mejor película de todas las de este género y una de las mejores de todos los tiempos, Invasion of the Body Snatchers (1956).


Invasion of the Body Snatchers (1956)

Conocida en Cuba como Los Muertos Vivientes, esta película quizás es la que mayor cantidad de versiones con posterioridad se han realizado y fue considerada en 1956 entre las mejores películas de ese año   Fue elegida para su preservación en el Registro de la Biblioteca del Congreso como una cinta “cultural, histórica o estéticamente significativa”. Está incluidas por la prensa especializada dentro de las cien mejores películas de todos los tiempos, así como entre las diez mejores películas de ciencia ficción de la década de 1950, y entre las veinticinco  mejores películas de terror.

Con un bajísimo presupuesto de 417 mil dólares, se filmó en menos de tres semanas, pero solamente el primer año ingresó tres millones.

Se hizo muy popular su argumento, basado en la aparición de unas semillas procedentes de otro planeta que crecían y en unas vainas reproducían exactamente a los seres humanas, los que actuaban sin sentimiento alguno, como robots, por lo que podían ser identificados.  De esa manera iban sustituyendo a los humanos para adueñarse del planeta.  Su mensaje es algo confuso, fue filmada en plena era del Macartismo y la Guerra Fría, con un gran temor a invasiones extraterrestres y una guerra atómica.

Su final es espeluznante porque un camión lleno de vainas comienza la invasión de otros territorios, pero afortunadamente se vuelca y la amenaza puede detenerse.

Actúa en ella Sam Peckinpah, el gran director de filmes como The Getaway, The Wild Bunch o Straw Dogs, donde hace un pequeño papel como actor en este filme.  Y su director, Don Siegel, después nos traería joyas como Escape from Alcatraz de 1979 y Dirty Harry de 1971.

Dado su éxito, este filme tuvo tres secuelas: Invasion of the Body Snatchers (1978); Body Snatchers (1993) y The Invasion (2007), en mi criterio la mejor y más lograda fue la de 1978 protagonizada por Donald Sutherland que logra transmitir el miedo y la paranoia de la obra.    Pero igual que con El Monstruo de la Laguna Negra, las segundas partes se quedan cortas.

Y una curiosidad que hay que recalcar es que The Day the Earth Stood Still, Alien e Invasion of the Body Snatchers se encuentran dentro de las diez mejores películas de ciencia ficción escogidas por la AFI (American Film Institute).  Y eso que eran de clase B.


The Thing from Another World (1951). 

Muchos recordarán The Thing (La Cosa) de 1982 dirigida por John Carpenter como una magnífica obra, pero sin duda los que conocimos el filme del legendario Howard Hawks The Thing from Another World (1951) conocida como El Enigma de otro Mundo, no tenía mucho que envidiarle, salvo efectos especiales.


En un año lleno de películas banales sobre platillos voladores y extraterrestres (con la excepción de la tremenda El día que paralizaron la Tierra), The Thing from Another World está entre las mejores películas de ese año y de la década.

El descubrimiento de un platillo volador sepultado en el hielo, al ser sacado del mismo su tripulante una especie de vegetal con forma humana que se alimenta de sangre, revive y busca la manera de reproducirse, por lo que al ser un vegetal es casi indestructible porque se regenera.  Y también, a la luz del temor de una guerra nuclear, culparon a los científicos de la radiación que había permitido que esta “cosa” volviera a la vida.

Fue una película muy popular e inclusive superó en ingresos a The Day the Earth Stood Still de ese mismo año 1951.

The Fly (1958), conocida como La mosca de la cabeza blanca.

Fue filmada en colores y CinemaScope bajo la dirección de Kurt Neumann y su argumento narra las peripecias de un científico tratando de inventar un teletransportador de objetos, tuvo éxito con cosas inanimadas, pero no lograba hacerlo con materia viva, por lo que cuando trata con él mismo como objeto del teletransporte, una mosca entra a la cámara con el y sus partículas se mezclan de tal forma que termina con la cabeza y una pata de la mosca y a la inversa la mosca con su cabeza y un brazo.  No es un filme muy terrorífico pero si un tema interesante, por lo que no es nada para desechar el disfrutarla y reconocer el tratamiento de un tema complejo con un presupuesto tan mezquino.

El maquillista que confeccionó la cabeza de la mosca para ser llevada por el actor, siempre la consideró una obra maestra, pero no era él el que la llevaba, sino el actor, el cual tenía que hablar por señas pues pesaba más de veinte libras. El filme costó 700 mil dólares y recaudó poco más del doble.

A mi me gustó más la versión de 1986 The Fly (La mosca) de David Cronenberg, con un Jeff Goldblum en una de sus actuaciones estelares.  Esta versión costó 15 millones y recaudó 40.5 millones, no en balde ganó un Oscar por mejor maquillaje.


The Incredible Shrinking Man (1957) o El Hombre Increíble.

Esta película, otro éxito de Jack Arnold, se basa en un hombre que se va encogiendo aceleradamente.  Tras verse envuelto en una neblina en un yate en alta mar, ve como la ropa le va quedando grande, aparentemente como consecuencia de una exposición a radiaciones y más tarde a insecticidas.   Va reduciendo su tamaño de forma tal que para él los gatos y hasta una araña son un peligro mortal y al final tiene algo de filosófico, sin duda vale la pena verla.

Su presupuesto fue de 750 mil dólares y recaudó 2.6 millones.  Un clase B curioso sin duda alguna..


Earth vs. the Flying Saucers o La Tierra contra los Platillos Voladores 1956

Fred F. Sears, experto en baratijas clase B, sorprendió con esta película que mostraba lo que se consideraba entonces espectaculares efectos especiales, gracias a Ray Harryhausen, algo mucho mejor que la chapucería de otra de sus películas B, The Giant Claw de 1957, con efectos que daban risa.

La trama gira alrededor de la operación Skyhook que envía cohetes para probar vuelos espaciales, pero todos desaparecen.  Se muestra entonces como en discos voladores  semejantes a trastos de cocina provenientes de otros mundos, llegaban a las cercanías de la Tierra.  En la película se dan muchos datos científicos, que a pesar de estar tratados con poco rigor, mostraban la imaginación de los guionistas y la ingenuidad del público, porque todos nos creíamos aquella avalancha de términos relativos a la tecnología del momento.

Algunos logros de la película son los platillos volando sobre las edificaciones icónicas de países mundiales, como el Capitolio de Washington, el Big Ben de Londres, el Kremlin de Moscú o la Torre Eiffel de París.

Al igual que otros que hemos reseñado, se puede ver hasta el final esta película de ciencia ficción de siete décadas atrás, lo que es todo un logro.  A diferencia de otras, los extraterrestres no son ingenuos ni tontos.  Por todo ello  debe considerarse dentro de los clásicos del género que hemos mencionado.

Como casi todas las obras de esos tiempos, está dentro del ambiente de la Guerra Fría y da un aviso sobre la fuerza militar norteamericana para enfrentar cualquier agresión, incluso de extraterrestres.  Los platillos o discos voladores solo son una justificación para el mensaje.

Su presupuesto ha sido calificado de “vergonzoso” y recaudó 1.7 millones de dólares.

Otros filmes clase B destacados fueron El Tiroteo (1966)  con Jack Nicholson que se ubica entre los mejores del cine del oeste; Bird of Paradise o Ave del Paraiso de 1951  una aventura, drama y romance en las islas del sur del pacífico.trazos de documental, ceremonias de apareamiento, bailes, costumbres, y por supuesto, los espectaculares paisajes y playas de Hawai. A Pesar de los momentos National Geographic de Delmer, Ave del paraíso es una bonita y curiosa película en technicolor, sobre las desigualdades y los acercamientos culturales entre distintas civilizaciones.


Los seriales clase B

Y qué decir de los seriales clase B, aquellos que pasaban en las matinés y eran interminables.  Siempre acababa cada capítulo con el "muchacho" o actor principal envuelto en una situación límite y había que esperar hasta la semana siguiente para saber el desenlace y ahí venía otro reto y así hasta el infinito.  Buck Rogers, Flash Gordon, Dick Tracy y los "pesados" cowboys como Cisco Kid, Hoppalong Cassidy y Roy Rogers, con sus guitarritas, que nunca se ensuciaban ni se les caía el sombrero, nunca pude soportarlos, eran poco creíbles y demasiado edulcorados aun para un niño como era entonces.

En esta relación seguramente se me escapan muchas otras que vale la pena mencionar como memorables a pesar de no ser concebidas con tal propósito, pero mi memoria no llega a tanto.

Y ya que reseñamos algunas de las que más me impactaron, voy a tratar de referirme a algunas que por ser tan malas, no he podido olvidar.  Deben estar entre las peores de las peores que jamás se hayan realizado.

The Blob (1958) La Mancha Voraz 

Esta película fue el debut de Steve McQueen, ese magnífico actor y en la cual una forma de vida extraterrestre consume todo a su paso en la medida que va creciendo, a partir de cuando una nave espacial se estrella cerca de un pequeño poblado y comienza a tragárselo todo a su paso, creado el pánico mientras el ejército y los científicos tratan de contener a la bola gigante venida de otro planeta.

El conocido como cantante y sobre todo como compositor, Burt Bacharach, compuso muchos soundtrack para películas y esta fue su primera.

Ese día me fui del cine tarareando pero riéndome de la porquería que había visto.

Missile to the Moon 1958 o  Invasión a la Luna

Un absurdo total ya que un fracasado científico construye un cohete para viajar a la Luna y en él embarca, en contra de su voluntad, a una pareja y aun par de jóvenes delincuentes. Al llegar a la Luna, encuentran que está habitado únicamente por mujeres, las que están en busca de la manera de irse a vivir a otro planeta pues hay falta de aire y la amenaza de unas raras criaturas.

Su director, Richard E. Cuhha se especializó en filmes de horror de bajo presupuesto como Giant from the Unknown (El gigante de otro mundo), She Demons (Mujeres demonio), Frankenstein's Daughter (La hija de Frankenstein, todas de (1958), todas clase B y todas malísimas, parece que las hizo como  se hacen chorizos, pero mal hechos.

Abbott and Costello Meet the Invisible Man o Abbott y Costello Contra el Hombre Invisible (1951)

Lo mismo que admiraba a Laurel y Hardy (El Gordo y el Flaco) por ser graciosos, detestaba o Abbott y Costello por ser pujones.  Y ellos dejaron una colección de películas de corte humorístico (o pujístico) y de terror que para mi no tenían nada de graciosas, aunque los más pequeños, sensibles a los malos chistes de los payasos, se reían con ellas, como fueron:

Abbott and Costello Meet Frankenstein (1948)

Hold That Ghost (1941)

The Time of Their Lives (1946)

Abbott and Costello Meet Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1953)

Creo que nunca llegaron a donde estaban The Three Stooges (Los Tres Chiflados), Los Hermanos Marx y El Gordo y el Flaco, de los que se distanciaban, aplicando un término científico, a años luz.

Sin duda existieron cientos de bodrios como fueron La Bestia de un Millón de Ojos (1955); Invasores Invisibles (1959), Creature with the atom brain o Cadáver atómico de 1955, La mujer diabólica de Marte 1954, La reina del espacio exterior 1958, El Submarino Atómico (1959),, Curse of the Undead (1959) y Attack of the Giant Leeches, El Pantano Diabólico de 1959 que fue rodada en una semana y trata sobre unas sanguijuelas gigantes que gustan de la carne humana, The Thing that couldn't die (1958) o La Cabeza Maléfica, entraba en la categoría de cine Z, así era de mala.  Fiend Without a Face (1958) El Monstruo sin rostro, una producción británica que costó 50 mil libras y aunque se dice que tiene logros en los efectos especiales es un completo bodrio.  A ello hay que sumarle decenas de filmes de monstruos, zombies y vampiros, rellenos dignos de su categoría.

Y seguramente muchos nos preguntamos ¿Habrá alguna cinta peor?.  Y probablemente se podrá responder que sí, que el que vea esta película la lleva al sitial más bajo de la historia.


Plan 9 From Outer Space (Plan 9 del Espacio Exterior) de 1959

A finales de los años cincuenta surgió un subgénero del cine B, el llamado cine de clase Z, distinguido por un presupuesto aún más miserable y por ende un nivel de realización más burdo.  Y esta película fue reconocida como el primer filme de serie Z de la historia.

Es una mezcla de horror, ciencia ficción y absurdo, donde una pareja se muda cerca de un cementerio y se da cuenta de que extraterrestres están invadiendo la Tierra mediante la resucitación de los muertos, que serán un ejército inmortal para dominar el planeta.  A las naves espaciales o discos voladores se les podía ver claramente los hilos que las sujetaban y la trama puede llegar a ser la peor que se ha hecho en mucho tiempo.

No tengo muchas dudas de que peor que esta no es fácil, pero también hay otra que le sigue muy de cerca Bride of the Monster o La Novia del Monstruo de 1955 con la actuación de Bela Lugosi, y que que trata de un científico loco que busca crear super seres humanos mediante la energía atómica y la desaparición de personas hace que un reportero investigue y caiga en manos del loco.  Una película con monstruos tontos, efectos para tontos y un argumento para anormales, que nos hace pensar que la actuación del que se creía a sí mismo un vampiro (Bela Lugosi) con su actuación nos lleva a pensar que estamos dentro de la filmación del Plan 9 del Espacio Exterior.


El Mariachi: Un ejemplo de la clase B de años después.

La clase B como tal desapareció y los cines volvieron a una sola película de proyección por función, pero se siguieron produciendo películas de bajo presupuesto que bien podían entrar en esta categoría, y como entonces, algunas de ellas sorprendieron y se convirtieron en obras maestras.

Una de ellas fue El Mariachi 1992 de Robert Rodriguez, que a sus 23 años filmó con la ridícula suma de siete mil dólares (ganados como persona conejillo de indias de una farmacéutica desarrolladora de medicamentos y por el premio en metálico ganado en un concurso de competición de cine aficionado.) y por tanto él mismo realizó la producción fotografía, sonorización, edición y dirección de todo el filme y los actores fueron familiares y amigos. El Mariachi tuvo un gigantesco éxito y recaudó más de dos millones de dólares, por lo que ha sido la película más rentable en la historia del cine.

Por supuesto que en Hollywood le ofrecieron siete millones para dirigir Desperado, una secuela de El Mariachi con la actuación de Antonio Banderas, seguido de otro proyecto mayor, “Once Upon a Time in Mexico”.    En total los tres filmes, conocidos como la Trilogía de México, tuvieron un presupuesto de 36 millones y recaudaron tres veces y medio más, 125 millones

Un ejemplo de que lo costoso no necesariamente es sinónimo de calidad.

El presupuesto y la calidad

Hacer una buena película no es tarea fácil, porque hay que conjugar muchos elementos,  pero cuando se dispone de un presupuesto muy holgado, el asunto se vuelve mucho más viable.  Como ocurre en la vida, el dinero no da felicidad y en el cine no representa calidad, pero sin duda ayuda a lograr cosas mejores.

En contraposición han existido superproducciones protagonizadas por grandes actores y dirigidas por reconocidas figuras que resulta incomprensible que sus resultados sean tan horrorosos.  Algunas fueron muy esperadas y promocionadas y aunque recaudaron mucho dinero, fueron un fracaso artístico y como espectáculo.  Pero de eso se trata el mundo actual, de hacer crecer el dinero y no satisfacer los valores espirituales.  Algunos de esos “ladrillos” fueron:

Wild Wild West 

Will Smith para mi no es un gran artista, pero estaba rodeado de  Kevin Kline, Salma Hayek y Kenneth Brannagh, por lo que era poco probable que aquel western futurista saliese mal, pero la película fue un desastre.  A este filme la crítica lo hizo polvo, no obstante lo cual su presupuesto de 170 millones obtuvo como recompensa 222 millones de dólares.  Increíble que un producto de tan mala calidad haya dado ganancias.

Daredevil

Los personajes de los cómics de Marvel gozan de gran popularidad y entre ellos estaba Daredevil.  No bastó el talento de Ben Affleck para que la película fuera un desastre, pero el atractivo del actor hizo que de 78 millones de presupuesto, se recaudara mundialmente 179 millones de dólares, pero la crítica no perdonó al filme.

Catwoman

Igualmente el personaje de los cómics de DC tampoco pudo ser salvado por una actriz de tanto peso como Halle Berry, resultando una película decepcionante.  Su costo fue de cien millones y recaudó solamente cuarenta y los críticos le dan una calificación muy baja.

Batman & Robin

Los realizadores de este filme solo tenían un objetivo: hacer a los personajes más comerciales e infantiles, destinado exclusivamente a los niños para estimular la venta de juguetes.  Ello hizo que fuera criticado y desvalorado por los críticos y el público y los superhombres se vieron descalificados a nivel ínfimo.  Ni la presencia de dos grandes,  Arnold Schwarzenegger y George Clooney, salvó a este filme del desastre, pero como ocurre a menudo los 125 millones gastados en este bodrio dieron como resultado 238 de ganancia.

Superman 

No me voy a referir a una de las películas de Superman, uno de mis personajes preferidos desde niño cuando era adicto a los muñequitos o cómics, sino a todas, porque de ellas mejor ni hablar.  Esas películas, sin excepción, dan ganas de llorar o de reir.  Steve Reeves trató de hacer algo decente en Superman de 1978 de la mano de Richar Donner (ese maestro de Ladyhawke y Lethal Weapon), pero una película no es solo un actor y un director.  La cinematografía es la obra de muchos.


En resumen, el cine clase B fue una clasificación meramente económica porque algunas de sus obras fueron mejores que grandes producciones clasificadas como serie A e inclusive fueron más rentables que aquellas.  Y otra moraleja: muy malas películas han dejado grandes ganancias, algo así como el reguetón aplicado al séptimo arte.  A la gente le gusta la basura y no la excelencia, señal de que el gusto está perdido.

Y la cita de Picasso con la que comencé este artículo: “Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban”, está asociada a que en buena medida el cine de las últimas décadas ha mostrado en buena medida de que buenas obras, realizadas con pocos recursos, han tenido sucesivos “remakes” con grandes superproducciones, los actores más populares y los mejores directores y sin embargo muchos de ellos no han alcanzado la excelencia del original, a menudo del cine clasificado como B.  Por eso acertadamente los buenos artistas copian, pero solo los grandes saben robar.




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